Un recuento de lo que he aprendido este 2020

Este año 2020 ha sido muy significativo en muchos ámbitos para mí. Estoy muy seguro que para todas las personas sin excepción también, no lo puedo catalogar como un año normal, realmente es un año muy especial.

Durante este último mes cuándo conversó con alguna persona sobre sus planes, expectativas y la normalidad con la que esperaba pasar este año, no puedo evitar mencionar una película en la que actuó Keanu Reeves en el año 2008, tal vez la recuerdes se llama el día que la Tierra se detuvo, en este momento no voy a hacer un resumen de la película, pero marca un escenario de crisis a nivel global que requiere un cambio en la perspectiva, interpretación, pensamientos y acciones de toda la humanidad. No puedo evitar mencionarla porque es exactamente lo que ocurrió este año 2020 en todo el mundo, la realidad cotidiana, aquella normalidad que hoy parece tan lejana y todo lo que hacemos se detuvo, ¡cambio! estoy muy seguro que no fue para mal.

Compasión, Moderación y Humildad
        

En lo personal me permitió replantear si el esquema en el que me encontraba trabajando, realmente era lo que necesitaba para convivir con mi familia, con mis hijos y para lograr mis metas.

He escuchando durante muchos años a personas con amplia formación profesional y otras con una amplia experiencia de vida, decirme continuamente que no hay un mejor momento para cambiar tu vida que la llegada de una crisis, hoy, estoy muy seguro que tienen razón, ahora sé que no es fácil estar dispuesto a emprender una actividad que te permita flexibilidad de tiempo y proyectar tu crecimiento de manera autónoma, pero también es agradable que un día lunes, martes o miércoles a las 11 de la mañana puedas tomarte un tiempo para sentarte a la mesa con tus hijos y compartir con ellos los alimentos disponiendo del tiempo que tu decidas.

Le das un valor diferente a las relaciones y entiendes que a veces dedicarle un tiempo exclusivo a una empresa, en pro de su interés, en sus negocios, no significa forzosamente estar generando un conjunto de relaciones que te permitan a ti, proyectarte en un futuro como empresario, como profesional o como un agente socialmente visible.

También te permite identificar tus verdaderas fortalezas y aún más puntualmente tus verdaderas debilidades, en el ámbito personal, familiar, profesional, social y en el ámbito comunitario, esta identificación ofrece un panorama de prioridades diferentes, centradas ahora en el nuevo contexto y también en una realidad que estando dentro de una empresa termina siendo ajena.

Me atrevo a decir que en poco tiempo te permite madurar con mayor fuerza, identificar tus verdaderos aliados, pero sobre todo te permite identificarte a ti mismo y definir adecuadamente tus objetivos.

Te permite recordar que no hay mejor momento para emprender que una crisis, que siempre existirá un poco de miedo de temor y es algo normal, es natural porque estás aprendiendo, pero también cuándo entiendes adecuadamente la lección, cada minuto que pasa te vuelves más fuerte y mucho más inteligente.

Por esas razones y muchas más el año 2020 desde mi perspectiva es el año en que la Tierra se detuvo, es uno de los mejores años que tendremos en mucho tiempo para oportunidades, generación de negocios, ideas y la mejor oportunidad para nuestra generación millennial, de redefinir nuestros valores, objetivos y lo que podemos hacer para mejorar nuestro planeta.