No te quieras comer el fruto el mismo día que plantas la semilla

No te quieras comer el fruto el mismo día que plantas la semilla

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Aunque quieras ¡No puedes!

Querer comer el fruto el mismo día en que se planta la semilla es una conducta infantil. ¡Lo siento! Es un niño haciendo pataleta, esperando magia.

Por eso es que el 1% de la población mundial tiene lo que el 99% desea.

Todos quieren muchas cosas, pero no tienen la paciencia, la constancia, la disciplina y la resiliencia necesarias para persistir cuando no ven los resultados.

¿Conoces la historia del bambú?

El bambú japonés es conocido por su lento desarrollo inicial. Durante los siete primeros años, lo riegas, lo cuidas, y no pasa nada. Sin embargo, después de aproximadamente siete años, en unas pocas semanas, puede crecer hasta 30 metros de altura.

¿Realmente cree que todo ese crecimiento ocurrió únicamente en los últimos días? ¡Claro que no! Durante los siete años anteriores, estaba creciendo en silencio, fortaleciendo las raíces para sostener el crecimiento que vendría después.

Me gusta esta historia. Muchas veces he plantado la semilla y he abandonado por no ver los resultados rápido, cuando yo quería, cuando yo necesitaba. El tema era que no estaba preparada.

A mi EGO le costó muchos años aceptarlo. No era consistente, no era lo suficientemente disciplinada, no manejaba en profundidad ciertos temas. En fin. Lo que sí me celebro es que nunca he abandonado. No me han faltado las ganas. Me he cuestionado: ¿seré suficiente? ¿Será mi camino? ¿Y si lo dejo? ¿Y si busco trabajo?

Ahora entiendo que ser capaz de desarrollar mi paciencia me ha permitido ayudar a otros a sostenerse en sus momentos de crisis y debilidad. Cuando tienes ganas de abandonar, ahí estoy, viendo cómo están a punto de conseguirlo y los ayudo a seguir, o derechamente, me toca mostrarles que están demasiado centrados en lo que no logran, en lo que logra el otro, sin poner foco en su propio proceso.

Te quiero recomendar un libro que te ayudará a entender esto: El Efecto Compuesto . Pequeños pasos consistentes generan grandes resultados a largo plazo.

Estamos a pocos días de navidad y te quiero pedir un regalo. Sí has leído mi contenido cada día, escuchas los podcast y te gustaría que siguiera este 2025 ¿Me regalarías un café?o bien me harías muy feliz si me regalas una recomendación en mi Linkedin o simplemente respondiendo este correo.

¡Que tengas unas felices fiestas! ¡Gracias por acompañarme y por estar aquí!

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