Tiempo de alianzas con propósito

Si tuviera que resumir en tres palabras la clave para los retos que vivimos, serían “Tiempo de Alianzas con Propósito”, las tres con mayúsculas. Ya no hay espacio para los buenos propósitos, ni para los grandes discursos, ni para palabras importantes. No hay tiempo que perder, así que comparto mis tres claves que son cuatro y que si las aplicamos cada uno a su escala construiremos países, sociedades, comunidades, empresas, familias, relaciones más enriquecedoras, inclusivas y positivas.

•  Alianzas siempre con el foco en ganar-ganar (win-win), lo contrario no funciona. Para que una alianza sea eficaz tienen que estar representadas todas las partes implicadas y que cada una colabore en función de sus posibilidades. Desde ahí las soluciones serán más realistas, prácticas y sostenibles, logrando lo que se propongan. Es el caso de Fundación Novia Salcedo y United Way.
• Educación – formación. Siempre es la gran apuesta, sobre todo desde el foco de educar en la curiosidad infinita y el bien común. Creo firmemente que los pilares de una sociedad civil fuerte se asientan en la apuesta por una educación objetiva y no sesgada, enfocada en aflorar el talento de las personas (más allá de su edad, género…) y fomentar su criterio propio, apoyando su desarrollo y empleabilidad.
• Habilidades personales guiadas por la inteligencia emocional, es  la mejor garantía para promover el bienestar y progreso propio y ajeno. Se trata de competir con uno mismo, tal y como propone el Código de Bushido (o del samurái): “No sé nada acerca de cómo superar a otros. Solo conozco el modo de superarme a mí mismo”, siempre cultivando la resiliencia, la colaboración, la solidaridad, la curiosidad, la innovación, la creatividad, la superación y la excelencia.
• Propósito. Una vida sin nobles propósitos seguramente es una vida alejada del bien común, contaminada por el conformismo, el miedo y el egoísmo. Las consecuencias son más que evidentes. Hacer de los  Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la estrella polar de nuestras acciones puede ser una gran elección y sin duda un  gran propósito

Ojalá que 2020 se recuerde como el año de inflexión a escala global donde las empresas de todo tamaño vayan más allá de la venta y el beneficio, y hagan del servicio a través de sus productos la fórmula de su impacto sostenible. Vivimos días en que cada granito de arena cuenta.

 Por último, quiero cerrar estas reflexiones con las palabras (no literales), del filósofo y pedagogo José Antonio Marina:

 "Necesitamos una ley universal de aprendizaje. Para sobrevivir, toda persona, empresa, tiene que aprender a la misma velocidad que el entorno, pero para progresar hay que hacerlo a más velocidad".

(Las escuché durante la VI Edición del Foro de Empleo juvenil #BYEF #Empleabilidad y Nuevas Competencias ligadas a la Agenda 2030, en Bilbao, promovido por #NSF, Fundación Novia Salcedo, donde tengo el honor de ser patrono).

¡Feliz Navidad, Feliz 2020!