Trabajar y maternar

Trabajar y maternar

El mundo laboral de por sí puede ser un campo de batalla inequitativo para las mujeres. Pero ¿y las que son madres? ¿qué espacio tienen para ejercer la maternidad a gusto, mientras se trabaja y se aspira a seguir una carrera profesional?

¿Creés que hay espacio en el mundo laboral para ejercer la maternidad de la forma en la que te gustaría? ¿Está adaptado a nosotras o terminamos por adaptarnos a él?

Giovanna Turteriello

Siento que cuando salí de licencia maternal “me fui a ser madre”, a comenzar con un trabajo de los más desafiantes, cómo si en poco tiempo tuvieras que aprender a ser, ser, equivocarte, reconocerte, un trabajo lleno de cosas maravillosas, pero también de inseguridades, miedos, culpas.

Es un gran desafío ser mamá y tener un trabajo remunerado a la vez, pero considero que es muy de cada una adaptar el mundo del trabajo a lo que una es ahora, o adaptarse una a él.

Creo que el tiempo para estar exclusiva para nuestros/as hijos/as cuando nacen es poco. Son muy chiquitos/as para cuando toca volver. También creo que todo este tipo de cosas se piensan de una manera cuando una es recientemente madre y luego se va dimensionando todo. O tal vez no.


Victoria Vollono

No, no solo el mercado laboral no está adaptado a las necesidades de las madres, sino que no toma en cuenta las necesidades de las niñas y niños durante sus primeros años de vida. Vivimos en una sociedad no solo adultocéntrica sino que no reconoce el valor social de la maternidad.

Las mujeres nos vemos obligadas en muchos casos a tener que elegir entre nuestro desarrollo profesional y la maternidad, eso demuestra que el mundo del trabajo no nos brinda las condiciones que nos permitan compatibilizarlo; y ni hablar las que no pueden elegir.

El último informe de la Cepal para Uruguay titulado “Impacto de la maternidad sobre el ingreso laboral en el Uruguay” evidencia que el salario total de las mujeres en el primer año luego de convertirse en madres se reduce en un 19% y dicha penalización no logra revertirse en el mediano y largo plazo, alcanzando un 42%  10 años luego de la maternidad.En cambio, esa diferencia es inexistente para los varones que fueron padres. 

Pareciera que el éxito y el ascenso profesional requieren una disponibilidad física y psíquica total. Exactamente lo mismo que requieren hijas e hijos durante sus primeros años, pero con una lógica totalmente opuesta a la del mercado laboral. Lo que se penaliza es a quién cuida y cómo mayoritariamente las que cuidamos somos las mujeres, lo que se termina penalizando es la maternidad.

Para romper esta brecha de género no queda otra opción que poner los cuidados en el centro de la cuestión. Asumir que los mismos son responsabilidad de todas y todos, y generar acciones que nos permitan  ejercer nuestra maternidad en consonancia con nuestra vida laboral y personal. 


Federica Caviglia

Creo que el mundo laboral es bastante injusto con la maternidad y que va corriendo de atrás tapando agujeros. No creo que el ámbito laboral está adecuado a la manera que a mi me hubiera gustado vivir mi maternidad, he escuchado de empresas, que tienen unos tintes más simpáticos a la hora de contemplar la maternidad, como salas de lactancia, licencias maternales más extendidas, licencias de paternidad más extendidas. Pero entiendo que no es la regla.

En el ámbito emprendedor creo que es más difícil aún, más cuando la mayoría de las tareas o decisiones recaen sobre una. Volver a trabajar es casi una exigencia inmediata que no es compatible para nada con la maternidad que a mí me gustaría o que entiendo que es lo más saludable para una familia.

Creo que hay una doble moral que juzga a las mujeres por considerarlas malas mujeres por postergar un deseo de maternidad por un deseo de éxito profesional, y malas madres por dejar a los hijos por recuperar una carrera profesional que muchas veces se ve suspendida por haber tenido hijos. Todo parte de una creencia que el deseo de toda mujer es ser madre y una vez que lo es debe dedicar su vida a eso y nada más que eso, casi que desdibujando la imagen de esa mujer que existía antes para solo ser una madre.


Victoria Suárez

Los espacios hay que crearlos, se ha avanzado mucho pero queda mucho por hacer. Por inercia la mayoría termina adaptándose a lo que hay, pero si se quieren cambiar las cosas hay que demostrar que hay otra forma de encararlo. Es importante que las mujeres y hombres en roles de liderazgo puedan darse el lugar a demostrarlo. Es difícil porque hay que asumir que si queres desarrollarte profesionalmente eso requiere de tu tiempo y atención. Inevitablemente hay un lugar en el que vas a sentir que estás “ en falta” ya sea en tu trabajo o en tu rol maternal.

La omni presencia física no existe y muchas veces elegir estar en un lugar es elegir tener que estar ausente en el otro, creo que ahí lo importante es encontrar formas de estar cuando no podes estar, ya sea construyendo organizaciones y equipos que puedan operar en tu ausencia o haciendo saber a tu hijo que estás aunque tengas que estar en la oficina o en otro país porque hay algo que requiere de que estés en otro lugar y eso no quiere decir que él sea menos importante o prioritario para vos.

Personalmente en mi rol de líder elijo demostrarlo con el ejemplo para que los demás puedan ver que hay espacio para actuar así. Ya sea en mover reuniones importantes o modificar mi agenda dejando en claro y evidenciando que es porque tengo que estar presente en un momento importante para mi hijo. O por ejemplo cuando me he puesto a llorar en medio de reuniones con mi equipo de trabajo porque estoy en otro país y me estoy perdiendo algo que considero importante. Demostrarnos humanas y dar el espacio para que las personas del equipo sientan que también pueden hacerlo creo que es clave.


Carolina Noblega

Trabajé siempre en un rubro con horarios demandantes (producción audiovisual en publicidad) ejerciendo como independiente y con régimen zafral. En España la situación era similar y al formar parte de un grupo de producción de arte que estaba comenzando, era incluso más caótico y demandante.

Cuando supe que estaba embarazada y tuve algunas pérdidas, me recomendaron no ejercer porque físicamente era muy exigente y nos volvimos a Uruguay. Cuando mi hijo tenía 8 meses me llamaron para una producción de una plataforma importante. El trabajo era de lunes a viernes 12 horas por día durante tres meses. Quise hacerlo, quise volver al ruedo y busqué formas de adaptar el horario, de buscar quién cuide a mi hijo cuando mi pareja estaba trabajando pero a la productora no le servía que redujese horario.

Entonces tomé la decision de quedarme en casa con mi hijo aceptando la complejidad que eso supone. Estar con él y verlo crecer, aprender a hacer menos y observar más, presenciar el desenlace de su personalidad y ver a otro ser humano experimentar la vida es algo que agradezco diariamente poder hacer.

De verdad lo digo sin remilgos, verlo vivir eleva mi propia vida. Y diariamente me pregunto cómo re pensar mi carrera, si dedicarme a otra cosa, me estaré quedando atrás...

Entonces respondiendo a la pregunta ¿productivamente? No. El mundo productivo y el reproductivo no están a la par, faltan mas licencias maternales y licencias paternales obligatorias, falta que los cuidados pasen de ser algo de las mujeres a ser de todos. Hasta que no deje de escuchar que es mas fácil contratar a un hombre "porque las mujeres después se te van y no son las mismas cuando vuelven" va a quedar mucho por cambiar.

Alina Santini

Facilitadora * Coach * Creadora de contextos de aprendizaje y expansión * Acompaño procesos de desarrollo profesional y organizacional * Argentina y Uruguay *

2 años

Que bueno que hablemos de esto !!!

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