𝑨 𝒑𝒓𝒐𝒑ó𝒔𝒊𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 “𝑬𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂 𝑽𝒊𝒓𝒕𝒖𝒂𝒍” 𝒆𝒏 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒂.
Sí hay algo que compromete el futuro de una nación, es su educación.
Los gobiernos en todas partes han implementado soluciones de emergencia para que en esta crisis del Covid-19 la población estudiantil pueda ser atendida. Venezuela no es la excepción, aunque lo hace mal.
No se trata solamente de la metida de pata en las clases televisadas de la profesora que señaló “ en Venezuela recibimos el agua de la represa hidroeléctrica del Guri” sino de todos los aspectos que involucran metodologías para la enseñanza a distancia utilizando medios virtuales. Recordaba la época en que la Universidad del Zulia montó sus instalaciones para el Centro de Televisión Educativa a cargo del Prof. Sergio Fachi y un equipo de colegas y técnicos de primera linea. Fachi era un visionario para su tiempo y comprendía que ante la masificación que vivían nuestras universidades la “televisión educativa” sería un instrumento de primera linea para la formación de las futuras generaciones. Fachi, dio gran importancia a esta estructura haciendo énfasis en la necesidad de formar primero a los profesores ( y quería a los mejores) porque no es lo mismo “hablarle a una cámara que a los estudiantes en el salón de clases”. Este punto ya marcaba una diferencia con lo que se debía hacer. No todos servimos o estamos preparados para el arte de seguir una cámara en un estudio de grabación. Todo ello involucra una tecnología que como docentes comunes y corriente no manejamos. Así mismo, el agregar recursos instruccionales digitales ( infografías y sonidos) capaces de captar la atención del estudiante en lo no presencial, es decir, que la pantalla sea capaz de sumergir al estudiante como si viese una película que atrapa sus emociones.
Nada de eso hizo el gobierno. Ante la crisis por la suspensión de actividades por la Pandemia, no fué diligente en tomarse unos días para medio formas un grupo de profesores que cumpliese con la tarea aunque fuese a medias. Tomar a los mejores y darles cursos cortos para convertirlos en animadores noveles de televisión educativa. El gobierno una vez más ha hecho el ridículo con la “ educación virtual”. Sus clases virtuales dan Fatiga Mental. No hay niño que aguante una hora de clases con semejante tedio académico y la pobreza de contenido, sin ni siquiera unas buenas guiás escritas de acuerdo al guión televisivo. En lo que esta por venir nos resentiremos de esta Pandemia en lo social, específicamente en lo educativo y seguiremos formando bachilleres como dijo Uslar Pietri “ bachilleres de quinientas palabras”, aunque creo que no llegaremos a las doscientas.
David Chávez O.
Abril 2020