¿Tienes la "enfermedad del SÍ?
Por: Liz Mendívil, Emprendedora, mamá, fundadora de CoMiUNITY www.comiunity.com

¿Tienes la "enfermedad del SÍ?

¡Levante la mano quien tenga la enfermedad del SÍ!

Fue hace 36 años cuando adquirí esta enfermedad, o al menos eso creo.

Yo estaba en el kínder (5 años de edad) y la escuela organizó unas mini olimpiadas infantiles. Recuerdo que la maestra preguntó: “¿Quién quiere participar en atletismo? ¿Quién quiere ser porrista? ¿Quién en fútbol?”. Uno a uno, niños y niñas iban levantando sus manos y se anotaban en la lista. Al final preguntó: “¿Quién quiere participar en natación?”... de forma inmediata y sin pensarlo, con mucha emoción ME ANOTÉ YO. En todo el kínder solo dos niñas nos anotamos en natación.

Recuerdo que llegué a casa y le conté muy feliz a mi mamá que yo sería una de las dos participantes en la carrera de natación. 

¿Saben qué pasó? Que mi mamá puso cara de terror y gritó: “¿Cómo se te ocurre si tú NO sabes nadar?”  ¡Ups! pequeño detalle que omití en mi gran entusiasmo por decir que SÍ. 

Se preguntarán qué sucedió luego. Pues mi madre, que a todo le buscaba una solución, decidió mandarme a la carrera, pero me puso flotadores (qué oso). La alberca era un chapoteadero en el cual yo podía pisar así que a mi mamá también se le hizo fácil.

Fue así que me presenté a la carrera a cumplir mi compromiso ante una niña súper atleta que a sus 5 años nadaba cual sirena. 

¡En sus marcas, listos, fuera! Todavía recuerdo cómo la niña nadaba con una gran técnica y cómo yo literalmente corría con mis flotadores en la alberca. Ella nadaba, sí; yo corría con flotadores, sí; nadaba ella, corría yo y, ¿qué creen? Lo más increíble fue que gané y me dieron la medalla. Sí... qué oso. Quizá solo fue medalla al mérito, quiero pensar. 

Hoy, 36 años después, me doy cuenta que adquirí esa enfermedad. La enfermedad a decir que sí a todo. Sí puedo; sí quiero; sí claro, le entro; cuenta conmigo, me anoto.

Esa enfermedad en la que no pones límites, te da miedo decir que no, te da miedo defraudar y al final de cuentas acababas cansada, cargando cosas que no te corresponden.

Es una enfermedad adictiva y crónica, cuando menos lo piensas ya estás diciendo SÍ y es que, justo eso, como no te detienes a pensar, dices SI en forma automática. 

Ahora te pregunto: ¿Te ha pasado? ¿Tienes la enfermedad del SÍ? ¿Has pensado de dónde proviene? ¿Qué ganancias “obtienes” diciendo que sí a todo? ¿A quién quieres complacer? ¿Quién necesitas que te acepte o apruebe?

¿Te sientes cansada o cansado y necesitas poner un alto? Tal vez sea tiempo de pensar más en decir NO sin culpas y darle un giro a tu vida, un giro a tu favor.

Así es que, querido o querida que me lees, si te identificas conmigo y eres capaz de auto-diagnosticarte con la enfermedad del sí, te invito a que, de ser necesario, busques ayuda profesional y por lo pronto, la próxima vez que te veas tentado a decir Sí, al menos lo cambies por un: “déjame pensarlo”. Empecemos por ahí.

Liz Mendívil 

#Psicoterapia  #Orientación familiar #Conferencias y Talleres

Fundadora de CoMiUNITY

Instagram: @comiunity_mty y @lizmendivilmamachida

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Yadhira Tamayo

Abogada, Colegio Mexicano de Abogados Humanistas. CEO de Metanoia Consulting and Coaching USA. Socia en IO Consulting México. Creadora del Instituto de Liderazgo Consciente.

5 años

Excelente anécdota, gracias por compartir! Se perfecto de lo que hablas.

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