UN HEROE SILENCIOSO

Atrás de los flashes, de las miradas y los followers, esta sentado Lionel Scaloni, un parroquiano más, un tipo que fue un futbolista de trayectoria media, con una juventud prometedora pues había sido campeón juvenil del mundo, pero que los vaivenes del mismo futbol lo determinaron en una honrosa pero mediana trascendencia.

La AFA, asociación del futbol argentino, había sido dirigida por una especie de Vito Corleone que manejaba sus hilos con códigos y preferencias, en esa posición Julio Grondona estuvo décadas hasta su muerte, con su partida asumió un dirigente no esperado Claudio Tapia quien llevaba sobre sus hombros la pesada carga de llevar a la selección Argentina a un triunfo que no ocurría desde 1993.

El futbol, el tango y el vino, son la comunión rioplatense, en un país golpeado por la economía, cualquier ilusión podía devolver algo de fe, por eso lo que sea con la selección es con 46 millones de técnicos potenciales.

En ese devenir de malos resultados, de triunfos que se quemaron en la puerta del horno, Tapia nombra en un interinato a Lionel Scaloni, que como dijimos en el principio, era un jugador de trayectoria normal, que nunca había dirigido y que terminaba su curso de técnico en Europa.

Las voces de periodistas y exjugadores no se hicieron esperar, el mismo Diego Maradona respecto a Scaloni llego a decir:

“Nosotros, los argentinos, tenemos al muchacho este, Scaloni, que vuelvo a repetir, él no tiene la culpa de estar ahí. A Scaloni lo empujaron y él está. El problema es que se crea técnico mañana y diga 'no, yo quiero ir al Mundial'. No, vos podés ir al Mundial de motociclismo, de fútbol no. Entonces me da mucha bronca que tengamos que depender de un técnico, que no se si tendrá título”

Siendo Maradona uno de los más benévolos críticos de Scaloni, con el mundo en contra asumió el reto, a ver que podía pasar.

Contra todo pronostico y en el Maracana de Brasil, Scaloni da su primer golpe de autoridad y alza la copa América, 28 años después del ultimo titulo argentino, ya los que lo criticaban empezaban a hablar de la Scaloneta y de sus resultados, los más escépticos se guardaban comentarios o aducían que con un tipo como Messi cualquiera podría dirigir.

Sin recordar que a Messi en la selección lo dirigió, Maradona, Bauza, Sanpaoli, el mismo Alejandro Sabella sabio de estudiantes de la plata y no habían podido llevarlo a ser campeón.

Y el capítulo épico, el ultimo de la serie atrapante que quisiera tener cualquier plataforma de video se cierra el 18 de diciembre cuando en una final de infarto se corona como campeón mundial, sentándose en la misma mesa de los dos entrenadores venerados por los  argentinos Menotti y Bilardo.

Durante todo este tiempo, Scaloni no protesto, no exigió, no reclamo, al ganar no salió airoso a restregar su triunfo en la cara de sus contradictores, cuando las cámaras lo enfocaron rompió en llanto y solo atino a preguntar si su Papá y su Mamá lo estaban viendo.

Más allá del futbol, nos encontramos en la vida con muchas situaciones donde nadie tiene fe en nosotros, pocos o ninguno creen en lo que podamos hacer, casi que se genera una vibración esperando el traspiés, y solo queda el coraje, el demostrar con el trabajo y el resultado que estaban equivocados, para callar bocas no hay nada mejor que el silencio acompañado con hechos.

Cuando en la vida tengas un desafío como el de Scaloni, sigue su consejo, trabaja, usa la critica como combustible para que tu empresa funcione y cuando lo obtengas, no pierdas el valor de la gloria encarando a tus contradictores, que el brillo de tus ojos sea el pago a su incredulidad.