Tengo una confesión...
Puede parecer muy burda, muy banal…
Puede parecer egoísta, simplona, visceral…
Pero no la puedo esconder mas. No la quiero esconder mas.
La verdad… la simple verdad, tengo que asumirlo…
Amo el dinero.
Mi vida la he dedicado a entender esa potente convención humana que hemos creado los seres humanos y que llamamos dinero. Ya casi 30 años, estudiando esta invención, esta idea del dinero desde diferentes ángulos…
Sueño con llegar a ese momento, en el cual el dinero no es asunto de preocupación, en dónde me pueda liberar de la angustia de “tener” que conseguirlo…
Quiero dinero… mucho dinero…
¿Y usted?
¿Quiere dinero, mucho dinero?
Hoy he llegado a una comprensión tan simple, que me da pena asumirla, vergüenza con todos mis profesores y con todas las instituciones educativas que pise.. es una comprensión tan simple, tan sencilla y a la vez, tan poderosa…
¿Quiere dinero?…Cree valor. Tan simple como eso.
No tiene sentido buscar el dinero. Es el dinero el que nos encuentra a nosotros, y lo hace cuándo estamos solucionando problemas, resolviendo los desafíos que nos pone la vida, nos hacemos maestros en ello y podemos compartir dicha solución con otros quienes puedan tener esos mismos desafíos
El primer homo sapiens que pisó la faz de la tierra, seguramente con lo primero que se encontró fue con un problema. Muy seguramente, el frio, o el hambre fueron las primeras preocupaciones que cruzaron su mente.
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Por necesidad, tan simple como la necesidad primaria de alimentarse y salvaguardarse de los elementos de la naturaleza, descubrió algo en él. Algo tan natural que ni si quiera se cuestionó de donde venía, era un instinto natural que le llevaba a encontrar la manera de solucionar su problema. Una chispa en él, hizo que le pareciera lógico salvaguardarse en una caverna, y atrapar un animal, para comer.
Esa chispa, le mostraba un “como”, una manera de solucionar su problema.
En las caricaturas se dibuja como una bombilla encendida en el aire al lado del pensador. Se conoce también como un momento de inspiración, o como un momento “¡aha!”, “eureka”
Lo que nos separa de otros animales, una característica que tenemos mucho más desarrollada que cualquier otra especie en la tierra. La creatividad.
Quienes creemos que hay algo superior, y que se manifiesta en nosotros, entendemos que la creatividad esa “chispa divina”, es la manifestación de Dios en nosotros. La creatividad nos lleva a encontrar maneras eficientes de solucionar problemas.
Son muchísimos los problemas con que lidiamos todos los días, unos mas primordiales de resolver que otros, pero problemas es lo que nos sobra.
A mi me gusta llamarlos mejor “desafíos” que “problemas”, ya que los desafíos nos invitan a retar nuestra capacidad intelectual, física y emocional, para encontrar una solución y avanzar. Me gustan los desafíos, me hacen crecer.
Con la evolución de la especie, y concepción como individuos, nos hemos especializado. Algunos hacen mejor zapatos, otros hacen mejor las herramientas de caza, y otros saben cocinar y preservar los alimentos. Pero todos necesitamos comer, necesitamos zapatos y poder cazar nuestra presa. Como animales comunitarios, encontramos que lo mas eficiente era la especialización. En ese momento surge la necesidad de encontrar formas de intercambio, y pues viene el trueque y finalmente el dinero.
Esa historia nos la han contado millones de veces, pero fácilmente nos olvidamos lo que es el dinero.
El dinero no es otra cosa que una invención humana una convención que los seres humanos en nuestra lógica evolución como especie, creamos para poder intercambiar el valor que generamos con nuestra creatividad y nuestro trabajo.
Es la forma que encontramos de darle una medida al valor que yo he creado para un problema específico y compartirlo contigo, a cambio del valor que tu has creado para otro tipo de problema que yo también tengo, y no me he dedicado a encontrarle solución, por que sé que tú lo haces mejor.
Nos entra por un oido y nos sale por el otro: El dinero es un medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de VALOR.
Desarrollar la capacidad de contactar con nuestra creatividad y generar siempre valor a la sociedad con lo que hacemos es, si lo piensas detenidamente, la verdadera libertad financiera, nunca nos hará falta dinero, pues siempre tendremos la capacidad de generarle valor a alguien mas.
Quiere dinero, mucho dinero… cree valor. Tan simple como eso, no es ningún secreto.