"No tengo tiempo", 5 claves para desmontar esa mentira

Una de las barreras más habituales que encontramos en nuestro camino de mejora es la falta de tiempo. La famosa y lastrante frase: "No tengo tiempo".

Realmente es una excusa que nos creemos muy real y que suele ser común entre mucha gente. Es un bloqueador muy efectivo y que se realimenta continuamente.

En el fondo es una mentira, y voy a destriparte por qué.

Propiedades del tiempo

Hay que considerar varios puntos sobre el concepto "tiempo".

En primer lugar, el tiempo es el recurso más democrático de los que disponemos. A todos se nos reparten 1.440 minutos diarios para nuestra libre gestión.

• ¿Has pensado alguna vez cómo los distribuyes?
• ¿Los dedicas a lo realmente importante?
• ¿Tienes un objetivo fijado?
• ¿Y un plan trazado para conseguirlo?

El ser humano es el único ser vivo que ha intentado medir el tiempo, como parte de su dominio sobre la materia; es la cuarta dimensión.

Hay que considerar que no es posible gestionar el tiempo, ya que éste transcurre irremediablemente. Lo único que puedes gestionar son las tareas en las que empleas dicho tiempo.

El tiempo es relativo y tu sensación sobre su velocidad es subjetiva. No tienes la misma sensación cuando transcurre un periodo de tiempo que estás disfrutando vivamente -el tiempo transcurre veloz- que cuando estás inmerso en una tarea tediosa -el tiempo transcurre lentamente.

Es el recurso más valioso del que dispones; recuerda la famosa frase hecha “el tiempo el oro”. Aunque en cualquier caso, no hay que perder de vista que:

"El tiempo no es oro, el tiempo es vida." José Luis Sampedro

Clave 1: Tus objetivos

Cualquier proyecto de vida, o empresarial, debe tener un objetivo concreto a perseguir.

La fijación de este Objetivo debe seguir la regla E-SMART:

• Ecológico: sano para nosotros.
• eSpecífico: Concreto y específico.
• Medible: Si no se puede medir no se puede mejorar (regla de oro).
• Alcanzable: Que sea realista con los medios que están a nuestro alcance.
• Retador: Que nos motive.
• Temporal: Fijado en el tiempo.

Ese objetivo debe iren línea con nuestra Misión, Visión y Propósito, de vida o de empresa (MVP):

• Misión: Motivo o razón de ser por parte de una organización, una empresa o una institución. Es la actividad que justifica lo que el grupo o el individuo está haciendo en un momento dado (presente). Puedes tener distintas misiones a lo largo de tu vida.
• Visión: Es tu sueño, cómo te ves en 5, 10 ó 15 años (futuro); es una declaración de aspiración de la persona a mediano o largo plazo, es la imagen a futuro de cómo deseas llegar a ser.
• Propósito: Objetivo final (futuro) que perseguimos en nuestra vida, personal o empresarial. Debe servir de motivación (inspiración y emoción) a la gente a través de la comunicación del valor de la meta.

Estos 3 elementos se basan en otros 3 aspectos que deben ir en consonancia, sino perdemos la congruencia y nuestros resultados no serán los esperados (nuestra ITV):

• Identidad: ¿Quién eres?
• Talentos: competencias que te son más fáciles de realizar de forma natural, o que más maestría has adquirido con tu experiencia, son tus fortalezas.
• Valores: conceptos a los que TÚ les das valor, son subjetivos, i.e. familia, lealtad, altruismo, excelencia, tolerancia, amistad, etc.

Clave 2: Tus roles

Identifica todos los roles de tu vida, tanto personal como profesional. Asigna la importancia y prioridad que consideres oportuna a cada uno. Asigna tiempo en tu agenda a cada rol, en base a su importancia.

Mide el cumplimiento de las tareas asignadas a cada rol. Controla cuánto tiempo dedicas a cada rol. ¿Coincide la cantidad de tiempo dedicada a la importancia que le asignas?

Clave 3: La regla del 80/20

Existe una ley empírica que certifica que el 20% del tiempo de tus acciones produce el 80% de tus resultados. Esta ley se conoce como Principio de Pareto.

Esta regla aplica a todos los ámbitos de la vida: laboral, social, familiar… Identifica ese 20% y céntrate en él.

Dentro de ese 80% de tareas que apenas te reportan el 20% de tus resultados, identifica todas aquellas que puedes omitir o espaciar en el tiempo.

Es necesario dejar de hacer las tareas más improductivas para dejar espacio a las más productivas o a otras nuevas.

Clave 4: Importante vs Urgente

Prioriza lo importante, primero. Anticipa lo importante antes de que se convierta en urgente.

Dedica al menos 2/3 de tu tiempo a lo importante que aún no es urgente.

Si lo importante es difícil o largo, aíslate.

Procura ejecutar la tarea más importante del día en primer lugar (normalmente la más compleja), ya que está demostrado que a primera hora es cuando mejor rindes.

"La clave no reside en priorizar lo que está en tu agenda, sino en agendar tus prioridades." Stephen R.Covey

Clave 5: Modo "Terminator" ON

La clave para gestionar mejor tus tareas diarias, tanto personales como profesionales es: concéntrate en un solo asunto, y termínalo.

Tu consciente solo puede ocuparse eficazmente de un asunto a la vez. La dispersión lleva al estrés.

Cambiar de una tarea a otra encarece las dos, y las retrasa.

Convierte en un hábito el preguntarte si lo que vas a hacer es lo mejor que puedes hacer ahora.

Una de las peores cargas mentales corresponde a las tareas inacabadas que nos vienen recurrentemente a nuestra mente. Por tanto, es prioritario terminar aquellas tareas que decidamos iniciar.

La diferencia en tus resultados la marca aquellas tareas que finalizas. Las tareas pendientes producen una molesta carga mental que no desaparece hasta que no las terminas.

"No tengo tiempo"

Considerando todo lo anterior, la frase "No tengo tiempo" es una falacia. Realmente estás diciendo que tus prioridades son otras, pero no acabas de responsabilizarte de tu decisión.

Responsabilízate de tus palabras y de tus hechos. Sé coherente con lo que dices y haces.

Vigila qué priorizas en cada momento porque de ello dependen tus resultados y tu calidad de vida. La manera en que empleas tu tiempo determinará tus resultados en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional.

La próxima vez que digas “No tengo tiempo” piensa que realmente estás diciendo “Mis prioridades son otras”, así que sé muy cuidadoso con lo que priorizas.