Un mundo asustado

Cerramos el año 2020 con la idea de dejar atrás un año completamente inesperado para entrar al que algunos han dado en llamar el año de la transición, implicando que estaremos migrando a la “normalidad”.

Bastaron 10 días del nuevo año para que nos diéramos cuenta de que los acontecimientos no conocen de años calendario, los acontecimientos se juegan en una línea continua en la que todos tenemos que caminar y los acontecimientos no paran aún en días festivos.

Ante esta realidad es importante definir cómo vamos a vivir en el 2021, podemos vivir sujetos a los acontecimientos y si decidimos vivir sujetos a los acontecimientos podemos unirnos a lo que algunos escritores han llamado “un mundo asustado”. La otra opción es vivir conscientes de los acontecimientos, pero no sujetos a ellos.

¿Cómo vivir conscientes a lo que sucede, pero no sujetos a lo que sucede?

A usted y a mí se nos ha dado la responsabilidad de administrar, de administrar nuestra propia vida, la de nuestra familia y la de los trabajos y negocios que se nos han confiado. Lo que sucede a nuestro derredor afecta e influye lo que administramos y cómo lo administramos, pero no detiene nuestra responsabilidad de administrar, es más, hace más necesario nuestro rol como administradores.

En nuestros Talleres de Reactivación Estratégica, recomendamos tres pasos fundamentales para no unirnos a un “mundo asustado”:

1. Recuerde para adonde va. Pensar en nuestra misión y nuestra visión nos permite darnos cuenta de que nuestro ser y quehacer trasciende lo momentáneo, tenemos un propósito y ese propósito debe seguir alentando nuestro caminar.

2. Acepte la realidad y evalúala. El virus está aquí, la inestabilidad política está aquí, el dolor de muchos es real, la realidad económica ha cambiado. Entendamos cómo esa realidad nos ha afectado, para que podamos usar los recursos a nuestra disposición para seguir adelante.

3. Defina los próximos pasos. Planificar a medio y largo plazo no es factible con la velocidad de los cambios que enfrentamos y la incertidumbre que vivimos. Sin embargo, paralizarnos no es la opción, una vez conocida la situación, definamos los próximos pasos y caminemos.

 Finalmente, sí quiere dejar el “mundo asustado” déjese acompañar por otros, juntos saldremos adelante.

Alfredo E. Umaña, MBA

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