Ves lo que quieres ver
"Un día, un hombre perdió su hacha, y empezó a sospechar del hijo de su vecino. Todo en él le indicaba que se trataba del ladrón.
Observó la forma de caminar del muchacho (y le pareció que, efectivamente, andaba como un ladrón); observó su forma de hablar (y pensó que hablaba igual que un ladrón); y observó minuciosamente sus gestos… No tenía ninguna duda: ¡eran los gestos de un ladrón!
Pero unos días después, encontró su hacha tirada en el valle. Y al regresar a su casa, comenzó a observar que el hijo de su vecino realmente no tenía ninguna pinta de ladrón.
Moraleja: «Muchas veces vemos lo que queremos ver y emitimos un juicio sin saber».
Y es que la realidad no es la que nos presentan nuestra emociones. El hombre, cegado por su ira, decidió buscar sí o sí un sospechoso. Y enseguida lo encontró. Deseaba tanto encontrar el culpable, que comenzó a transformar la realidad y a interpretar a su manera lo que veía. Nuestros prejuicios, casi siempre, están lejos de la realidad.
Esta breve fábula nos enseña también la importancia de mirar dentro de nosotros antes de culpar a los demás. Asumir la responsabilidad de los errores y aprender de ellos es un aspecto clave del crecimiento personal y empresarial.
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1 añoGracias IsmeAjelet Valencia, Raquel Santos Clemente, Michele Gesmundo, Marcial Villarroel Siles PhD(c) Analista Financiero Digital Teaching Autor libros, Antonio Fernández, Miguel Uriarte por vuestra recomendación