Los abogados también descansan
Para mis nuevos suscriptores, a casi dos años desde mi primera publicación en esta red social, me permito presentar de nuevo: soy abogada de origen rumano, emigré a México hace 20 años y ahora ejerzo la profesión en este país, donde también formé una familia.
Empecé a trabajar en el medio desde mis 18 años en la ciudad de Bucarest, Rumanía y fui workaholic por demasiado tiempo, tanto en mi país de origen como en México. Trabajaba con gusto y pasión hasta altas horas de la noche (aún lo hago, pero sólo cuando vale la pena o necesito tiempo para mí o mi familia durante el día).
Me daba una especie de miedo mezclada con vergüenza salir de vacaciones porque siempre había proyectos pendientes, juicios en proceso, gente esperando mi visto bueno o mi asesoría. Cuando salía de vacaciones no paraba de contestar correos, de revisar documentos, de responder llamadas o de tener conferencias.
Vivía con la culpa de haber salido y a la vez con la culpa de no haber estado realmente con mi familia. Era una "nini", ni trabajaba del todo, ni descansaba del todo, lo cual me dejaba más preocupada e insatisfecha.
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Con el tiempo aprendí que hasta las máquinas necesitan un reset de vez en cuando. Y yo necesito al menos dos al año. No pienso pedir perdón por ello, solamente espero que cada vez más colegas hagan lo mismo, en beneficio de su propia salud física y mental.
Siempre habrá trabajo (para los más afortunados, que hemos forjado una reputación en el medio y se agradece). Pero no siempre habrá oportunidad de generar recuerdos con nuestra familia. Nos pueden reemplazar los jefes o los clientes, pero siempre seremos irremplazables para nuestros hijos y parejas. Sé que suena cliché, pero no por ello es menos cierto.
Salir de nuestro nido y volar a otras partes nos abre la mente y hace lo mismo para nuestros hijos. No los dejen con los abuelos, llévenlos con ustedes. Esas experiencias, esos recuerdos, esas fotos, esas anécdotas vividas en los viajes son tesoros para ellos y los cimientos de relaciones familiares armoniosas.
Corramos por la vida más despacio, así como decían los romanos festina lente (apúrate despacio). Disfrutemos la libertad de volar a otros horizontes con el teléfono en modo AVIÓN y el corazón en modo FELICIDAD.
Director Jurídico
5moQué maravilla y qué cierto lo que escribiste, Vladia. Disfruta mucho tus vacaciones y a tu Familia! Muchos saludos!