El 2020 promete darnos datos siempre seguros, oportunos e inmediatos
Hasta hace apenas unos pocos años, cuando se hablaba de The Edge seguramente se hacía referencia al guitarrista del grupo musical irlandés U2. Los tiempos cambiaron, y hoy the edge se posiciona como un modelo clave para afrontar los años que se vienen en términos de aprovechamiento de datos.
Es que precisamente la materia prima con la que cuentan las compañías para diferenciarse, generar experiencias únicas en sus clientes, propiciar una mejora en la vida de las personas, incorporar inteligencia en sus procesos o mantenerse cada vez más competitiva, son los datos. Y a estas alturas no importa dónde se generan, con qué dispositivo o dónde se alojan esos datos: lo verdaderamente importante es que cada usuario obtenga aquellos que sean relevantes, en el lugar exacto en que los necesita y en el momento más oportuno posible.
En épocas en que internet de las cosas gana masividad, los dispositivos móviles están en la mano de prácticamente cada ser humano en el planeta y las redes sociales e internet generan un número incontable de conversaciones, se vuelve esencial el hecho de que podamos ser eficientes a la hora de procesar y analizar el enorme volumen de datos que se multiplica, minuto a minuto. Basta conocer un dato del mercado para comprender la magnitud del fenómeno: según IDC, para 2025 (es decir, apenas dentro de cinco años), se conectarán 152.000 nuevos dispositivos IoT por minuto. Eso es 80.000 millones de nuevos aparatitos emitiendo información por año.
Esta es una de las consignas de edge computing o, como se lo conoce en español, la “computación de borde”. Se trata de un nuevo paradigma de eficiencia que aprovecha las características de la tecnología de comunicaciones 5G para procesar los datos allí donde se producen. En lugar de que hagan el largo “viaje” entre el dispositivo que lo genera hacia la nube o hacia un data center corporativo, las redes definidas por software (SD-WAN) aseguran que las cargas de trabajo de datos masivos se muevan de manera segura entre diferentes entornos y sean procesados prácticamente en tiempo real. Así, los sensores de internet de las cosas, por ejemplo, no solo tendrán la capacidad de recolectar datos, sino también de procesarlos directamente. Esto es particularmente importante en segmentos que utilizan datos de manera intensiva, desde servicios financieros hasta manufactura, desde salud hasta educación.
¿La buena noticia? Que entre las Predicciones 2020 que acaba de anunciar Dell Technologies, en materia de tecnologías de la información, se afirma que el edge tendrá una rápida expansión entre las empresas, que comenzarán a disponer la infraestructura de IT necesaria para facilitar su despliegue y su adopción. No solo eso: el mismo reporte asegura que a partir de este año la implementación de redes abiertas definidas por software, apoyadas en el paradigma de edge, comenzará a prevalecer por sobre las propietarias.
En un mundo cada vez más flexible, ágil y, sobre todo, conectado, edge computing se presenta como la gran oportunidad: las empresas que lo adopten de manera pionera obtendrán una enorme ventaja competitiva respecto de aquellas que se rezaguen. Así que, el mejor deseo para este año que inicia es: ¡Que el 2020 nos encuentre aprovechando los datos al máximo!