Viviendo #Tecmilenio: Ceremonia de gratitud

Viviendo #Tecmilenio: Ceremonia de gratitud

A inicios de este mes tuve oportunidad de acompañar a nuestros alumnos que están terminando preparatoria en unos cuántos días en nuestra Ceremonia de Gratitud. Es un momento muy especial ya que representa una entrega de estafeta de nuestra academia de preparatoria a profesional como parte de los actos de bienvenida y continuidad de nuestros alumnos hacia sus estudios universitarios. En el evento contamos con nuestros coordinadores académicos, alumnos y familias que ven en esta ocasión un signo más de avance hacia la construcción del futuro que sueñan para sus hijos.


Nos mueve el tema de la gratitud a lo largo de todas nuestras actividades ya que contribuye a tres pilares clave de la felicidad de cualquier persona: Satisfacción, emociones positivas y sentido de vida. Dada nuestra forma de trabajo en torno a un ecosistema de bienestar, deseamos que nuestros alumnos siempre tengan a través de la gratitud aportes importantes para su vida profesional y personal por igual. En este sentido, me gustaría destacar algunos de los beneficios que la gratitud nos brinda:


El acto de agradecer nos hace humildes a reconocer que nuestras metas y logros dependen también de nuestras relaciones. La gratitud también genera reflexión sobre el camino andado para entender todo lo que se ha construido y cargarnos de energía para los siguientes pasos de nuestra vida. Sobre estas dos ideas hay dos frases que identifico fuertemente con la gratitud:


La primera de esas frases es “A hombros de gigantes”. Nuestros alumnos están próximos a cerrar un ciclo clave de su formación gracias a la base firme representada en el amor de sus padres y sus familiares. Los padres son los gigantes que no miden reto o esfuerzo para abrirles camino a sus hijos. Prodigan el amor más desinteresado ya que sueñan y visualizan la felicidad de sus hijos incluso antes de conocerlos. Por ello, uno de los momentos clave de gratitud de nuestra ceremonia es agradecer a los papás. Los otros gigantes son nuestros profesores, mentores y equipo a cargo de nuestros alumnos. Detrás de cada clase, cada actividad hay horas y días de preparación que están impregnadas de una profunda vocación por moldear vidas para formar un mejor destino a nuestra sociedad.


Si cada uno de nuestros alumnos construye sobre lo que estos dos grupos de personas nos dan a manos llenas; no solamente tendremos conocimientos para enfrentar la vida. La experiencia formativa que hacen en conjunto los hogares y nuestra universidad provee herramientas metodológicas y refuerza los valores que forman liderazgos de alto impacto.


La segunda frase que asocio con la gratitud es “Nobleza obliga”. Esta frase que la escuché y viví incontables ocasiones con mi padre, me recuerda que agradecer es una de las mejores llaves para abrir cualquier puerta. Agradecer nos conecta y nos vuelve inolvidables para las personas pues nos permite decirles “estoy atento a tu contribución; y esta me ayuda; por eso te reconozco”. Además, las relaciones basadas en una gratitud constante crean puentes sólidos que pueden resistir los fallos de carácter o acción que cualquiera de nosotros puede cometer en algún momento.


Por todo lo anterior; en nuestro campus y en Tecmilenio vivimos la gratitud con intensidad. Agradecemos a nuestros alumnos por confiar en nosotros y en nuestro método. Agradecemos su apertura para aprovechar al máximo todo lo que ponemos a su disposición para que cada uno encuentre su verdadero norte; su propósito de vida. En la medida que podemos ver esta misión realizada en cada joven que pasa por nuestras aulas estamos honrando nuestra misión.


Agradecemos por igual a nuestros padres de familia que siguen con máximo compromiso el proceso transformador de sus hijos. Agradecemos su retroalimentación constante para ser motores de nuestra mejora continua y por ende de nuestro potencial para seguir transformando vidas. Y agradecemos a nuestros docentes que hacen una labor generosa y comprometida no solo compartiendo su conocimiento; sino actualizándose para entregar más valor a nuestros alumnos.


Con la emoción de vivir cada jornada este concepto en todo lo que hacemos y en todas nuestras relaciones al interior y fuera de nuestras aulas; seguiremos comprometidos con nuestra misión de formar personas con propósito de vida y las competencias para alcanzarlo.


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Miguel Ángel Cardona Ahumada

Otros usuarios han visto

Ver temas