No todo el mundo tiene talento

Tal cual. Si piensas que todo el mundo tiene talento, alguien te lo tiene que decir. No es así. Bueno, a lo mejor todo el mundo tiene talento en algo, no lo sé, pero lo mismo en lo que eres talentoso no aplica en el ámbito laboral en el que te mueves. Si eres administrativo, y eres un virtuoso natural de la guitarra seguro que tienes talento, pero está lejos de servirte en tu trabajo. La realidad es que según los expertos sólo entre el 3% y 4% de la plantilla son gente brillante con capacidades de alto impacto en la empresa.

Y ese es el problema, que hablamos mucho de talento, pero no se quiere aceptar que tener una serie de habilidades que impacten directamente en tu trabajo no todo el mundo las tiene. Y de eso quiero hablar hoy. Nos han vendido que hay que tener talento. Parece que estamos obligados a tenerlo. A potenciar nuestro talento. Pero es que no hay nada malo en no tenerlo. Hoy vamos a reflexionar sobre el talento, pero el que aplica al trabajo.

Tengo buenos amigos en las unidades de rrhh de varias empresas, y además trabajo mucho con estos departamentos, para formarles en tener una visión diferente de cómo son las cosas. Bueno, les cuento "mi visión", que como ya puedes imaginar no coincide con la de muchos otros que tienden a generalizar un discurso muy blanqueante sobre las capacidades del personal, las habilidades y el talento. Todo muy happy.

La cruda realidad es que a los que les toca lidiar con las desavenencias del personal, de los jefes y de otros intereses es a rrhh. En tiempos de crisis todo son recortes, y llevamos dos crisis encadenadas (financiera + pandemia) con muy poco tiempo de recuperación entre medias y eso hace que la película que nos vendieron sobre "gestión del talento" haya cambiado el significado. Al menos para mí.

Para empezar a vamos a reflexionar sobre la definición de talento (RAE):

1) Inteligencia: capacidad de entender

2) Aptitud: capacidad para el desempeño de algo

3) Persona inteligente o apta para una determinada ocupación

¿Qué consideramos en el entorno laboral talento? De acuerdo a esto todos somos talentosos en mayor o menor medida entendiendo o desempeñando nuestra ocupación. Desempeñamos medianamente bien nuestro trabajo. Lo que se espera. Por lo que se nos paga. Pero durante muchos años se ha atribuido al talento un halo de excepcionalidad muy por encima de la media. A lo mejor hemos sobrevalorado la propia palabra.

Conozco a directivos que los considero talentosos y otros que no. Y todos hacen funcionar las empresas y las hacen rentables. Y no solo directivos, también los juniors (a algunos ya se les ve el potencial aunque ni ellos lo sepan). Y ellos también hacen bien su trabajo. El talento claramente no es un tema de edad, ni experiencia. Se tiene o no se tiene. Es ser mejor que los demás en algo, casi de modo natural y poder aplicarlo. Algunos lo sabrán de base, otros lo descubrirán con el tiempo y algunos no podrán usar esa capacidad innata de ser buenos en algo porque no tienen dónde. Muchos ni lo llegarán a descubrir. Son paracaidistas que han caído fuera de zona. Así es como yo lo veo. Las buenas noticias es que ahora con la reconversión laboral forzada algunos podrán pensar en qué son buenos y qué quieren. Podrán descubrir si tienen talento, y dónde y cómo aplicarlo.

Siempre decían que el talento trabaja donde quiere, y los head hunters buscaban esos perfiles para presentarles los mejores candidatos a esas empresas corporativas cuyo claim suele ser precisamente "la atracción del talento" , "trabajar con el talento" "rodearse de talento" y todo ese tipo de frases que se repiten como un mantra en el entorno laboral.

Luego pasamos a decir "es difícil encontrar talento", y cuando lo consigues hablamos de "retención del talento". Todo alrededor de una palabra a la que hemos atribuido un valor aún mayor del que nos da la propia definición.

Tú no quieres alguien que sepa entender las cosas, ni alguien que desempeñe su trabajo bien. Tú lo que quieres es gente excepcional, sobresaliente, excelente, auténticos cracks de algo que además te saquen las castañas del fuego en unos casos y que te den esa visión única en otros. Pero, sobre todo, quieres que sean diferentes. Ese talento único y excepcional que tenemos todos en la cabeza.

La rockstar.

Y una vez lo consigues, lo mismo los más talentosos no encajan. Y dicen que se van por que les aburres, porque les vendiste una moto que no era. Incluso les echas porque no hacen lo que tú quieres, o lo que tú esperabas que hicieran. Y ellos ya se han dado cuenta que no quieres alguien diferente. Quieres un operativo por encima de la media. Y así es como pierdes el talento. Y es que talento entendido de este modo pues no hay mucho. Y en época de crisis suceden dos cosas:

• La primera, que se depuran los sistemas y te toca aligerar la estructura, y al final seleccionas los operativos mínimos para que funcione el barco. Los perfiles con los que te quedas tienen talento para desempeñar el trabajo operativo. Y además te quedas con los que su talento especial es ser mulos de carga. Aguantan jornadas extenuantes, deadlines imposibles y gestionan equipos insuficientes. Les puedes sobrecargar y dar con la vara que van a seguir tirando para delante. Ese es el talento que quieres. Hay que tener unas capacidades por encima de la media para esto. Esto es lo que realmente necesitas, y tampoco hay tanto. Al menos ten la decencia de pagarles bien y tratarles mejor.
• La segunda, es que el talento emerge en tiempos de crisis. Porque se dan cuenta, que no están en el sitio adecuado, que pueden proponer cosas diferentes, que pueden salir a la superficie porque alguien les tapaba. Pueden promocionar dentro o fuera de la empresa, posiblemente donde si les van a escuchar. Pueden crear y pueden brillar. Y a muchos no les habías dado la oportunidad, ni sabías que eran de esos. O lo mismo se lo montan por su cuenta. Y es que ese tipo de talento, normalmente se autogestiona solo. Ve la oportunidad, ve el hueco, se reinventa, y en tiempos de crisis mueve ficha cuando el resto se ahogan. Y, no, no todo el mundo vale para esto.

Los departamentos de rrhh hace tiempo que mutaron su responsabilidad de "gestión del talento" entendido como potenciar y ayudar al que tiene posibilidades de llegar a más, frente a reducción operativa para funcionar en una estructura de mínimos. Dos tipos de gestión enfrentadas. No quieres purasangres, ni gusanos convertidos a mariposas, ni unicornios. No quieres gente diferente con capacidades no convencionales o excepcionales.

Lo que quieres, son mulos de carga. Su talento natural es aguantar carros y carretas.

Y cuando las aguas vuelvan a su cauce y nos recuperemos ya buscaremos unos cuantos perfiles "diferentes" que nos ayuden a cambiar esto. Ya lo cambiaremos todo, pero hoy no. Mañana.

Y mientras tanto seguimos diciendo que queremos talento.

Pues di cual, pero de verdad.

Cuántas veces me habrán dicho que les prometieron responsabilidades estratégicas, crear algo nuevo, y luego les han puesto a dirigir un equipo ingobernable. O que con la presión del objetivo económico sobredimensionado no tienen tiempo de hacer nada para lo que se supone les habían contratado. Esto es aún más sangrante con las startups en fase growth , (lo mismo otro día me animo a hablar de esto).

Resumiendo: Que me voy/me han echado porque aquello no funcionaba. Normal.

Llegas como el fichaje estrella y acabas estrellado. Y tú creyendo que tener una carrera meteórica era otra cosa...

Hace poco tuve la suerte de participar en un proyecto con un grupo de rrhh. Yo tan metafórico siempre, en la interpretación del briefing hice un símil con picadoras de carne y animales para hacerlo entendible. El briefing era básicamente cómo hacer que los mulos de carga aguanten más. Vas a querer ser mulo de carga, aunque no lo seas. Todo vestido exactamente de lo contrario. Atracción y potenciación del talento. Ser mulo de carga es cool y te vamos a dar el mejor pienso. Y lo puedes comer donde quieras, ¡y cuando quieras! y si quieres hasta te podemos estabular, te metemos una sonda y te alimentamos, para que no pierdas el tiempo. Pero no te preocupes que te vamos a poner la música que te gusta en el establo. Vas a ser un mulo feliz, y podrás hasta estar orgulloso el día que te sacrifiquemos.

Y es que todo este suceso me hizo pensar sobre esto del talento... no sé si hemos pervertido la palabra después de tantos años en el entorno laboral. No sé si el talento que buscamos es lo que queremos, o lo que necesitamos. O incluso si la gente que contratamos les hacemos creer que tienen talento para una cosa cuando realmente en nuestra mente (y por ende la de la empresa) cada uno entiende una cosa diferente.

Con esto del talento me viene a la mente lo que decía Iñigo Montoya a Vizzini en la princesa prometida cada vez que decía la palabra ¡Inconcebible!

" Siempre usas esa palabra y no creo que signifique lo que tú crees"

Pues eso.

¿Y tú? ¿Qué es talento para ti?