Inspirado por el irlandés John Field, Chopin llevó los nocturnos a un nivel de poesía e imaginación que convierte cada una de sus miniaturas en una obra maestra. Esta música, piezas de salón transformadas en arte sublime, presenta a sus intérpretes desafíos colosales, tanto musicales como técnicos. Y hay pocos pianistas más apropiados para Chopin que su compatriota Arthur Rubinstein. Esta serie de nocturnos, la última versión de las muchas de Rubinstein, es tierna y sencilla sin caer nunca en sentimentalismos.
- Apple Music