Transformación digital: ¿dónde están paradas hoy las organizaciones de Argentina?
CARLOS ROZEN
Socio Principal de Consultoría de BDO en Argentina
(Nota publicada el 27 de enero en El Cronista Comercial)
La Transformación Digital (TD) es un concepto hasta el hartazgo definido, pero sobre el cual no existe un consenso total.
Durante este mes pregunté a una decena de responsables de proyectos en nuestros clientes "¿podrías definir TD en pocas palabras?". Y no recibí dos respuestas similares.
Como todo concepto trillado que se espera deje de estar en boca de todos los empresarios en breve, esto no sucederá rápidamente en este caso. Todo lo contrario. La transformación que se había dado muy rápido hasta el inicio de la pandemia, durante la misma, ha avanzado a una velocidad más vertiginosa aún. ¿De qué transformación hablamos? La transformación la estamos viviendo en los planos social, económico y en los procesos de negocios, incluyendo en el ámbito industrial.
Si hasta antes de la pandemia los conductores de las organizaciones habían comprendido que la transformación digital era muy importante para la competitividad de sus entidades, durante los últimos meses comprendieron que era tan imprescindible como inevitable. Algo así como "transformarse o desaparecer". Y para ello comenzó una importante avalancha de estrategias, planes y proyectos ideados para el cambio.
Desde ya que estos proyectos eran tan disímiles como las propias definiciones de TD arriba mencionadas. Pero todos ellos tenían una finalidad común.
Pero el proceso de transformación digital no avanzó tan velozmente como la pandemia.
El Covid-19 cambió muchas cosas, y dejó bien instalado que "algunas cosas tenían que cambiar", a la par que los estudiantes hacían su mejor uso de la inteligencia adaptativa con sus clases a distancia, o incluso, niños desde los 5 o 6 años jugando en red con otros por la propia necesidad de retomar vínculos afectivos con sus amigos.
Las organizaciones a la vez se vieron trabajando casi inmediatamente (y no quedaba otra alternativa) fuera de sus oficinas físicas. De esta forma, la realidad fue la que empujó el proceso de digitalización cómo la mejor (y tal vez única) solución al problema. El teletrabajo no es lo complicado. Se trata de un hogar, una notebook, un escritorio, una silla y una conexión a internet.
Eso era simplemente hacerlo. Pero hacerlo bien exigía de algunos cambios para abordar que el trabajo a distancia sea realmente colaborativo, la seguridad informática esté a la altura de las circunstancias, el crecimiento de las ventas online pueda ser adecuadamente administrado. De hecho, para algunos la nube y el e-commerce fue el salvavidas ante esta inédita situación.
Hasta antes de la pandemia, menciones como AI, Big Data, blockchain, machine learning, RPA, ciberseguridad o IoT, estaban reservados para expertos en tecnología y empresarios innovadores. Hoy muchas de estas cosas se han transformado en términos cotidianos y están habilitando a la implementación de soluciones concretas.
Por otra parte el teletrabajo, crecientemente regulado, no pareciera que será una solución transitoria. Todos hemos experimentado en mayor o menor medida que tiene bondades y, dependiendo de cada organización quedará de alguna u otra manera vigente ya que inteligentemente administrado muestra en numerosos casos ventajas por su flexibilidad, oportunidades de mejorar la productividad, mejor equilibrio entre la vida laboral y familiar.
El camino hacia la mejora en las comunicaciones (léase 5G) propiciará que determinadas tecnologías basadas en la nube y el internet de las cosas (IoT) aceleren sus casos de uso puestos en práctica. Blockchain revolucionará muchos procesos dotándolos de condiciones de transparencia, inalterabilidad y mayor confiabilidad. La moneda física irá menguando (sabemos que en países tan informales lo hará con mayor lentitud), dando mayor lugar a los pagos virtuales.
Hoy la demanda en productos digitales está en alza, y soluciones tales como recibo digital; anticipo y rendición de gastos; automatización de conciliaciones, reportes y presupuestos; autogestión de RRHH; cuentas por pagar, entre muchas otras ocupan un alto porcentaje de tiempo de nuestros consultores, incluyendo un sinnúmero de demos.
No hay prácticamente proyecto de consultoría en procesos que no termine en un informe con un inventario de necesidades de optimización a través de la transformación digital.
Y a diferencia de otros momentos, no son solo las organizaciones de gran porte las que abordan este tipo de transformación, sino que la tecnología está dando grandes oportunidades de crecimiento a las Pymes.
Y es verdad que todo esto requiere de una apuesta decidida y una inversión consecuente, pero también de una mejor educacion digital hacia todos los integrantes de las entidades.
¿Y cómo se prepara una eficaz estrategia de digitalización?
Solemos decir que el tono de la dirección debe marcar el rumbo y el ritmo mostrando un fuerte y proactivo liderazgo. Como regla diríamos que la Dirección General debe impulsar la definición de una estrategia digital con un grupo de expertos de la organización (y si fuera necesario con el adecuado asesoramiento de expertos), sponsorearla y apalancarse de inmediato en todas las áreas.
La gestión del cambio es una disciplina decisiva. La facilitación en la comunicación interna con todos los colaboradores podrá hacer que la organización sea más permeable para detectar oportunidades de automatización, eliminación de tareas duplicadas o superfluas, entre otras.
Una típica pregunta que surge, sobre todo en las áreas de tecnología de la información es ¿Buy or Build? ¿Hay en el mercado algo que solucione nuestros puntos de dolor, o nos conviene desarrollar? Eso es parte de lo que el mismo proyecto de transformación debe responder cuidadosamente y en forma bien justificada.
En muchos casos, sobre todo en grandes organizaciones, hemos visto inversiones que exceden en varias veces lo razonable. Algunos de estos casos basados en "comprar marca", con soluciones que incluso pueden ser contraproducentes o no adaptadas a lo que la entidad necesita para cumplir con sus objetivos. Incluso hemos visto empresas que corren a comprar la tecnología "X" sin ningún caso de uso detrás. Son proyectos que muchas veces en un año o dos deben ser replanteados con todo lo negativo que ello implica.
Otro interrogante relevante digno de considerar es ¿qué barreras dificultan la digitalización en nuestra organización? (resistencia al cambio; desconocimiento de las nuevas tecnologías y sus capacidades; dificultad en la determinación de costos en algunas soluciones que consumen recursos de la nube; necesidades de seguridad; riesgos de quedar atrapados en un único proveedor; temas de regulaciones y compliance, entre otros).
Nuestra experiencia nos indica que la principal barrera a sortear no está dada en las soluciones digitales, sino en la mente de los empresarios.
Es el temor a los cambios drásticos. Incluso ocurre en líderes que pregonan abiertamente los beneficios de la transformación digital. Pero que en algunas reuniones son el "stopper" de estos procesos de cambio.
Nuestros equipos de expertos arrancan por este necesario "cambio de mindset" en el alto management. Una vez que este terreno se muestra más fértil, estamos listos para acompañar en este espectacular viaje que recorren las organizaciones de ser los creadores de su propio futuro.
crozen@bdoargentina.com
Abogada - Docente Jurídica - Facilitadora de la Comunicación - Oradora - Discapacidad - Derecho Informático - Psiquiatría Forense.
3 añosExcelente artículo!