Vive para servir
Hay una gran verdad que uno descubre cuando sale al mundo real: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”. Esta frase la pronunció la madre Teresa de Calcuta y, seas cristiano o no, es aplicable a tu vida.
En el colegio, uno hace las tareas y estudia para sacar buenas notas.
Fuera del aula, tu resultado no depende de una nota.
La primera ley que mueve el mundo es que si lo que haces no es útil para el resto de los mortales, no valdrá para nada:
Enamórate del problema, no de la solución
Estos últimos meses, he tenido el placer de asistir como becario al programa Sputnik. Fundación El Mundo Que Viene . Hay algo singular que me llevo tras haber escuchado a un buen puñado de personas exitosas que generan impacto en el mundo con lo que hacen:
Se centran en el problema.
¿Qué significa esto?
Se enfocan en detectar un problema existente en la sociedad.
Cuando lo tienen, ponen todos sus esfuerzos en encontrar y ejecutar la mejor solución posible.
Este concepto proviene del libro Fall in Love with the Problem, Not the Solution de Uri Levine (cofundador de Waze ).
Esta visión me ha resultado verdaderamente reveladora. Ha cambiado por completo mi forma de entender el mundo que me rodea, cómo me relaciono con él y, sobre todo, mi idea del emprendimiento.
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Un error que he cometido en repetidas ocasiones era tener una idea de negocio y apuntarla en un bloc de notas.
La daba por buena simplemente porque yo creía que lo era.
Esto es una concepción totalmente idealista de lo que significa emprender, porque está desconectada de la realidad social y el entorno.
Igualmente, una de las claves del marketing moderno, conocido como Inbound, es buscar los ‘pain’ del cliente. Es decir, conocer bien las necesidades y problemas de tu público objetivo para ser útil y que el negocio triunfe.
Cómo empiezo a servir
Para empezar a aplicar esto en tu vida, te invito a hacer algo que a mí me está funcionando y te ayudará a servir mejor a quienes te rodean y obtener mejores resultados en todos los ámbitos de tu día a día, aportándote grandes aprendizajes: escuchar y ayudar a los demás sin pedir ni esperar nada a cambio.
Aplícalo con la primera persona que tengas cerca.
Centrarte en servir a los demás independientemente de quien sea y si te cae bien o mal es mucho más gratificante que andarte preguntando porque no le agradas a alguien o si ella o él ha hecho algo por ti.
Saldrás de ti mismo y dejarás atrás muchas preocupaciones sin importancia.
Prueba a escuchar al resto de mortales, conoce bien sus necesidades y céntrate en aportar lo que puedas para solucionarlas. Descubrirás la gran vigencia de la frase:
“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”
Y tú, ¿vives sirviendo?
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10 mesesNo lo dijo esa madre, es de Tagore