Un Gran Trampolín: El Fracaso

Franklin D. Roosevelt dijo: - En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada- Emprender significa intentarlo todo, caerse y levantarse, volver a empezar muchas veces. Emprender es resiliencia, tolerancia, frustración, logros.

Emprender significa decidirse a tomar las riendas de la vida, es el motor actual de la economía del mundo, los emprendimientos no solo generan un alto porcentaje de los empleos, sino que también hacen un aporte importante al PIB de los países. Si bien, los procesos adaptativos del ser humano van modificando su genética , aún no hay un cromosoma 47 para el emprendimiento, entonces  emprender puede ser tomado como la suma de muchas habilidades y competencias que pueden aprenderse, por eso todos las personas tienen la capacidad de emprender pero para ello se necesita fuerza, constancia, perseverancia, es tomarlo en serio, es darle la vuelta una y otra vez, sumar a + b y si no funciona probar la fórmula c+d, es estudiar, observar, el éxito es solo el resultado de la disciplina.

La Real Academia de la Lengua define el fracaso como el resultado adverso de una empresa o negocio, como un suceso lastimoso, inapropiado y funesto o la caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento[1], pero la Real Academia no puede definir todo lo que puede haber detrás o delante de un fracaso. Detrás de un fracaso hay sueños, esperanzas, fe, motivación, cantidad de horas de trabajo invertidas, delante de un fracaso hay aprendizaje, resiliencia, conocimiento, no es caerse, es levantarse.

Todo en la vida, debe tomarse como aprendizaje, se cometen errores, pero la diferencia entre hacerlo bien y mal, está en aprender de ellos, ganar en experiencia y automotivarse cada día para hacerlo mejor.

Hemos creado una sociedad exitista, donde el fracaso es condenado, ser un ‘loser” avergüenza, pero si revisamos la historia, podemos encontrar cientos de ejemplos de grandes “losers” que se convirtieron en éxitos rotundos, sin ahondar mucho, Bill Gates, Walt Disney, Steve Jobs, Milton Hershey, Silvester Stallone, Albert Einstein, y muchísimos más.

El mal encasillado fracaso como algo negativo, es solo una experiencia que ayuda a consolidar la estructura personal y de la empresa, porque al intentar triunfar, cada vez que se detecta una desviación del camino se busca la manera de enderezarlo, cada callejón aparentemente sin salida detona la creatividad hacia una nueva dirección, cada error alerta sobre lo que debe evitarse.

La estadística muestra que los emprendedores principiantes fracasaran tres veces antes de lograr que algo realmente funcione, por eso entrenar constantemente la tolerancia al fracaso es fundamental para un emprendedor, pues es a través de ella que un hoyo puede usarse como trampolín, para superar las adversidades y subir más alto.

Yuval Ben Haym.

Director Regional RE/MAX Chile, Emprendedor, Mentor, Conferencista, Amigo.

[1] http://dle.rae.es/?id=ILxbAAO