Un ladrillo ecológico
La construcción es una de las industrias más pujantes. Rascacielos residenciales o comerciales se levantan en cada esquina.
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El impacto del sector en el medio ambiente comienza a pasar factura en muchas partes del mundo. La tendencia ahora es detener la deforestación, diseñar ciudades más sostenibles con construcciones que lleven materiales amigables con el medio ambiente, en las que la energía renovable sea la savia de su funcionamiento. Ya Panamá se encamina hacia esa ruta al exigir materiales ecológicos y con eficiencia energética.
No solo se trata de un convenio global con objetivos comunes para revertir los efectos del cambio climático, es un pedido a gritos para salvar el planeta. Con ese propósito, Anna Karim Valoz, una comunicadora social, se propuso crear una empresa con un impacto positivo real en el medio ambiente y nada más acertado que comenzar a armarla ladrillo a ladrillo con EcoLadrillos Panamá.
“Nuestra propuesta es un ladrillo ecológico que es fabricado de suelo común estabilizado con alta compresión hidráulica y, a diferencia de los ladrillos convencionales de arcilla o refractarios, no se hornean a altas temperaturas para su acabado y por tanto no se emiten gases contaminantes que generan efecto invernadero en el medio ambiente”.
El producto de EcoLadrillos Panamá fue sometido a estudios en la Universidad Tecnológica de Panamá y certificado en la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura. Además, el proyecto recibió hace pocos días el premio Excelencia Ambiental 2017 que concede el Ministerio de Ambiente. También recibió en 2014 el premio de Senacyt en desarrollo empresarial en ambiente, lo que le dio un impulso a la empresa.