Traducciones Técnicas: Espíritu colaborativo entre Cliente y su proveedor de traducciones
Volvemos a hablar de las Traducciones Técnicas, pero esta vez, resaltaremos el importante papel que juega el “Espíritu Colaborativo” entre el cliente y su agencia de traducciones. Como bien veíamos en el pasado artículo, el dominio que ha de poseer un traductor especialista en el área técnica es muy extenso, comenzando por la sintaxis del idioma a traducir y el conocimiento avanzado de los términos técnicos, hasta las peculiaridades de la lógica que posee cada lengua. Después de traducir un enorme volumen de textos técnicos durante los siete años de nuestra presencia en el mercado, vemos evidente que para obtener una traducción lo más satisfactoria posible, cada temática concreta a la que se enfrenta el traductor debería estar adecuadamente apoyada por el cliente. Lo que significa un buen apoyo por parte del cliente a su proveedor de traducciones es nada más y nada menos que proporcionarle una herramienta, más precisamente un glosario de terminología, para que pueda realizar la traducción con plenas garantías de calidad, sobre todo en el uso de ciertos términos técnicos que son los que el cliente desea, independientemente que dichos términos puedan tener varias maneras de expresarse. Con este proceso, vamos a decir de “intercambio” de información, se logra que el traductor pueda trabajar con mayor fluidez y puede asegurar la terminología deseada en todas sus traducciones. Ante este proceso, se nos abren dos posibles y deseables opciones en el flujo de trabajo colaborativo entre el cliente y su proveedor de traducciones.
GENERACIÓN DEL GLOSARIO DE TERMINOLOGÍA
Por el Cliente - antes de traducir
Se trata de recopilar vocabulario y expresiones o frases técnicas que el cliente conoce muy bien durante la creación de un texto original, cuando está preparando un proyecto para traducirse a posteriori, para que cuando el texto deba ser traducido, el traductor Por nosotros - después de traducir
En esta opción, eliminamos la “tarea adicional” que sugeríamos al cliente, respecto a que vaya generando una lista terminológica paralelamente a la creación del texto original.
ya pueda contar con ese vocabulario o glosario técnico, que le hará trabajar mejor y más rápido, sabiendo que está utilizando de manera muy precisa, la terminología que el cliente desea. En muchas ocasiones, estamos hablando de manuales de instrucciones, cuyos textos no tienen que ser muy largos y si nos pusiéramos a extraer frases o vocabulario técnico, la lista no sería demasiado larga. Pero si por el contrario estos manuales técnicos son extensos, tenemos una razón de más para elaborar la comentada lista terminológica, como una tarea paralela a la generación del texto original. Con dicho listado, a la hora de enviar el texto a traducir, el traductor tendría la mayor orientación posible sobre la terminología que el cliente desea.
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Esta opción podría funcionar igualmente bien como la primera y seguiría el siguiente proceso: cuando el cliente observa alguna discrepancia terminológica en la traducción recibida, la comunica a su agencia de traducción y ésta puede encargarse de confeccionar y mantener la lista de la terminología, pudiéndola utilizar en todos los proyectos del cliente.
Elegir una opción u otra es una cuestión de preferencias. Nos parece aconsejable cualquiera de las dos. Al fin y al cabo, lo importante es este “flujo colaborativo” entre ambas partes. ¿Y cuál es el resultado, si el proceso se lleva por los caminos adecuados que hemos comentado? - Mayores garantías de precisión y calidad en la traducción. - Terminología deseada y coherente en todas las traducciones. Para solicitar la Prueba Gratuita, solamente tiene que enviarnos su solicitud, adjuntando su texto de 300 a 400 palabras en el formato que desee, al correo: m.vinaros@omero.es o bien llamarnos al: +34 683 428 201.
Atentamente,
Marcel Vinaròs
Dpto. Comercial