Volumen II. ¿Cómo motivar a los trabajadores y mejorar el clima laboral? Capítulo 10. El enorme potencial de la mente humana.
La Mente Humana y su enorme potencial

Volumen II. ¿Cómo motivar a los trabajadores y mejorar el clima laboral? Capítulo 10. El enorme potencial de la mente humana.

EL ORIGEN DE LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS

Las visiones y las reacciones se basan en nuestras creencias sobre cómo debería funcionar el mundo. Si añadimos “creencias” a la cadena P-S-A descrita en el capítulo anterior, queda en evidencia que las acciones son resultado de los sentimientos que, a su vez, son resultado de los pensamientos que, a su vez, son resultado de nuestras creencias. Por consiguiente, el secreto para cambiar las acciones negativas reside en identificar y eliminar las creencias que nos autolimitan.

Hay quien considera que la lucha y los retos forman parte natural e inevitable de la vida. Otros sostienen la creencia de que la vida no debería o no debe ser tan dura. La realidad de las situaciones no puede cambiarse, sólo nuestras respuestas a dichas situaciones. El doctor Albert Ellis, el psicólogo pionero de la psicología cognitiva, descubrió que las creencias (la visión del mundo y de la vida en general que todos tenemos) son los orígenes de nuestros pensamientos. Cuando las creencias de una persona son  racionales, es decir, compatibles con la realidad de la vida, los pensamientos de esa persona tenderán a ser realistas y constructivos y le conducirán a sentimientos y acciones constructivas. Si, por lo contrario, las creencias de una persona son irracionales y autolimitadoras, incompatibles con las realidades de la vida, los pensamientos de esa persona tenderán a ser poco realistas y limitadoras y le conducirán a sentimientos y acciones inefectivas.

El hecho de que nuestros pensamientos emanen de nuestras creencias individuales sobre el mundo y la vida en general, nos sirve de gran ayuda para transformar las acciones negativas en acciones positivas.

CREENCIAS AUTOLIMITADORAS

Según Norman Vicent Peale, y su libro "El poder del Pensamiento Positivo" casi todos los pensamientos, sentimientos y acciones negativas son atribuibles a creencias autolimitadoras. A continuación detallo en una lista las creencias autolimitadoras universales más extendidas.

  1. La gente debería tratarme con justicia.
  2. Debería tener pocos problemas en la vida.
  3. Debo gustar a la gente.
  4. Cuando cometo un error es terrible.
  5. Si no rindo como es debido es que no soy bueno.
  6. La gente que me trata mal merece su castigo.
  7. Debo conseguir lo que quiero cuando quiera.
  8. No puedo controlar cómo me siento.

 

  1. La gente debería tratarme con justicia. La idea esencial en todo esto es que la gente y el mundo son injustos a menudo. La injusticia es inevitable y lo que sí podemos aprender es a reaccionar ante ella con un enfoque mental más positivo. Debemos aceptar que hay injusticias y actuar en consecuencia.
  2. Debería tener pocos problemas en la vida. A nadie le gusta el dolor ni las situaciones incómodas. Nos apartamos de nuestro camino para evitarlas y todo el mundo sale perdiendo como consecuencia de ello; el empleado pierde la oportunidad de aprender y crecer, el nuevo jefe hereda un problema de rendimiento y la organización acaba siendo menos productiva. Todo aquel que alcanza grandes metas lo consigue a base de mucho sacrificio y sufrimiento. En mi vida profesional, por ejemplo, soy consciente de que mis épocas de mayor crecimiento han coincidido con las épocas en que me he sentido más desesperado y desanimado. Desgraciadamente, somos muchos los que nunca intentamos afrontar de lleno los problemas o abandonamos tímidamente nuestros objetivos cuando las cosas se complican demasiado. El beneficio conseguido siempre es proporcional al dolor experimentado: “sin dolor no hay beneficio”.
  3. Debo gustar a la gente. En lugar de tratar de ser interesantes, deberíamos intentar interesarnos por los demás. Cuando nos interesamos de verdad por los demás, la gente responde siempre de forma positiva.
  4. Cuando cometo un error  es terrible. Una de las cualidades más destacables de un directivo es ser capaz de tomar decisiones, pero muchas decisiones nunca se llevan a cabo porque los directivos desean evitar los errores.
  5. Si no rindo como es debido, es que no soy bueno. ¡Conozco muchos directivos que admiten que sus mayores competidores son ellos mismos! De hecho, son más exigentes con ellos mismos que con sus empleados. El perfeccionista consume mucho más tiempo y recursos de los necesarios para realizar determinadas tareas; el esfuerzo adicional que implica la búsqueda de la perfección no compensa los beneficios obtenidos. Somos seres humanos y como tales, susceptibles al error. No alcanzar nuestro ideal de perfección puede abocarnos a estados de depresión y ansiedad.
  6. La gente que me trata mal merece su castigo. Por muy tentadora que resulte la venganza y por muy justificada que parezca, aléjese de ella: sólo conseguirá generar más energía negativa.
  7. Debo conseguir lo que quiero cuando quiero. Recordémonos que no somos el centro del universo y que es muy posible que los demás tengan otros objetivos y prioridades que no siempre encajen en el esquema que después tenemos de las cosas.
  8. No puedo controlar cómo me siento. El primer paso para recuperar nuestra creencia es confiar en que todo el mundo puede cambiar, por arraigado que parezca el conflicto. La gente cambia constantemente. No espere hasta el momento de tener que arriesgar por ello su trabajo, su salud o una relación importante.


Según el psicólogo Albert Ellis, todas las creencias autolimitadoras pueden reducirse a una de estas 3 irracionalidades principales:

  1. Un impulso que lleva a la propia denigración.
  2. La intolerancia o frustración.
  3. Culpar y condenar a los demás.

Las personas que más rinden en el entorno laboral son aquellas que tienen los pies en el suelo. No sacan las cosas de contexto ni buscan excesivas explicaciones a las situaciones. Aceptan el hecho de que la gente complicada y las situaciones desagradables forman parte del juego. Comprenden asimismo que no son perfectas. Sitúan en la perspectiva adecuada sus propios errores y fallos, aprenden de ellos y siguen adelante en busca de la consecución de sus objetivos.


“Para tener éxito es necesario aceptar el mundo tal y como es y situarse por encima de él.” Michael Korda, editor y autor norteamericano.

 

LA VERDAD EN EL PENSAMIENTO

El hecho de conocer nuestras propias creencias limitadoras nos hace capaces de establecer vínculos con nuestros comportamientos negativos y autolimitadores.

LA DEFINICIÓN DE OBJETIVOS DE NEGOCIO POSITIVOS, LA AFIRMACIÓN Y LA VISUALIZACIÓN.

DEFINICIÓN DE OBJETIVOS.

¿Qué resultado desea obtener? En cuanto defina con detalle lo que quiere conseguir (es decir, cuando defina sus objetivos), creará una meta en la que poder centrarse y aprovechar de este modo su tiempo, sus aptitudes, su energía y sus actividades. No debe sorprendernos, por lo tanto, que los buenos directivos consideren la definición de objetivos como un requisito previo al éxito de cualquier organización.

Definir los principales objetivos por escrito genera una declaración de misión que sirve para establecer un contrato con usted mismo. Los objetivos deberían ser siempre:

  • Medibles.
  • Accionables (Orientados a la acción y que se pueden llevar a la práctica).
  • Realistas (Han de ser alcanzables y no imposibles).
  • Temporales (Con límite de tiempo).
  • Específicos.

 Esto el criterio SMART, que en castellano le llamaremos criterio MARTE.

  1. Medibles. “Es imposible mejorar aquello que no puede medirse”. Es decir, no puede saberse hasta qué punto mejora una situación sin la existencia de algún tipo de medida. Las medidas anterior y posterior de la situación proporcionan una base comparativa y son, por lo tanto, elementos críticos. Siguiendo el ejemplo anterior: ¿Qué aspectos del objetivo son medibles?
  2. Accionables (orientados a las acción).Algo debe hacerse para que así sea.
  3. Realistas. El objetivo debería ser realista. La observación de los resultados pasados sirve para establecer un punto de referencia.
  4. Temporal (con límite de tiempo).¿Cuándo piensa conseguir el objetivo? Los objetivos sin tiempo límite se toman el lujo de robarnos tiempo. Dividir los objetivos globales en pequeñas partes hace que su obtención resulte más centrada, menos intimidadora y más fácilmente aplicable a la programación de la rutina diaria o semanal.
  5. Específicos. Un objetivo debería ser lo más específico posible. Los objetivos vagamente definidos ni inspiran ni motivan. Un objetivo específico ayuda a la persona que define el objetivo a saber exactamente en qué debe centrarse y porqué debe hacerlo.

 

AFIRMACIÓN

Una vez que haya definido sus objetivos utilizando el criterio MARTE, convierta su declaración en afirmación. Las afirmaciones son los objetivos redactados de nuevo, aunque esta vez con declaraciones positivas y personalizadas que alimentan su consecución. El subconsciente, según los científicos, dirige cerca del 80% de todo lo que hacemos.

Hace décadas que sabemos que nuestras mentes poseen un componente consciente, que interpreta los mensajes que envían los cinco sentidos, y un componente subconsciente, que funciona a modo de almacén de recuerdos, costumbres, imagen propia y creencias. Lo más importante es que el subconsciente es incapaz de distinguir entre verdad y fantasía.

Acepta como verdad cualquier cosa que le diga la parte consciente. Si dicha parte consciente, que interpreta los mensajes de los cinco sentidos, lleva años explicándole tonterías a la parte subconsciente (tonterías del tipo “no puedes mejorar ciertas habilidades que son importantes para ti; no puedes salir adelante bajo determinadas circunstancias; muchas de las cosas que quieres están fuera de tu alcance; etc.”), usted acaba actuando de forma consistente con esa programación negativa y limitadora. Basura que entra, basura que sale. Debe, en este caso, cambiar los mensajes que su subconsciente la explica y aprovechar su fuerza para conseguir sus objetivos.

Las afirmaciones se aprovechan de dos hechos:

  1. El subconsciente acepta como un hecho cualquier cosa que usted le diga, y
  2. Las declaraciones articuladas en términos positivos, en 1ª persona y en tiempo presente, penetran más rápidamente en el subconsciente.

 Las afirmaciones son objetivos realizados en primera persona, en tiempo presente y utilizando un lenguaje positivo. El tiempo futuro sugiere duda y haciendo uso de él, sugerimos a la parte subconsciente de la mente la existencia de cierto grado de duda. Escribir (y hablar) en tiempo presente resulta mucho más poderoso. Es como decirse que se halla en el proceso de conseguir el objetivo.

 

VISUALIZACIÓN

Según un informe publicado en el Wall Street Journal, los ejecutivos más brillantes de la actualidad atribuyen dicho éxito a 6 distintas actividades, entre ellas la visualización. Son capaces de representar mentalmente las acciones o acontecimientos futuros.

“Sin este juego con la fantasía, toda obra estaría aún por nacer. El importe de la deuda contraída con el juego de la imaginación es incalculable.” Carl Jung, Psicoterapeuta.

Se trata de intentar programar en el cerebro y en el sistema nervioso un rendimiento positivo que permita que el cuerpo lo siga libremente. Las metáforas visuales ayudan a establecer un modelo de rendimiento positivo. También incrementan la seguridad en uno mismo y ayudan a hacer crecer al individuo que puede rendir en una situación real tal y como es capaz de hacerlo.

“Formule y estampe en su mente su propia imagen ya disfrutando del éxito. Manténgala allí tenazmente. Jamás permita que se desvanezca. Su mente buscará como convertir esa imagen en realidad. No se imagine nunca fallando; no dude nunca de la realidad de la imagen mental. Ahí está el gran peligro, porque la mente intenta siempre completar lo que se imagina.” Dr. Noarman Vincent Peale.

Tal vez el punto más importante a recordar en cuanto a la visualización es que nunca debe imaginarse fallando. Véase siempre rindiendo a la perfección.

¿Cómo visualizar el éxito?

  1. Relájese.
  2. Imagínese rindiendo a la perfección en la futura situación. Visualice a los demás respondiéndole como piensa que deberían responderle en el caso de que usted dirija e hiciera las cosas de la forma que cree que es la ideal.
  3. Utilice en su imaginación todos los sentidos que le sean posibles.
  4. Repita el acontecimiento después de finalizar. A través de la visualización se almacenan experiencias de éxito viendo que lo que usted desea ya le pertenece.

 

LA FUERZA ENÉRGICA.

LOS 10 RASGOS DEL PENSADOR POSITIVO.

Según el doctor Peale, los pensadores positivos se caracterizaban por poseer distintos atributos positivos. Los diez rasgos del pensador positivo son: optimismo, entusiasmo, fe, integridad, valentía, confianza, determinación, paciencia, calma y foco.

El hecho es que todos nacemos con los diez rasgos del pensador positivo. Sin embargo, en casi todos nosotros esos rasgos innatos quedan encubiertos, en mayor o en menor grado, por condicionantes negativos. El que en su día fue un niño optimista, acaba viendo el mundo de modo más pesimista después de que su optimismo y entusiasmo tropiecen repetidamente con la negatividad: “¡Deja de hacer esto o te harás daño! ¡Por qué no podrías parecerte a tu hermana? ¿Cuántas veces tengo que enseñarte a hacer esto? ¡No tienes remedio! Sigue y pruébalo, nunca lo conseguirás. Eres un remolón. Ya has vuelto a defraudarnos” Son sólo unos cuantos ejemplos del tipo de mensajes negativos que la gente escucha con el paso del tiempo... y que en detrimento de su persona, se toman absolutamente a pecho.


EL INVENTARIO DEL PENSAMIENTO POSITIVO

El psicómetro, trabajando en colaboración con estudiantes externos diseñadores didácticos y miembros del Peale Center, generó hasta quince indicadores de comportamiento para cada rasgo, reconociendo que cada una de ellos mostraba una correlación mayor con sus rasgos respectivos que la que mostraban otros. A partir de ahí, se desarrolló un inventario y se llevaron a cabo las pruebas de verificación pertinentes, tanto de fiabilidad como de validez.

Acabaron seleccionados como base del Inventario del Pensamiento Positivo cinco indicadores de comportamiento por rasgo, con coeficientes de correlación estadísticamente significativos.

El feedback de 360 grados.

Para obtener mayor exactitud, le recomiendo que utilice el feedback de 360 grados. Identifique a diversas personas de su entorno laboral y pídales que completen el inventario, reflejando la percepción que tienen ellos de usted.

El inventario le ofrecerá una idea de dónde se encuentra su nivel en cada rasgo y pue-de servirle como punto de partida para medir sus progresos.

LA REGULACIÓN DE LOS RASGOS ¿CUÁNTO ES DEMASIADO O DEMASIADO POCO?

Los rasgos pueden exagerarse o infrautilizarse en detrimento de la persona implicada.


“Actuar como si”

Existen 2 maneras de “reactivar” los rasgos dormidos. La primera de ellas consiste en reconsiderar la visión que tenemos de los rasgos a nivel personal. Imaginemos, por ejemplo, que usted se cree incapaz de ser una persona entusiasta o confiada y, probablemente, no pueda serlo,... por que las creencias que tiene respecto a ese rasgo(s) afectan a su pensamiento, que a su vez afecta sus sentimientos, que a su vez afectan a sus acciones o comportamientos.

La persona que cree que no puede cambiar, no cambiará jamás.

La técnica de “actuar como si” cambia el sentido de la cadena CPSA, transformándola en ASPC. Es una técnica demostrada basada en el hecho de que cuando actuamos de determinada manera, acabamos muy pronto pensando, sintiendo y creyendo igual que todo aquel que se siente cómodo con la acción inicial y la resulta normal.

Hay personas que, por mucho que repitan todas las frases positivas del mundo, jamás hablarían en público o podrían evitar que les temblaran las piernas si llagaran a hacerlo. La técnica de “actuar como si” sirve para invalidar el sistema de creencias: el individuo deja de pensar en que tiene que dar una presentación y, simplemente la da. Siempre que se actúa como lo haría una persona extremadamente segura de sí misma se adquiere rápidamente una mayor sensación de seguridad. Esta sensación de seguridad dispara automáticamente los pensamientos positivos (como por ejemplo, “puedo hacerlo”). Creer que es posible tener éxito aumenta enormemente las posibilidades de tenerlo. Y con el tiempo, este éxito ayuda a establecer la creencia de que es capaz de ofrecer presentaciones excelentes y, como consecuencia de ello, la persona se siente segura realizando la acción.

Hoy en día, la técnica se conoce también bajo el nombre de “Fíngelo hasta conseguirlo”. Si decide actuar como lo haría una persona extremadamente segura de sí misma, acabará adquiriendo rápidamente una sensación de mayor seguridad.


LA INTERRELACIÓN ENTRE CREENCIAS, PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS, ACCIONES Y LOS 10 RASGOS

La relación entre creencias, pensamientos, sentimientos y acciones se observa a la perfección cuando se considera como un ciclo. Por ejemplo, un sentimiento de valentía dará lugar a una acción oportuna, directa y admirable. El resultado de la acción entra a formar parte de las creencias de ese individuo. Si la acción acaba con un resultado de éxito, se reforzarán las creencias que dieron lugar al pensamiento/s que, a su vez, dio lugar al sentimiento de valentía. Si, por el contrario, el resultado de la acción es negativo, las creencias se cuestionarán y ajustarán como mejor convenga.

El objetivo es que nuestras creencias estén alineadas con la realidad. Y cuando consigamos alcanzar este objetivo es cuando estamos en posición de rendir al máximo de nuestras posibilidades.

Las creencias alineadas con la realidad son las mejores.

La visión realista de la vida da lugar a un pensamiento realista y positivo.

Los resultados de nuestras acciones ayudan a dar forma a las creencias que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el entrono.

Los buenos sentimientos dan lugar a acciones constructivas.

El pensamiento positivo da lugar a buenos sentimientos.

Los modelos de pensamiento positivo:

Aumentarán su éxito, su satisfacción y sus logros personales y organizativos.

Dejarán continuamente al descubierto y reforzarán los 10 rasgos del pensador positivo, todos ellos innatos.

Todos y cada uno de nosotros posee los 10 rasgos del pensador positivo. Todos tenemos la capacidad de reactivar los rasgos dormidos y utilizarlos en las situaciones difíciles para conseguir resultados positivos.

 

4. LA MENTE HUMANA Y SU ENORME POTENCIAL.

Los científicos a medida que se adentran más y conocen mejor el funcionamiento de nuestro cerebro, llegan a la conclusión de que el aprovechamiento que sacamos del mismo es muy pequeño.

De todos los conocimientos que tenemos del funcionamiento del cerebro, un 90% de ellos se han obtenido en los últimos diez años.

A día de hoy se piensa que los seres humanos utilizamos una pequeña parte de nuestra capacidad cerebral.

Todos los científicos están de acuerdo con que el potencial de mejora es enorme.

Según Ronald Kotulak, durante los últimos 25 años, el número de personas que trabajan en el campo de la investigación cerebral ha pasado de 500 a más de 30.000.

¿Le parece increíble que únicamente aprovechemos una pequeña parte de nuestra capacidad mental?, ¿no se lo cree? Voy a tratar de demostrárselo, realizando un paralelismo entre preparación física y mental. ¿A qué porcentaje de su capacidad física le está sacando partido a día de hoy?, si usted estuviese al máximo de su capacidad física ¿cuántos kilómetros sería capaz de andar, correr o nadar?, ¿cuántos kilómetros es capaz de andar, correr o nadar a día de hoy? Seguramente si cuida su alimentación y comienza a ejercitar regularmente su cuerpo su capacidad física podrá aumentar su aprovechamiento exponencialmente. Con alimentos sanos y nutritivos y un amplio entrenamiento ¿seremos capaces de andar, correr o nadar cien veces más que sin dicho entrenamiento y sin dichos alimentos sanos y nutritivos?

Todos tenemos más o menos claro como podemos mejorar nuestra preparación física (dieta sana y equilibrada, ejercicio regular y moderado, ...) pero ¿tenemos claro como mejorar nuestra preparación mental? Al igual que el cuerpo necesita alimentos sanos y nutritivos, y ejercicio regular, nuestro cerebro necesita igualmente información sana, relaciones sanas y ejercicios tales como pensar, reflexionar, imaginar, analizar y crear.

La telebasura es para la salud mental lo que la comida es para la salud física. Comer sano y pasear es para nuestro cuerpo lo mismo que leer buenos libros, relacionarse con personas positivas, ver documentales, pensar y reflexionar es para nuestro cerebro.

Las investigaciones científicas nos dicen que la mejor forma de influir positivamente en nuestro estado de ánimo y mejorar nuestra salud mental, es leer palabras positivas. La lectura de ese tipo de palabras provoca que nuestro cerebro recuerde vivencias positivas y que aumente la generación de serotonina. Esta sustancia es la que nos hace sentir bien y felices.

Una buena salud física y mental es lo que proporciona mayor calidad de vida. Una refuerza la otra permitiendo entrar en una espiral positiva. ¡Usted elige!

La vida es maravillosa y aprender a valorarla y disfrutarla como un hecho único y magnífico es fundamental para gozar de buena salud.

Controle impulsos negativos tales como la pereza, la gula, la furia, la codicia, la maldad, la venganza, la envidia, el egoísmo, el miedo, la falta de fe, la ignorancia, la actitud negativa, el odio, la desesperanza, la impaciencia y la pasividad.

Aprenda a experimentar los impulsos y pensamientos negativos, racionalícelos y elimínelos cambiándolos por impulsos y pensamientos más positivos, tales como: esfuerzo, sacrificio, fuerza de voluntad, simpatía, empatía, comprensión, bondad, solidaridad, generosidad, perdón, tolerancia, valentía, fe en uno mismo y en los demás, sabiduría, alegría, optimismo, confianza, amor, lucha, paciencia, esperanza, calma, actitud positiva, buena autoestima, acciones y reflexiones positivas.

Las investigaciones científicas nos dicen que la mejor forma de influir positivamente en nuestro estado de ánimo es leer palabras positivas. También ayuda escuchar música alegre.

Si me quiero poner físicamente en forma, ¿qué tengo que hacer?:

  1. Empezar a hacer ejercicio de forma moderada, sin pegarme una paliza que me pueda generar posibles lesiones, cargas o tensiones musculares, ...
  2. A medida que mi forma física vaya mejorando podré ir visualizando los beneficios. a)Me siento mejor. b)Tengo más energía. c)Me siento más en comunión con mi entorno. d)Mejora mi autoestima y mi actitud ante la vida. e)Tengo mayor calidad de vida. f)Afronto los problemas con mayor confianza, energía y pasión.

 Con la “forma mental” sucede lo mismo.

Teniendo en cuenta nuestras enormes capacidades físicas, ¿en qué medida las aprovechamos? Cualquiera que haya estado en buena forma física lo sabe. Con la “forma mental” y nuestras capacidades psicológicas ocurre exactamente lo mismo.

Para gozar de una buena salud mental es muy importante aprender a disfrutar, ya no solo del tiempo de ocio, sino también del tiempo de trabajo. Si dedicamos el 60% de los días del año, como mínimo, a trabajar, debiéramos aprender a disfrutar de él.

Decimos que la gente está acomodada y que sólo se mueve por dinero. Esto es una gran contradicción. Los propios empresarios se quejan de que la gente no quiere ganar más dinero; prefieren más tiempo libre para estar con su familia y sus amigos. Por tanto, las fuentes de motivación de las personas son diversas y pensar que es únicamente el dinero lo que las mueve es un grave error. Los estudios realizados por Herzberg demuestran que realmente lo que motiva o desmotiva a la gente son otros muchos factores. Este psicólogo ha dedicado toda su vida a estudiar la motivación de las personas. No es un teórico pues ha trabajado con muchas empresas (pequeñas, medias y grandes) para ayudarlas a mejorar la motivación de sus trabajadores.

Estamos cansados de oír en los diferentes medios de comunicación que el principal problema de la economía española es la baja productividad. La productividad es la producción que obtenemos en relación a los recursos disponibles y empleados. Por tanto, aumentar la productividad puede suponer lograr producir más con los mismos recursos, producir lo mismo con menos recursos o que el aumento de la producción sea mayor que el aumento de los recursos. Hablar de productividad puede sonar muy economicista, de todos modos, no debiéramos olvidar que el aumento de productividad lograda a lo largo de la historia es lo que nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida. Es lo que nos ha permitido trabajar menos horas, ganar más dinero, tener mejor sanidad, mayor esperanza de vida, mejor educación, pensiones, mejores infraestructuras, etc….

La productividad podemos aumentarla de 3 formas:

  1. Trabajando más. Es decir, más acción, aumentando el número de horas de trabajo productivas. Esta vía tiene un límite, pues el día únicamente tiene 24 horas.
  2. Trabajando mejor. ¿Cómo? Mejorando la motivación, la competencia (conocimientos y habilidades), los procesos organizativos, e innovando, podremos sacar mayor partido a los recursos disponibles actuales (recursos humanos, tecnológicos, materiales, tiempo...). Esta vía no tiene límite. La historia económica así lo demuestra. Por tanto, la formación e innovación son magníficas vías para mejorar la productividad.
  3. Aumentar los medios (tecnológicos, materiales, financieros, etc). Esta vía también está limitada inicialmente, pues los recursos son limitados, salvo determinados recursos intangibles. Para aumentar los medios debemos recurrir a financiación propia, externa o a mejorar la productividad por las vías descritas anteriormente. Para poder crecer es indispensable invertir. De poco vale saber que queremos llegar a un sitio si no ponemos los medios para poder hacerlo. El potencial ilimitado del pensamiento humano proporciona una verdadera ventaja competitiva si sabemos sacarle partido, aprovecharla. Sin embargo, las empresas, ante la enorme competencia existente actualmente, optan por:

  • Mejorar la calidad de sus productos y servicios, pero, al mismo tiempo también.
  • Optan por reducir costes para así poder bajar precios o bien ganar más dinero.

 Es evidente que dentro de la reducción de costes está la reducción de personal.

La carga de trabajo apenas se reduce o aumenta, por lo tanto, los empleados que conservan el puesto de trabajo tienen que realizar más trabajo que nunca. Suelen estar demasiado ocupados con sus tareas como para mejorar lo que están haciendo.

Sabemos que la mayor parte de las ideas tienen lugar en un estado de relajación mental, como por ejemplo, la estructura del átomo se descubrió viendo una carrera de caballos, y Newton descubrió la Ley de la gravedad cuando estaba tumbado en un manzano.

Una persona que piensa, reflexione y aporte ideas, puede dar la sensación de que no trabaja. Pero ¡grave error!, cuando la historia ha demostrado que no hay mayor generador de riqueza que nuestro intelecto.

¿Acaso pensar no es una acción?

En la sociedad actual parece que la acción prima por encima de todo. La falta de reflexión se hace evidente.

¿Por qué no se nos enseña a sacar el mayor partido de nuestro cerebro?

La deficiente calidad del sistema educativo y la consiguiente falta de capacidades en la masa laboral es un grave problema para la productividad.

En la educación se actúa pero no se reflexiona.

Las personas que no inviertan en su capital intelectual se encontrarán un oscuro futuro.

En contra de lo que podemos pensar, nuestros cerebros trabajan las 24 horas del día.

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