Tipos de inversión
Hay dos tipos de inversión extranjera
- inversión extranjera directa,
- inversión no directa (inversión de cartera)
La inversión extranjera directa tiene lugar cuando una empresa, empresa multinacional o persona de un país invierte en el patrimonio de otro país o adquiere una participación en sus empresas. Generalmente adopta la forma de adquirir una participación en una empresa existente en el extranjero o en poner en marcha una filial para ampliar el funcionamiento de una empresa existente de ese país.
La IED puede adoptar dos formas diferentes: Greenfield o fusión y adquisición (M & As).
- La inversión en nuevas instalaciones implica la creación de una nueva empresa o el establecimiento de instalaciones en el extranjero. Una inversión en nuevas instalaciones es una forma de entrada en el mercado que se utiliza habitualmente cuando una empresa quiere alcanzar el mayor grado de control sobre las actividades en el extranjero
- Las fusiones y adquisiciones suponen transferir la propiedad de los activos existentes a un propietario en el extranjero. En una fusión, se fusionan dos empresas para formar una, mientras que en una adquisición una empresa es absorbida por otra.
La inversión no directa, también denominada «inversión de cartera en el extranjero», tiene lugar cuando las empresas, las entidades financieras o los particulares compran participaciones en una bolsa de valores extranjera. Este tipo de inversión no se realiza con la intención de adquirir una participación de control en la sociedad emisora. Normalmente, este tipo de inversión es a corto plazo y se realiza para aprovechar los cambios favorables en los tipos de cambio o para obtener beneficios a corto plazo sobre las diferencias de tipos de interés. Ofrece a los inversores la oportunidad de diversificar sus carteras y gestionar mejor el riesgo asociado.
La inversión de cartera en el extranjero también puede contribuir a reforzar los mercados de capitales nacionales aumentando la liquidez y contribuyendo a mejorar su funcionamiento. Esto, a su vez, conducirá a una asignación óptima del capital y los recursos en la economía nacional. Para una economía emergente, la inversión de cartera en el extranjero puede contribuir significativamente a su desarrollo, generando una riqueza significativa.