Una sentencia en el menor tiempo posible – Ventajas e inconvenientes de los juicios ejecutivos!

Una sentencia en el menor tiempo posible – Ventajas e inconvenientes de los juicios ejecutivos!

Un proceso civil puede durar un par de meses o un par de años. Los escritos procesales se intercambian. Las negociaciones comienzan. Los testigos son interrogados o no comparecen. Las negociaciones se aplazan. Los dictámenes periciales se obtienen. Las preguntas sobre el dictamen retrasan el proceso. 

Esto puede ser gravoso – sin olvidar el punto de vista económico. Si bien, entretanto, se devengan enormes intereses moratorios o procesales (5 ó 9 puntos porcentuales por encima del tipo de interés básico al año); sin embargo, falta la liquidez. Pueden sentirse afortunados aquellos que pueden demostrar plenamente su reclamación mediante documentos. En este caso, se permite el denominado juicio ejecutivo (Urkundenprozess).

Este es el caso, p.ej., si el vendedor en el supuesto de un contrato de entrega de mercancías puede presentar tanto el contrato de compraventa como los documentos de transporte, que demuestran la entrega puntual. Esto incluye también documentos electrónicos, como, p.ej., los contratos firmados mediante firma digital. Si bien el demandado puede plantear objeciones; sin embargo, éstas deben demostrarse mediante documentos. En el caso de que el comprador alegue, p.ej., que la mercancía era defectuosa, normalmente no podrá demostrarlo con documentos sino sólo mediante dictamen pericial, inspección o prueba testimonial. 

De este modo, en un plazo relativamente corto, se dispone de una sentencia que puede ejecutarse sin la condición de constituir una garantía. No obstante, el demandado puede evitar la ejecución si constituye una garantía por su parte. En caso de hacerlo, si bien el vendedor no gana liquidez al menos evita un posible riesgo de insolvencia. 

Se decidirá sobre todas las demás pruebas en el denomidado procedimiento ulterior (Nachverfahren). En este proceso, el demandado puede plantear todas las objeciones que no puedan ser demostradas con documentos. Por supuesto, el demandante sabe que todavía puede darse un vuelco a “su” sentencia. Sin embargo, además de la liquidez y de evitar los riesgos de la insolvencia, el juicio ejecutivo (Urkundenprozess) puede presentar ventajas estratégicas. Después de todo, un demandado que se “cobra” contra sí mismo una sentencia pero que, sin embargo, debe esperar hasta la sentencia en un procedimiento ulterior (Nachverfahren), puede estar molesto con este hecho. La experiencia demuestra que la voluntad de alcanzar un acuerdo aumenta. 

No obstante, el juicio ejecutivo (Urkundenprozess) no es ninguna panacea. Este proceso ofrece sólo un “atajo” pero siguen existiendo riesgos procesales. En el supuesto de que el demandante pierda el procedimiento ulterior (Nachverfahren), debe indemnizar al demandado por el perjuicio sufrido mediante la ejecución. Por lo tanto, el demandante no puede crearse un falso sentido de la seguridad. Si él es consciente de ello, el juicio ejecutivo (Urkundenprozess) es siempre un medio para obtener una sentencia rápida  – aunque quizá no definitiva–.   

Autores:

Dr. Thomas Rinne, Rechtsanwalt/Abogado

Johannes Brand, LL.M., Rechtsanwalt / Fachanwalt für internationales Wirtschaftsrecht / Fachanwalt für Handels- und Gesellschaftsrecht

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