¿Tenemos la capacidad para correr en la carrera más rápida de la historia?

En el artículo anterior planteo los desafíos, dificultades y algunas oportunidades que esta carrera tecnológica y cultural representa para las personas. 

Pero si el escenario es complejo para los individuos, se transforma en algo casi imposible para el colectivo. Los avances no esperan la discusión, van mucho más rápido que los acuerdos y no piden permiso para instalarse. El riesgo de indefinición social es altísimo.

Comparemos dos procesos para hacernos una idea del desafío al que nos enfrentamos:

El 30 de octubre del 2008 ingresó el proyecto de ley de televisión digital al Congreso Nacional. La llegada de nuevas tecnologías obligaba a redefinir el escenario legal de la antigua televisión análoga.

La discusión fue larga, pero vio humo blanco tras acordar transmisiones de señales en calidad HD, el uso de señales UHF y la necesidad de utilizar de manera útil la multiplicación de canales (en una señal análoga caben más de diez señales digitales). Como toda nueva ley, ésta llegó con muchos abrazos, celebraciones y señales de orgullo, seis años después, en mayo del 2014. 

Pues bien, en ese 2014 ya funcionaban Netflix, Hulu y Amazon Prime (y luego se sumó HBO y Disney), cambiando la forma de consumir contenidos y dejando automáticamente obsoletas las discusiones de la calidad HD, el uso de señales UHF y la multiplicación de señales digitales.

Volvamos al presente y a la revolución que estamos viviendo.

Chat GPT que se lanzó recién el 30 de noviembre del año pasado y generó un cambio radical en el ecosistema digital, haciendo repensar nuestra forma de hacer las cosas y, entre otras cosas, está haciendo temblar a Google con el flujo masivo de usuarios que, gracias al IA, se están cambiando a Bing y al entorno Microsoft.

Pero el lanzamiento de ChatGPT no da respiro. No sólo se sumaron nuevas aplicaciones de IA (Notion, MidJourney, Ajeliz, Slidesai, [incorpora aquí cualquier otra que hayas utilizado]) sino que el mismo servicio está generando nuevas mini revoluciones con el lanzamiento de AutoGPT (que ya puede tomar algunas decisiones por sí mismo) y está pronto a lanzar los plugins que le permitirán ejecutar acciones (no sólo generará un menú semanal para toda la familia, sino que también podrá realizar las compras de los productos necesarios en el supermercado).

Y recién estamos en el segundo cuarto del 2023, han pasado apenas 5 meses desde su lanzamiento!

¿A esta velocidad cómo lo hacemos?

¿Cómo podemos cuadrar avances trimestrales con discusiones legislativas de 70 meses? 

¿Podemos operar sin normas legales? ¿O vamos a tener que ajustarnos a leyes obsoletas?

y si no, ¿somos capaces de autonormarnos?