¿TUS CLIENTES VALORAN MÁS A TU EQUIPO QUE TÚ MISMO? UNA LLAMADA DE ATENCIÓN URGENTE A DIRECTIVOS Y EMPRESARIOS.

No hace mucho en una empresa un empleado me dijo la siguiente frase lapidaria:

"He recibido más felicitaciones de mis clientes que de mi propia empresa"

Lo que realmente está expresando esta persona va mucho más allá de una simple queja. Es un síntoma de algo profundo: falta de reconocimiento interno, una brecha en la conexión entre la propia organización y su equipo, y posiblemente un deterioro en la satisfacción laboral y el compromiso.

Pero, ¿qué hay realmente detrás de esta afirmación?

1. Satisfacción laboral deteriorada: Sentirse invisible o poco valorado mina el orgullo y la motivación de cualquiera.
2. Falta de compromiso: La lealtad hacia la empresa disminuye cuando el esfuerzo no es reconocido. Esto puede generar aumento de rotación y mayores índices de absentismo.
3. Desconexión emocional: Un empleado que no se siente valorado buscará aprobación y validación en otros, como los clientes, lo que puede generar que tu embajador se convierta precisamente en lo contrario. Y aprovechando estas fechas en el grinch de la navidad.

Creo firmemente que como líderes y empresarios que me leís, tenemos el deber de actuar para construir un entorno en el que el talento se sienta valorado, escuchado y motivado.

Entonces, ¿qué debería hacer la empresa para evitar esto?

1. Implementar una cultura de reconocimiento genuino. El reconocimiento no debe ser algo ocasional o incluso forzado como realizan algunos managers después de una sesión de motivación, un curso de coaching de fin de semana o una obligación. Realizar felicitaciones públicas en las reuniones o a través del mail con copia a la organización, crear programas de recompensas (monetarios o no) por el desempeño destacado y dedicar espacios semanales o mensuales para celebrar los logros del equipo puede ser un comienzo.
2. Capacitar a líderes para que reconozcan con regularidad. Y ojo, esto no es solo tarea de recursos humanos como en muchas empresas se piensa. Los directivos y mandos intermedios deben liderar con empatía y practicar el reconocimiento de forma constante. Por ejemplo; ayudando a los líderes a dar retroalimentación positiva y constructiva de forma más habitual. a felicitar a los empleados en el momento oportuno, a personalizar las palabras de agradecimiento, mostrando que conocen el trabajo de tu equipo. Esto quizás es para otro post, pero yo todos los años escribía entre cien y doscientas postales para cada una de las personas de mi equipo por Navidad. Estas eran manuscritas y las enviaba por correo totalmente personalizadas. Un curro enorme, pero si realmente te importa tu equipo lo harás.
3. Crea canales para escuchar y actuar sobre las inquietudes del equipo. Escuchar genera confianza y compromiso y eso pasa por ejemplo por implementar encuestas de clima laboral, pero sobre todo lo más importante, actúar con los resultados. De lo contrario es una herramienta que acabarás prostituyendo.
4. Fomenta reuniones "one to one". Reuniones entre líderes y empleados para conocer sus inquietudes, logros y retos. Ni te imaginas la cantidad de personas que no se sienten escuchadas y valoradas en las empresas, sencillamente porque sus jefes no les dedican tiempo a escucharlas.
5. Reconoce también los logros pequeños. No todo reconocimiento debe venir de un gran proyecto o cifra. Celebrar pequeñas victorias crea una dinámica muy positiva y constante. La clave está en reconocer donde ponemos el foco si en lo que hay o en lo que falta.
6. Vincular el éxito del negocio con el trabajo del equipo. Ayuda a tu gente a entender que lo que hacen impacta directamente en el éxito de la empresa. Comparte estadísticas, historias y anécdotas con clientes satisfechos y casos de éxito, y conecta estos resultados con los esfuerzos de los colaboradores. Habla en toda tu comunicación de: EQUIPO, EQUIPO y más EQUIPO.

Si consigues cambiar esta percepción créeme que tu empresa dará un gran salto cualitativo y cuantitativo en:

• Aumentarsu motivación y productividad.
• Conseguirás fortalecer su compromiso y fidelidad.
• Mejorarás el ambiente laboral y por consiguiente, la experiencia del cliente.

Los clientes son importantes, pero recuerda:

Sin un equipo satisfecho, no hay clientes satisfechos.

Invierte tiempo y recursos en reconocer a tu gente, porque al final del día, ellos son los verdaderos embajadores de tu marca.

¿Estás listo para ser ese líder con el que todo el mundo anhela?

Pues, me encantará ayudarte!

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