Una tendencia imparable: “bueno-para-mí”

Que la alimentación saludable es una tendencia global es evidente. Y dentro de esta tendencia se está imponiendo un nuevo consumidor preocupado sobre todo por seguir una dieta equilibrada. Analizan mucho los productos que van a consumir y hacen un seguimiento de todo lo que tiene que ver con alimentación. Internet es su elemento de información favorito y se les conoce como los buscadores de “bueno-para-mí”, ya que es lo que constantemente rastrean a través de Google.

Detrás del concepto “bueno-para-mí” está la idea de la Alimentación Consciente. El consumidor se pregunta cada vez más cómo se han producido los alimentos o qué impacto tienen en su cuerpo, en su bienestar general o en el entorno. Teniendo en cuenta que este tipo de preguntas modifican los hábitos de consumo, no es aventurado señalar que la Alimentación Consciente se está posicionando como una de las tendencias con mayor importancia en este sentido.

Las empresas de alimentación lo saben y por eso tratan de atraer a este cada día más numeroso segmento de consumidores. El Corte Inglés organizó el pasado verano Sunday Wellness Sunday, un evento para posicionarse en este sector. Significativo, ¿verdad?

Según el informe Alimentación Saludable 2018, publicado por EAE Business School, la tendencia de los consumidores hacia la alimentación saludable va en aumento y se traslada a las ventas. La penetración de este tipo de alimentos es superior al 30% en los panes de molde y los refrescos de cola, por ejemplo. Entre los edulcorantes, las opciones saludables representan ya casi la mitad del volumen de ventas… y suponen el 52% del total del valor. Son productos más caros… y cada día se consumen más. ¿Por qué?

Porque consumidores han modificado sus prioridades. Porque cada vez más se busca comer con sentido común. Alimentación Consciente, una vez más. El 62% de los buscadores “bueno-para-mí” aseguran que realizan un seguimiento de lo que compran para controlar su peso. Estos consumidores no buscan hacer una dieta para bajar su peso. Estos consumidores buscan comer bien para, precisamente, no tener que hacer una dieta.

En Gooder decimos lo mismo de otra manera: adelgazar no es el objetivo, es la consecuencia. Cuando mis socias y yo lanzamos este proyecto, sabíamos que existía una demanda creciente. Pero la realidad está superando las mejores expectativas. Al margen de los estudios que lo corroboran, creo poder afirmar por mi experiencia reciente en Gooder que el interés por comer de una manera equilibrada, consciente y saludable es una tendencia que va a más y que irá modificando no solo nuestros hábitos alimenticios, sino muchos otros: desde cómo y dónde pasar nuestro tiempo de ocio a qué tipo de empresas nos atraerán más a la hora de formar nuestro futuro laboral. Igual que la gamificación se ha impuesto en las empresas porque es un elemento que los millenials valoran y les compromete, así ocurrirá con aquellas empresas que cuiden la salud y alimentación de sus trabajadores.