Vuelta a la oficina frente a teletrabajo: ¿cuál es la agenda oculta?

¿Qué hay detrás de la corriente contra el teletrabajo a nivel mundial? Apostaría mi posesión más querida a que la razón número uno son los intereses inmobiliarios ayudlobby de defensores de la importancia de las oficinas para trabajar.

España es un país con una economía en parte construido sobre ladrillo, como otras muchas, pero es que el ladrillo corporativo es además la fortaleza de todos aquellos jefes y jefas acostumbrados a pasar revista a sus tropas. Entiendo que no hay nada más triste que haber llegado a un punto de responsabilidad en el que tu principal función es comandar personas, llámalos empleados, y a raíz del Covid y el obligado teletrabajo, ese estilo laboral haya quedado muy reducido en cuanto a vistosidad. No es lo mismo asomarse a una pradera en cualquier oficina atiborrada de gente que mirar sillas y mesas vacías. Lo entiendo.

Pero no deja de fascinarme leer este artículo de Ignacio de la Torre , economista jefe de Arcano Partners , en El Confidencial , no solo exponer sus razonadas tesis acerca de lo mucho más mejor que todo es en la oficina, con despachos cerrados, ojo, sino también vislumbrar un futuro en el que el teletrabajo quedará reducido a un sueño húmedo. 

¿Que las oficinas vacías vuelvan a estar llenas o que las personas den lo mejor de sí mismas?

En el artículo que os acompaño expone sus razones que os dejo aquí resumidas:

• Menor productividad: Según el estudio que menciona, la productividad es más de un 10% superior en la oficina comparada con el trabajo desde casa.
• Comunicación menos eficiente: Las comunicaciones cara a cara son más efectivas que las electrónicas, lo que afecta la productividad y la calidad del trabajo.
• Aprendizaje más lento: La curva de aprendizaje es más rápida con presencialidad, ya que los empleados pueden observar y aprender directamente de sus superiores.
• Menor innovación: Los grandes ecosistemas de innovación se han desarrollado con presencia física.
• Aumento de horas no remuneradas: Los teletrabajadores suelen compensar la pérdida de productividad trabajando entre una y dos horas extra no remuneradas.
•  Mayor riesgo de "burnout": Es más difícil separar la vida personal de la profesional en el teletrabajo, lo que puede llevar al agotamiento.
• Mayores tasas de abandono: Las ratios de dimisiones de teletrabajadores son más altas que las de trabajadores presenciales.
• Impacto negativo en el resto de compañeros: El trabajo híbrido puede reducir la productividad incluso de los compañeros que están en la oficina.
• Mayor riesgo de despido: El riesgo de ser despedido es un 50% superior para quienes trabajan desde casa (!)
• Desventajas en desarrollo profesional: Quienes trabajan más en la oficina tienden a recibir más aumentos salariales, ascensos y mejores evaluaciones. Sumado a ello que las empresas podrían ajustar los salarios al costo de vida del lugar donde se teletrabaja, potencialmente reduciendo los ingresos.

No es una lista pequeña y podría parecer que no hay ventajas suficientes si apostamos por defender el teletrabajo.  Para contrastarlas os dejo aquí un resumen de algunas de las ventajas conocidas y que seguro que habréis tenido la oportunidad de disfrutar:

• Flexibilidad horaria: Lo importante es realizar la tarea no que el horario laboral sea un catecismo a recitar todos los días.
• Ahorro de tiempo en desplazamientos: Ese tiempo extra para ser más productivos y descansar mejor. Y vivir nuestra vida, no el atasco.
• Reducción de costes: Tanto para empleados (transporte, comidas fuera…) como para empresas (espacio de oficina, servicios).
• Mejor conciliación laboral-familiar: Poder atender responsabilidades familiares sin descuidar el trabajo. Y eso impacta en la gestión del estrés, ahora que el bienestar se ha convertido en el nuevo mantra.
• Aumento del pool de talento: Las empresas pueden contratar a personas de cualquier ubicación geográfica. Y no te imaginas la gente tan lista que no vive precisamente en Madrid, por ejemplo.
• Productividad en tareas que requieren concentración: Algunos trabajadores reportan mayor productividad en casa para ciertas tareas. Yo soy uno de ellos, de hecho estas líneas no las escribo en la oficina si no en mi casa.
• Inclusión laboral: Facilita la integración de personas con movilidad reducida o en áreas geográficas remotas. Y nunca hacemos suficiente por la inclusión.
• Satisfacción laboral: Muchos empleados valoran la opción de teletrabajar, lo que puede aumentar su satisfacción y permanencia en la compañía. Y que elijan tu empresa como primera opción, lo que conlleva una ventaja competitiva.

Llegados a este punto, podría parece una confrontación entre dos mundos totalmente opuestos y buscar un ganador o un perdedor: en la oficina o desde casa. Pero no lo son, por más que vivamos un tiempo donde parece que lo gris no tiene cabida: nos quieren obligar a ver sólo en blanco o negro.

Los que defendemos lo mejor de los dos mundos tenemos una palabra clave en la cabeza: #FLEXIBILIDAD, con mayúsculas. 

la libertad de decisión es el camino más directo al propósito verdadero.

Para superar los inconvenientes de solo trabajar desde casa, que por supuesto los tiene, diría que más que obligar a tus empleados a volver sí o sí -“jefear” en el sentido más clásico- , debemos hacer atractivo el lugar de trabajo, hacer que ocurran cosas que solo pasan allí:  desde eventos especiales, ocio compartido, quedadas específicas de equipos, puesta en común de proyectos en vivo, sesiones de innovación… las posibilidades son infinitas pero hay que prepararlas, no se producen solas.

Pero lo que realmente me asombra, cuando no me preocupa, es con qué facilidad se cuela entre las razones la peor y más fácil de las posibles estrategias para convencer: el miedo, revestido de evidencia científica, pero miedo al fin y al cabo.  Cuando para que volvamos a la oficina todos los días, se utilizan argumentos como que te vas a quedar atrás respecto de tus compañeros o que los incrementos de salarios no te llegarán, el miedo es el principal argumento (¿alguien dijo FOMO?).

Y sé que el miedo valdrá por un tiempo a algunos empleadores con aquellos trabajadores menos fuertes económicamente, los que no pueden negarse, pero está lejos de convertirse en el propósito que enriquece a las personas. Y que construye empresas más fuertes, aquellas que ponen a las personas en el centro y que estas elijen dentro de qué ladrillos prefieren trabajar cada día, porque la libertad de decisión es el camino más directo al propósito verdadero.

con qué facilidad se cuela entre las razones la peor y más fácil de las posibles estrategias para convencer: el miedo, revestido de evidencia científica, pero miedo al fin y al cabo.

¿Qué buscamos? ¿Que las oficinas vacías vuelvan a estar llenas o que las personas den lo mejor de sí mismas? ¿Qué el negocio inmobiliario no merme o que las personas sobre las que construimos nuestras empresas no sufran? ¿Qué nuestros hijos disfruten trabajando para ganar en productividad como país o que vivamos en el modelo laboral del siglo pasado? Ahora que todo el mundo mundial valora el #BienestarLaboral como un elemento clave en el mundo de la empresa.

Llegados a este punto, el movimiento se demuestra andando: Good Rebels tendrá este año el mejor EBITDA de su historia tras tres años de puesta en marcha de la jornada laboral de 4 días y con el teletrabajo como primera opción. Por molestar a los presencialistas 😁

Y tú, ¿eres más de los arcanos o de los rebeldes? Deseando leerte.