12 Minutos: La Pillería
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12 Minutos: La Pillería

Cuando conecté con la idea que me motivó a escribir estas líneas, se me vino a la mente la canción: “Te Recuerdo Amanda”, de Victor Jara y esa pequeña parte que dice: “La vida es eterna en 5 Minutos, suena la sirena…”.

Lo que nuestros líderes nos han comprobado, una vez más, que la vida no es eterna y, son, a lo menos expertos, en buscar soluciones rápidas, que los favorecen y podrían atentar al bienestar de las personas.

El paladín de la Pillería.


“En Chile se trabaja por horas, no son minutos, segundos, ni suspiros”

Las leyes son para cumplirlas, fin. No hay que darle vueltas, para esto vivimos en un país con una percepción de democracia que nos ubica en un nivel aceptable dentro de ránkings internacionales, además, de instituciones que, a pesar de la percepción de la población, funcionan. De alguna manera hacen la pega para promover bienestar social y económico.

Cuando informalmente, algunos conocidos empezaron a plantearme la idea de que las empresas estaban negociando para salir 12 MINUTOS antes, dije: pero,¿cómo?. Las zonas grises. Esas, que estamos acostumbrado a ver en las noticias, donde nosotros, como chilenos/as, estamos habituados o, quizás, somos iluminados, en encontrar una “solución” a aquello que no nos gusta. Llamamos a este tipo de prácticas: “La Pillería”. El pillo es quien ostenta de hacer o, inclusive, no hacer algo para hacerse el más “avezado”, el más “bribón”, el más de todo dentro del grupo.

En este caso, no encontraron nada mejor, que ese tiempo que había que recortar, de forma paulatina, hasta llegar a las 40 horas y que se DEBE hacer; lo lograron en partes pequeñas, muy pequeñas. Pues bien, se había planteado la idea de la negociación, sin embargo, cuando no hay acuerdo, se puede llegar a este escalamiento. Las medidas de vigilancia e inspección serán cruciales.

La Ministra del Trabajo, Jeannette Jara, en una una entrevista que me pareció notable, puso los puntos sobre las “íes” en esta materia. Planteó la idea de que en Chile se trabaja por “horas, no por minutos, segundos o suspiros”. En este sentido, apuntó: “La idea de esta ley es mejorar la calidad de vida de las personas”, ¿Cómo se puede lograr eso disminuyendo eso en 12 minutos”?.

Engagement y Bienestar

La evidencia muestra que una jornada laboral reducida, no impacta en la productividad. Ejemplos, varios. Quizás, el más relevante en la actualidad, es lo que están llevando a prueba en Inglaterra, donde han reducido la jornada a 4 días. Hasta el día de hoy, ha traído mayores réditos para las organizaciones. Ahora bien, ¿nos podríamos extrañar de lo que pasa en nuestro país con la reducción paulatina de las horas de trabajo?. La verdad, no. De hecho, si alguien imaginó que esto sería como un resbalín y todas las organizaciones realizarían este cambio de forma rápida, sería una persona bastante “optimista”, por ocupar algún adjetivo.

Desde un punto de vista, donde la percepción de los trabajadores toma lugar, cuesta imaginar, por increíble que sea, que en mi empresa, la misma que se pavonea por estar en “no sé que ranking”, en ser certificada en “no sé qué tipo de empresa”, me diga: “ oye doce minutos menos cada día”. El discurso y la careta se cae a pedazos. ¿Les interesa a líderes de organizaciones chilenas el bienestar de sus trabajadores? o ¿sólo les interesa figurar en medios y cuando llega el momento de los quiubos dan vuelta la mirada?.

Productividad y Liderazgo

Son este tipo de situaciones que generan malestar en los equipos de trabajo. Los discursos son disonantes con las acciones. Se plantea algo y se hace otra cosa. Los tratamos bien, sin embargo, “rateamos” minutos. No se puede sostener la credibilidad gerencial y un espacio productivo saludable con controversias tan nimias como éstas.

Con justa razón, puede haber alguna persona que, leyendo estas líneas, piensa: “no creo que todas las empresas hagan esto”. Estoy convencido que no. Sin embargo, para que el tema se haya transformado en noticia durante la última semana, todos los días, es porque algo está pasando.

El bienestar de las organizaciones, sobre todo el productivo, depende de la salud de los trabajadores que la componen. Si líderes propician espacios, estrategias, prácticas y políticas que contribuyan a que las personas puedan alcanzar niveles más alto de salud física, psicológica y social, lo más probable, según la evidencia, es que la organización lo verá retribuido en sus balances a final de año.

El fanatismo visceral de algunos líderes, debería ser empañado por leer y entender que el comportamiento de sus trabajadores, dependerá de la forma cómo se les trate. Aún confío en la posibilidad de cambio y no quedarnos con esa permanente idea de que existen líderes que están en la constante búsqueda de la pillería, del engaño y la explotación, a todo nivel, de sus equipos.

Si las leyes, como ésta, por ejemplo, no existirían: ¿Cómo se gestionaría el trabajo en nuestro país?.

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