04. Recomendaciones para esta Crisis, basadas en Buenas Prácticas de Management.
Luego de haber tratado - en notas anteriores - el impacto que trae la crisis, las recomendaciones de las Grandes Firmas Mundiales y los aspectos del Negocio que siempre se deben cuidar y fortalecer[1], veremos a continuación un set de recomendaciones concretas, más cercanas, escritas desde la mayor humildad, y con el ánimo de colaborar.
Las mismas no tienen un orden concreto, sino aleatorio. Cada una de ellas tiene una breve enunciación, sobre la cual se puede (y se debe) explotar más a fondo. Y desde ya, no son todas; seguramente hay mucho más. Pero la intención no es marear, sino orientar y ayudar. Está especialmente dirigidas a CEOS, Gerentes, Responsables de Negocio, Líderes de Equipos, y también a toda persona interesada en superarse.
Negarlo no ayuda; quejarse, tampoco: decir “esto no está pasando” no evitará que suceda; quedarse quejándose y echarle la culpa a otros, tampoco. Así que hay que movilizarse: no te quedes quieto: evaluá, investigá, consultá, preguntá, probá, equivocate, aprendé y volvé a intentarlo. Arriesgate: está en tu ADN. A recurrir a ello entonces.
Sé un protagonista; no una víctima: no se trata de “qué cosas te suceden”; sino de “qué hacer con las cosas que te suceden”. Hace muchos años, leí en un libro[2] que mucha gente dice “a mí me pasan muchas cosas en la vida”, mientras que podríamos dar vuelta esa frase y afirmar “yo “le paso” a muchas cosas en la vida”. Para pensarlo.
Planificá el futuro, con foco en el presente: sí, planificá. Hay miles de argumentos en contra: es difícil, hay mucha incertidumbre, nadie sabe qué va a suceder ni cuándo. Es cierto. Pero si no planificás, el futuro va a llegar y te va a sorprender, como te sorprendió el COVID-19. Armá escenarios posibles: no sabés cuál se va a dar, pero cuando llegue uno de ellos, estarás preparado. Si tenés que achicar plazos por la situación actual, es entendible; pero no pierdas tu visión.
Entendé tus fortalezas, y sé resiliente: más que mirar en los recursos que te hacen falta, o en las habilidades que no tenés, concentrate en fortalecer tus capacidades actuales, y potencialas. Para lo demás, siempre podés recurrir a alguien para que te ayude o complemente.
Aprendé de los demás, y mirate a vos mismo: basta de querer ser como los demás: más grandes, más poderosos, más inteligentes, más… basta. Vos tenés tu propia realidad. Observar y aprender está bien, quedarse en actitud contemplativa, no tanto; al menos no para el mundo empresario. Armá tu propio modelo de negocios.
Esperá lo mejor, prepárate para lo peor: es bueno ser optimista; naturalmente yo soy uno de ellos; pero también hay que estar preparados. Un buen plan de contingencias te ayudará sin dudas a tener más herramientas para lograrlo.
Las soluciones de ayer, no sirven para mañana: con otras palabras, lo que nos condujo hasta aquí no [necesariamente] nos va a conducir al futuro que deseamos tener. Tal vez sea la hora de reinventarse. Estar al tanto de las Buenas Prácticas de Management, bien actualizadas, te pueden ayudar al respecto.
La tecnología existe, y evoluciona rápido: algún antiguo jefe, cuando le pedí una recomendación al momento de iniciar uno de mis posgrados, me dijo, “abrázate a todo lo nuevo rápidamente y adóptalo tempranamente”. Comparto esto con ustedes hoy.
No estamos solos en este mundo: las empresas no compiten solas: necesitan de todas las áreas de su organización; de sus proveedores; de sus distribuidores; de sus clientes. Adoptar rápidamente la visión de Supply Chain Management hace un salto diferenciador.
Aunque lo haga bien, lo puedo hacer mejor: siempre se puede mejorar. No se trata de ser mejor que el otro; se trata de ser mejores que nosotros mismos, cada vez. En las empresas, implementar programas de Mejora Continua, Excelencia Operacional y Lean Management son impulsores efectivos para ello.
La operación existe; la estrategia, también: y al revés, como quieras. Ambas son importantes. Ambas necesitan de nuestra atención. Contar con un modelo de Dirección y Gestión te orientará y facilitará la comunicación con tus Equipos de Trabajo.
Las crisis son amenazas, y también oportunidades: basta con ver algunos negocios que se han potenciado y algunos empresarios que se han enriquecido más allá de lo esperado, a partir de la situación actual.
Hasta aquí por ahora. Confío en que realmente te resulte útil. Podemos explayarnos, podemos seguir en contacto. En la próxima nota[3], ampliaremos un poco sobre el último punto enunciado: la oportunidad que muchos vieron con esta crisis. Para mirar. Para aprender. Para actuar.
Sergio Alvarez
Consultor. Profesor.
www.saconsultora.com.ar
[1] Ver las notas:
01. Crisis. Pocas letras. Gran Impacto. Implicancias del COVID-19 y
02. Crisis. Recomendaciones de Grandes Firmas Globales
03. Crisis o No Crisis. Los aspectos del Negocio que siempre se deben cuidar.
[2] La alegría de ser tú mismo.
[3] Ver: 05. Crisis: No sólo amenazas. También oportunidades