Un cambio de paradigma
Hay un refrán español que versa: “Obras son amores, y no buenas razones” y, desde hace mucho tiempo, las organizaciones han estado más orientadas a las razones que a las obras. No obstante, las razones son palabras, y las palabras se las lleva el viento. Pero ¿hemos pasado – por fin – a las obras?
Hace unos años, hablar de sostenibilidad era hablar de RSC. El concepto se basaba en una filantropía empresarial y en una mejora de imagen y reputación. Se trataba de algo que iba de dentro hacia fuera, no había reflexión de cómo hacer las cosas bien y generar un valor real. Aquellos que estaban al frente pecaban de una visión cortoplacista e insostenible en el tiempo.
Ahora bien, hago un inciso en el hecho de que, a mi parecer, no era una cuestión de ``vileza empresarial´´, si no de que no existía esa sensibilidad en el entorno corporativo.
En la actualidad nos encontramos ante un cambio de paradigma. Estamos asistiendo a una nueva tendencia en el mercado donde empieza a tomar relevancia el cómo se hacen las cosas antes que el qué se hace.
Hasta hace muy poco tiempo, el objetivo principal de los Consejos de Administración estaba enfocado a una una maximización del beneficio. Esto, que a veces se criminaliza, no es en si mismo algo dañino. Los gestores deben intentar generar un mayor beneficio para los propietarios de la organización.
Este modelo, comienza a tambalearse después de que Edward Freeman abriera el debate sobre lo que la organización debe aportar a todos sus grupos de interés, no solo a los propietarios.
Fruto de este debate cobra una importancia relevante el propósito de la organización, que, en definitiva, es el cimiento y la estructura básica para la implantación de una cultura que lleve a la empresa a buen término.
Surgió el movimiento ESG y las alertas se encendieron. Las organizaciones comenzaron a mirar de reojo hacia algo que no parecía una moda. La sostenibilidad había llegado para quedarse. Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza cogían fuerza, los inversores comenzaban a reclamar inversiones verdes y sostenibles, y, a día de hoy, hay pocas empresas que no aborden este tema en su conjunto.
Pero, ¿Qué son realmente los criterios ESG?
Estos criterios buscan el equilibrio entre el aprovechamiento de oportunidades y la gestión de riesgos. Se trata de crear valor sostenible en el tiempo para la organización y para sus stakeholders teniendo un impacto positivo en el entorno.
Recomendado por LinkedIn
Este movimiento es favorable, pero, sobre todo, necesario. Es evidente que no podíamos seguir de la mano de un capitalismo tan agresivo sin medir el impacto que tenía en el planeta. La sostenibilidad ha llegado tarde, pero más vale tarde que nunca.
Parece que las organizaciones han comenzado a predicar con el ejemplo. En otras palabras, a mostrar una coherencia entre sus valores y propósito, y su forma de hacer negocio.
En este sentido, las organizaciones han comenzado a ser ejemplares “ciudadanos corporativos” teniendo como garante de esas actuaciones al Consejo de Administración.
Las organizaciones han comenzado a ser ejemplares “ciudadanos corporativos” teniendo como garante de esas actuaciones al Consejo de Administración.
No obstante, a mi parecer, los criterios ESG se completarían aportando una visión ética del conjunto de la empresa. Es decir, en tanto en cuanto una dirección es gestionada bajo criterios éticos, una de las consecuencias inmediatas que se producen es la puesta en práctica de los criterios ESG.
Sin lugar a duda, esto no sería posible si la organización no tiene una cultura con unos valores firmes e impregnados en el conjunto de la organización. Dichos valores deben alejarse de las grandes declaraciones y ser coherentes con la creación de valor a largo plazo convirtiéndose así en comportamientos deseados.
Siempre que el Consejo de Administración tenga una voluntad sólida y expresa de actuar de una forma ética, se podrá crear un "efecto cascada" en la organización de tal forma que queden permeabilizados los criterios ESG en el total del organigrama (tone from the top).
Concluyendo, hemos pasado de las grandes declaraciones a los actos que generan un impacto positivo real. A pesar de que el camino será arduo, el tejido empresarial está reaccionando a una situación provocada por él mismo. Los Consejos de Administración que quieran perdurar se verán obligados a buscar soluciones que, de la mano de la cultura, deberán pasar por los filtros de la ética y, por tanto, la sostenibilidad.
Termino trayendo a colación una frase de Elvis que muchos Consejos de Administración deberían repetirse: “A little less conversation, a little more action”.
HR Strategy Consultant (Talent & Employee Experience) | Coach de fortalezas certificada por Gallup
2 añosSuper interesante Pedro!!
Parliamentary advisor at Congreso de los Diputados | Lawyer | President & Founder of Raíces | Public Law, Regulated Sectors & International Relations | Entrepreneurship & Public Speaking
2 añosMuy interesante artículo, Pedro. ¡Enhorabuena!
Socia Directora en Montaner & Asociados Navarra | Consultoría | Gestión del cambio | Selección
2 añosMuy interesante!!! Enhorabuena!!
Sr. Compensation Specialist en Fever
2 añosMuy buen articulo Pedro
Industrial Engineer | WW Ops Finance | Amazon
2 años¡Qué interesante Pedro!