Visión
“Están reunidos en el salón mayor del hotel todos los empleados que forman parte de la compañía. El murmullo general disminuye a medida que las luces se atenúan y se ilumina el podio. Desde allí el encargado de la ceremonia da la bienvenida. Detrás del escenario está Marcos –el nuevo director de la subsidiaria– que recién llegó después de trabajar varios años en la casa matriz. Ahora tiene la responsabilidad de dirigir las operaciones de la compañía en este lado del mundo. Hoy le toca abrir la convención anual y mostrar la estrategia a seguir en los próximos años. Durante esos minutos de espera para subir al estrado, él se pregunta para sí: ¿Cómo lograr que toda esa muchedumbre que aguarda mi discurso, siga el camino que les voy a señalar para lograr los objetivos?”.
Todas las personas tienen sueños e ilusiones. Pero sin un referente a largo plazo, sin una visión, es muy difícil que lleguen a concretarlos. Cada persona debiera tener una visión real y cautivante de su futuro, hacia donde se dirigie; esto hace que se mantenga un optimismo general al vincular objetivos comunes con éxitos futuros, útiles para sortear obstáculos. Las organizaciones deben construir compañías con amplias expectativas y conocer cómo adaptar esas expectativas a la dimensión individual de cada empleado.
Los objetivos que una empresa defina, deben estar enmarcados en las claves del negocio, aquello que haga emocionar y apasionarse a sus empleados, y permear toda la organización. Esto puede entrar en conflicto con la misma cultura organizacional, adaptando formas diferentes de actuar dentro de una compañía. Pero más que un obstáculo debe verse como una oportunidad, un recursos para influir en resto de los comportamientos de los empleados.
Para lograrlo, se necesitan líderes que sean auténticos tanto en lo profesional como en lo particular, en sus vidas privadas. Esa coherencia consolida el recurso que la organización desea: empleados y personas confiables; fomentar así la unidad en torno a este tipo de personas como referentes de lo que se vive dentro de la organización, una tarea que requiere abrirse paso donde no hay sendero o elegir un camino diferente al que se ha transitado por mucho tiempo.
La pasión de los líderes por alcanzar una visión, debe ser el motivador, el detonante hacia la búsqueda de las metas, más allá únicamente del dinero, ya que este es un estímulo efímero. Las organizaciones para subsistir deben tener un mayor objetivo que el hecho de solo hacer dinero. El valor, la constancia y el compromiso, son capital intangible de la empresa, desde los cuales se debe crear un valor agregado para la organización y para quienes la integran. Eso hará que sigan al líder hasta el final, sin importar el obstáculo, sin importar cuán lejos, les sostendrá en los momentos adversos y sobre todo, creará cohesión en sus equipos para trabajar como uno solo.
“El sonido de los aplausos luego de escuchar su nombre, hace que Marcos, se desprenda de sus pensamientos y empiece a caminar sobre el escenario. La visión que les expondrá no es sencilla pero muy ambiciosa. Pero él está convencido que es alcanzable y les guiará hasta conseguirla. Con la misma seguridad con la que camina hacia el podio. Así les enseñará el camino.”