Recomendaciones para evitar episodios de violencia doméstica o maltrato intrafamiliar durante los días de aislamiento.
25/03/2020
Recomendaciones para evitar episodios de violencia doméstica o maltrato intrafamiliar durante los días de aislamiento:
Durante estos días en que el mundo se ha visto conmocionado por la propagación del virus COVID-19 en más de 150 países a la fecha de hoy, un gran número de estas naciones se han visto en la necesidad de tomar la medida drástica de imponer un confinamiento a sus ciudadanos, lo cual se traduce en la ralentización de la economía y el aislamiento social.
Dicho aislamiento ha sido generalizado y repentino, lo que ha significado que las personas se han visto prácticamente de un momento a otro encerradas en sus casas sin haberlo previsto. Esto, en cuanto a las personas que son o han sido víctimas de violencia doméstica representa un riesgo potencial de sufrir nuevos episodios de maltrato físico o psicológico con una probabilidad alta.
Dada la escaza información práctica que se pueda hallar en la web a la fecha sobre recomendaciones o herramientas que puedan prevenir o controlar este tipo de situaciones, ofrezco a continuación algunos consejos prácticos que pueden servir para aminorar el riesgo potencial de que eventos de este tipo puedan ser experimentados por las potenciales víctimas durante este periodo. Evidentemente, estas recomendaciones van dirigidas a las personas que se encuentran conviviendo actualmente con sus agresores.
Se parte de la premisa (evidente para los profesionales del trabajo psicosocial) de que lo ideal sería que las personas no vivieran con su agresor/a; como es sabido, hay múltiples razones por las cuales estas situaciones se dan, las cuales escapan a la realidad psicológica y/o socio-económica de las víctimas, y que en estos momentos de contingencia inesperada debemos comprender que una dimensión es lo prescriptivo (lo que debería ser), y otra lo fáctico (lo que sucede realmente), adoptando una postura profesional comprensiva y que no juzgue a estas personas por la realidad que se encuentran atravesando, para tratar de ofrecerle herramientas prácticas y útiles que les ayuden a sobrellevar esta situación sorpresa. Agradezco a los colegas que me ayudaron con sus ideas a la conformación del siguiente listado:
1. Lo primero es aceptar que se ha vivido y se vive en un entorno de violencia (sufrida y potencial a la vez) y no esperar a que las cosas se “ arreglen” por sí solas; hay que anticiparse a la posible situación, estar en contacto con y mantener alertados a familiares, amigos o redes de apoyo ante cualquier posible eventualidad.
2. Mantener a la mano en su teléfono el dispositivo de “botón de pánico”. Este es un dispositivo que funciona como aplicación y que se utiliza para pedir auxilio a modo de emergencia y de inmediato. Hay varias de estas aplicaciones en la “Play Store” o sitios para descargar aplicaciones según sea el sistema operativo.
3. Procurar no enfrascarse o “engancharse” en discusiones de asuntos que se puedan tener en otro momento y contexto.
4. Mantener las ventanas del hogar abiertas, en la medida de lo posible, para ser vistas/os por vecinos y demás personas que puedan ser testigos potenciales.
5. Tratar de permanecer en las áreas comunes del hogar.
6. Procurar dejar un registro (únicamente en caso de que sea posible y ello no represente un riesgo aún mayor de violencia) que pueda servir como prueba del hecho.
7. Fomentar el diálogo y actividades que puedan disminuir la irascibilidad y las conductas agresivas, tales como realizar juegos y actividades que además incluyan a todos los miembros de la familia.
8. Crearse una rutina diaria que le genere mantenerse ocupado/a todo el día.
9. Procurar estar en espacios diferentes del hogar en los que se encuentre el/la agresor/a.
10. NO confrontar al agresor/a (!).
11. Hacer ejercicio físico.
12. Meditar.
13. Orar (según sea su creencia).
14. Procurar mantener un estado de calma y no responder de inmediato ante los estímulos que el posible maltratador emita (un grito, una pregunta, una orden, un gesto); respirar profundo, esperar de cinco a diez segundos y responder hasta entonces cuando ya se haya pensado lo que se va a decir y cómo se va a decir.
15. Si no se puede evitar la agresión, mantener una actitud de preservación de la integridad mientras termina el aislamiento.
16. Tener a mano las líneas telefónicas que ofrezca el gobierno para pedir ayuda o auxilio.
Manuel Quiceno.
Psicólogo.
Magister en Filosofía.