Tecnología educativa, ¿debemos dar un paso atrás en la digitalización?
En meses recientes, se ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de utilizar tecnología en las aulas.
Algunos argumentan que las pantallas y los dispositivos distraen a los estudiantes y obstaculizan el aprendizaje, mientras que otros sostienen que la tecnología puede ser una poderosa herramienta para mejorar la educación.
Todo empezó a finales del curso pasado, cuando la ministra de educación sueca, Lotta Edholm, anunció el cambio en la estrategia de la Agencia Nacional para la Educación, mismo que contempla la eliminación total de la educación digital para los menores de seis años.
Tras este anuncio, varias instituciones y líderes educativos comenzaron a cuestionarse el uso de tecnologia, pantallas y dispositivos en el aula, pensando en dar marcha atrás y respaldar el conocimiento, otra vez, en un sistema educativo análogo.
Esto que podría servir de inspiración para muchos, también ha sido un catalizador para la reflexión. ¿Se debe prohibir o limitar el uso de tecnología en las aulas?, ¿se debe prohibir el uso de teléfonos celulares en los salones de clase?
Una cosa es clara: El desarrollo de la digitalización no tiene marcha atrás. Mientras el debate cotinúa, la tecnología sigue evolucionando y ofreciendo posibilidades para todos. Incluso en la educación, la tecnología es un facilitador para acercar el aprendizaje a lugares y personas que nunca antes habían tenido acceso a ella.
Daniel Losada, Profesor de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología del País Vasco comentó recientemente en su articulo ¿Las tecnologías digitales están corrompiendo la educación obligatoria?:
Los avances tecnológicos vienen para quedarse y posicionarnos a favor o en contra no aporta nada a la Educación. Además, algunas personas lo plantean como un versus entre lo digital y lo analógico, una pelea en la que debe ganar una de las dos tecnologías. Olvidan que el libro de texto impreso también es una tecnología, sujeta a ventajas e inconvenientes, igual que esos ordenadores, pantallas, móviles y demás aparatos digitales que demonizan.
En este sentido es importante reconocer que la tecnología no es buena ni mala en sí misma. Todo depende del uso que se le dé. Si se utiliza de manera responsable y efectiva, la tecnología puede ser un gran aliado para el aprendizaje, con lo cual, la cuestión no es tecnológica, sino pedagógica.
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Si bien toda tecnología tiene implícitas unas ventajas y unos inconvenientes, no debemos olvidar que la digitalización ha ayudado en gran medida a resolver muchos otros temas más allá del salón de clases, pues son de gran ayuda en procesos para toda la comunidad educativa: papeleo, administración, controles de seguridad, comunicación, etc.
Beneficios de la tecnología en la educación:
Es importante recordar que la tecnología no debe reemplazar la interacción humana en el aula. Los profesores siguen siendo una pieza fundamental del proceso educativo, y su papel es guiar a los estudiantes y ayudarles a aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas.
En definitiva, la tecnología no es la solución a todos los problemas de la educación, pero puede ser una herramienta poderosa para mejorar el aprendizaje si se utiliza de manera responsable y efectiva. En lugar de dar un paso atrás, debemos avanzar y aprovechar las oportunidades que la tecnología nos ofrece para crear un futuro educativo más brillante para todos.
En lugar de prohibir la tecnología en las aulas, debemos enfocarnos en:
La tecnología es algo que llegó para quedarse. No podemos negarle a nuestros estudiantes las oportunidades que la tecnología les ofrece. Es nuestro deber como educadores prepararlos para el futuro, y la tecnología es una parte esencial de ese futuro.