Sueño, dolor y productividad en el trabajo
El sueño se ha convertido en una cura casi milagrosa para todo. Dormir bien es un requisito indispensable para una buena salud.
Pero la realidad es que pocos dormimos con la cantidad y calidad suficientes. La deprivación de sueño es un precursor de muchas patologías (enfermedades) y alteraciones.
Enfermedades comúnmente asociadas a la falta de sueño
El Servicio Nacional de Salud en el Reino Unido alerta sobre algunas de ellas, por ejemplo:
Las tres primeras, por cierto, las principales causas de mortalidad en todo el mundo.
Pero aunque menos conocido, nuestro sueño también puede incrementar nuestra percepción del dolor.
Como mencioné anteriormente, dormir es importante para ayudarnos a lidiar con el dolor. No solo el dolor afecta nuestra calidad del sueño, sino que también nuestra calidad de sueño influye en nuestra percepción del dolor. Pero
¿Qué otros factores existen detrás de esta relación bidireccional y cómo afecta el trabajo? Revisemos
Un medico de nombre Sudhansu Chokroverty, menciona los siguientes:
1) Los trastornos metabólicos asociados a muchas de estas enfermedades y su repercusión sobre la neuronas hipnogénicas del diencéfalo y troncoencéfalo
2) los efectos adversos de los fármacos usados en el tratamiento de las mismas sobre la organización y la arquitectura del sueño
3) las alteraciones provocadas en los ritmos circadianos
4) los efectos de la enfermedad y fármacos usados sobre los mecanismos respiratorios centrales y periféricos provocando alteraciones respiratorias durante el sueño
5) el reflujo gastroesofágico provocado por los fármacos usados en el tratamiento y su repercusión sobre el sueño
6) los efectos sobre el sueño provocados por la inmovilización o reposo en cama prolongado debido a algunas de estas enfermedades
7) las alteraciones sobre el sueño provocadas por las disfunciones del sistema nervioso autónomo ya sea por la enfermedad o como efecto secundario de la medicación
8) las alteraciones sobre el sueño provocadas por la depresión y/o ansiedad acompañantes a la enfermedad
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Por otro lado, las repercusiones que tienen el sueño y el dolor en el trabajo se han estudiado aunque quizá no suficientemente y nos proveen la siguiente información:
"Los estudios de laboratorio han demostrado que restringir la duración del sueño puede aumentar los informes de nuevos dolores, en consonancia con los informes de dolor más altos asociados con el insomnio. Otros estudios han demostrado que las personas privadas de sueño responden de manera diferente a un estímulo de dolor estándar.
Estos hallazgos son particularmente dignos de mención dado el alto riesgo de trastornos musculoesqueléticos, dolor y lesiones que prevalecen entre los trabajadores de la salud. La incidencia anual de lesiones y dolores de espalda en el personal de enfermería oscila entre el 30% y el 75%. Los auxiliares de enfermería sufren más días fuera del trabajo por dolor de espalda que cualquier otra ocupación"
Otro estudio, llevado a cabo también entre trabajadores del cuidado de la salud - 60% de ellos enfermeras- , cuyo propósito era investigar la relación existente entre el sueño pobre y el dolor de espalda baja encontró que efectivamente el primero incrementa las probabilidades de ocurrencia del segundo por lo que reevaluar las políticas de prevención actuales y actualizar el modelo biopsicosocial parece más importante que nunca
En tiempos de coronavirus, resultan también interesantes este par de estudios:
Sobre estos resultados, se cree que los distintos estresores asociados a la pandemia, podrían haber alterado el sistema neuroendocrino y perturbado las actividades internas, incluido el estrés y las respuestas inmunitarias. El deterioro de la calidad del sueño se asocia con el empeoramiento de la supresión del dolor intrínseco y la hipersensibilidad a la sensación de dolor mediada por mecanismos serotoninérgicos.
Los cambios en el estilo de vida también provocan cambios psicosociales, cambiando los ritmos de sueño y vigilia, y empeorando la calidad del sueño. Un estudio que evaluó los efectos adversos del confinamiento por la COVID-19 en la calidad del sueño y la salud mental en Italia informó que el 55,3 % de los participantes tenía una mala calidad del sueño; Se ha demostrado que los patrones de sueño interrumpidos, el estrés severo, la ansiedad y la depresión son factores de riesgo. Las restricciones para la actividad física al aire libre y el contacto físico con otros, aunado a los cambios en el estilo de vida y el aumento de la angustia psicológica, podría haber provocado que los patrones habituales de sueño se hubiesen interrumpido y con ello, un posible empeoramiento del dolor entre los adultos mayores.
Para terminar..
Con motivo del Día Mundial del Sueño, Editorial Manual Moderno me ha pedido impartir la charla "Sueño y Salud Mental" la cual se transmitirá en la página de Facebook de la editorial este viernes 18 de marzo a las 13 horas. Da click en este enlace para acceder a la transmisión
Si buscas una plática sobre este u otro tema relacionado con la salud y el bienestar de tu organización o deseas agendar una cita, por favor no dudes en contactarme
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Acerca de mi
Claudia Juárez es Psicóloga Clínica, Especialista en Estrés y Consultora en Salud y Bienestar Corporativo. Dirige Transforma tu Estrés, Consultoría Especializada en el Manejo de Estrés Organizacional e Individual. Conferencista y tallerista sobre Manejo de Estrés, Resiliencia, Inteligencia Emocional, Balance de Vida entre otros. Consultora y capacitadora NOM035. Autora del libro Todo lo que quería saber sobre el estrés de la A a la Z, publicado por Manual Moderno (2019)
Es consultora y capacitadora de la NOM035. Actualmente, imparte el curso de esta norma con UVM e Ibaktor School.
Senior Business Development Specialist - Founding Business Partner Talks about: #Purpose #Team #Manifestation #selfenpowerment
2 añosEl dormir bien… El cuerpo te lo exige naturalmente, es la forma de re-generarse y poder hacer reparación celular .! Muy de acuerdo Claudia Juarez Batista