Sueño, luego existo
¿Cuáles son tus sueños? Aquellos sueños que cuando te permites pensarlos, sentirlos, saborearlos, te transportan a un espacio de posibilidades, donde no sólo cambia el contexto, sino también cambias tu. Hay quienes no se permiten soñar y hay quienes viven en sueños, una persona efectiva es aquella que logra poner en marcha sus sueños ampliando su capacidad de acción efectiva, promoviendo cambios sustentables para sí y su entorno.
Para ello, el primer paso es aprender a promover de manera consciente en nosotros momentos de visualización de nuestros sueños, ya que el cerebro no distingue entre aquello que está pasando realmente de aquello que estamos imaginando. Podemos ser creadores de nuestros destinos, siempre y cuando trabajemos en lo que Stephen Covey llama "la 1° creación", aquella que podemos realizar en nuestra mente, a diferencia de "la 2° creación" que consiste en la materialización de la misma. Cuanto más detallada sea esa 1° creación, esa visualización, más recursos tendrá nuestra mente para pensar en nuevas estrategias, nuevos caminos de acción que nos acerquen a éstos.
¿Cómo podemos visualizar nuestros sueños?
1) Calma tu mente: Si no aprendemos a "entrenar" nuestros sentidos, a alinearlos, a prepararlos para dar lo mejor de sí, probablemente accedamos a una versión empobrecida de la realidad, con sus respectivas consecuencias en nuestra forma de ver el mundo, de hacer sentido, de actuar sobre él. Cuando la mente no goza de equilibrio, la información que nos presentan los sentidos se distorsiona, y poco podremos hacer con ella. Una mente turbulenta refleja una versión desfigurada de la realidad. De allí la importancia de "acallar nuestra mente" y conectarnos con nuestros sentidos.
2) Vive tu visión: Proyecta una visión lo más detallada posible de tus sueños, incluyendo no sólo imágenes, sino también palabras, emociones, sensaciones. Observate a ti mismo, como protagonista de tu visión, observa también al contexto, a los demás, como producto de tu realidad, ¡ese sueño ahora es realidad! Cuando creas que ya estás allí, pregúntate: ¿hay algo más que pueda pensar/decir/hacer/sentir para hacer aún más poderosa esta visión? Es importante dedicarle algunos minutos al despertar o al acostarte, todos los días, cerrando tus ojos, viviendo esa visión. Recuerda que la mente aprende a través de varias estrategias, la repetición es una de ellas, pero la más poderosa es el aprendizaje emocional. Si tu visión es realmente poderosa para ti, lograrás alcanzarlo.
3) Descubrimiento: De todo aquello que viviste en esta poderosa visión, pregúntate: ¿Depende de mi? ¿Que sí depende de mi? ¿Es realmente bueno para mi / para mi entorno / para mis seres queridos? ¿Qué recursos tengo hoy y/o necesito para alcanzarla? ¿Qué puedo hacer y/o dejar de hacer? ¿Qué me impide hacerlas y/o dejar de hacerlas? ¿Qué cosas o Quién/es pueden asistirme al logro de mi visión? ¿De qué manera? Cuanto más consciente seamos de nuestro poder en la consecución de nuestros sueños, más próximos a alcanzarlos!
O eliges y promueves la concreción de tus sueños o, por el contrario, podrás vivir según las palabras de Steve Jobs: "Si tu no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos"
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