Viva el espectáculo: moción de censura, corrupción y comisiones de investigación
Todos los días, a todas horas y en todos los sitios solo se escucha, se habla y se ven cositas de política, corrupciones, comisiones… “Vamoraver” (dicho alicantino), siendo sinceros: ¿no estáis cansados de la misma cantinela de siempre? Y no digo que no se deba de informar, pero yo me planteo: ¿en qué medida este bombardeo masivo en el que nos tienen envueltos, está ayudando a España y a su recuperación? Si continúas leyendo entenderás a que me refiero, y si coincides conmigo, comparte esta cosita y así otros le dan una pensadita.
Y OJO, la que se nos viene encima es de órdago. Y no lo digo (qué también) por las multitud de casos que andan en manos de la justicia (Bárcenas, Lezo, Púnica, ERE, Gurtel, Pretoria, Palau, Taula…), sino por el berenjenal parlamentario que se ha puesto en marcha, por las muchas comisiones de investigación que se están abriendo en nuestro congreso y senado, y por los pactos y peticiones cruzadas que uno no acaba de entender. En definitiva, por una película (que apunta a convertirse en toda una saga) que nuestras “señorías” están creando. Una película que yo titularía “Ajuste de Cuentas entre ellos, los unos y los otros”. Una película al estilo de esos fantásticos western dirigidos por Jhon Ford, pero que en el caso de nuestras señorías, ya os digo yo, que seguro seguirá el estilo de los “Spaghetti Western”.
Este panorama, como a todos vosotros, me produce tristeza, me duele, me da rabia. Son más de 230 casos abiertos, en manos o en espera de ser juzgados, y con la friolera suma de más de 139 mil millones de euros (según la página casos-aislados.com). Sin embargo, estoy CONVENCIDO que escuchar, ver y hablar de todos estos temas constantemente está generando un daño “colateral” enorme.
Me explico, son unos cuantos muchos españoles, los que cada vez que oímos esto, damos un paso atrás en la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos de aportar nuestro granito de arena en la recuperación social, económica y política de España. Damos un paso atrás, motivándonos a echar toda la culpa de nuestros males a los políticos y a sus corrupciones… pero ¿de verdad pensamos que en los políticos queda la cosita? o ¿qué de ellos depende el mayor % de contribución para nuestra recuperación? Dicho de otro modo: ¿cuántos ciudadanos de a pie, se preguntan lo que cada uno puede hacer por España?
Decía un tal Henry Ford: “la mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos”. Y algo parecido, creo yo, está pasando en este País. Pienso que ha llegado la hora de ser sinceros, de ser autocríticos y abandonar esa idea de que nuestros problemas terminarán cambiando a un partido por otro, con la aprobación de medidas extraordinarias o protestando los unos contra los otros en todas y cada una de las esquinas de esta sociedad. Para poder solucionar un problema hay que identificar las causas raíces del mismo, y quizás ha llegado la hora de aceptar que nuestra, NO tan buena situación, es más que económica, más que de estos políticos, aquellos banqueros o incluso, que va más allá del mismísimo Donald Trump. Necesitamos someter a las circunstancias (por muy contrarias que sean), no someterse a ellas, algo que muchos españoles hemos o estamos haciendo.
No quiero hacer demagogia, y pos supuesto descarto de esta reflexión, a las personas que a día de hoy NO tienen sus BÁSICOS cubiertos. A riesgo de equivocarme, y sin querer OFENDER a nadie, una gran circunstancia hoy en nuestro país, es que estamos comportándonos con una enorme “mediocridad”, pero ojo, SIN serlo. España es un gran país, lleno de personas que poseen talento y habilidades, sin embargo, nos han/hemos tan mal acostumbrado a este tipo de noticias, que hemos terminado por aceptarla como estado natural de las cosas. Eso nos lleva a sentirnos cómodos (zona de confort) despachando a un cliente con más pena que gloria, entrar en un ascensor sin decir buenos días, trabajar para cumplir expediente esperando venga pronto el fin de semana…es decir, viviendo la vida sin ser la mejor versión de uno mismo.
Luis Galindo, una persona a la que admiro (aun sin conocerla), grita a los cuatro vientos: como pueblo necesitamos creérnoslo, ilusionando nuestro entorno familiar, laboral y de ocio, es lo que él llama nuestros tres jardines (zona de influencia). Una zona que nos permite llenar de pasión nuestra vida, de ilusión el trabajo bien hecho, de calidad nuestro ocio, de esperanza nuestro futuro, de agradecimiento para con los demás, impregnando de disfrute y amor todo lo que hacemos. Y a eso yo le añado, con optimismo inteligente (que NO ingenuo), que con la suma de pequeños esfuerzos repetidos todos los días por todos nosotros en nuestros tres jardines, el éxito lo tenemos garantizado, o NO, pero como digo yo, si no tiramos “palante como los de alicante”, seguro que nada cambiará.
Pues así es como yo pienso (y puedo estar equivocado)… esta es la mejor forma de contribuir cada uno de nosotros con nuestro pueblo, ciudad, país. Cualquier persona independientemente de su condición social, laboral y/o económica puede, y debería andar por la vida, siendo la mejor versión de sí mismo. Y sobre todo, OLVIDÁNDOTE de aquellos que decidan seguir por las tiniebla de la mediocridad. Si aún sigues pensando que tú eres demasiado pequeño como para marcar la diferencia en tus tres jardines, intenta dormir esta noche con un mosquito en la habitación… #LaRanaGaspar.
trabajadora en Sandoz
6 añosImposible dormir con un mosquito,pero tenemos que vivir con tantos chupa sangre de 2 patas. Vergonzoso x decirlo suavecito. 🤗🤔
Desarrollo Comercial
7 añosEs verdad Gaspar que nos estamos acostumbrando a lo mediocre, a que todo valga, a que lo que está mal nos pase por el lado y no digamos nada porque encima nos llevamos una reprimenda, donde ha quedado la buena educación?,los valores, las noticias interesantes en los noticiarios...., y estoy contigo, no hay quien duerma con un mosquito en la habitación.