Doctor, vengo a decirle qué tengo

Doctor, vengo a decirle qué tengo

Muchas cosas han cambiado debido a la revolución digital. Pensemos en nuestra relación con el doctor. Hasta hace poco, las personas recurrían al médico cuando se sentían mal, para describir sus síntomas y saber qué tenían. Él, con exámenes en mano, experiencia y conocimientos, determinaba la enfermedad y recetaba un tratamiento.

Hoy, este nuevo “paciente” reconoció sus síntomas, entró a Internet y tiene nociones sobre qué lo podría aquejar. Su cita es sólo para confirmar sus propias conclusiones, debatir lo que tiene y su mejor tratamiento. Y si no queda convencido, probablemente pida una segunda opinión. Si bien los conocimientos del médico siguen siendo los mismos, su relación con los pacientes es distinta.

Éste es sólo un ejemplo de la transformación de nuestra sociedad en el acceso a la información. Y el marketing y la publicidad no están exentos de ello. Las audiencias están cambiando, no sólo en la forma de informarse y entretenerse, sino que en su postura ante diferentes contenidos y respecto de cómo ven y valoran la publicidad.

El 65% de los chilenos accede a Internet en su teléfono, casa y/o trabajo. La venta de smartphones aumenta a tasas crecientes y de acuerdo a un estudio de Inmobi, el 50% de las personas que tienen teléfonos inteligentes, lo usan como fuente primaria o única de conexión. Además, formatos exitosos como el video, arremeten con fuerza, probando su poder de seducción y engagement con las audiencias. El contenido audiovisual genera emociones y sensaciones poderosas y es relativamente fácil de llevar a distintas plataformas. Un dato revelador: Chile tiene el segundo mayor alcance de visualización de videos, con un 91,6%, de acuerdo a un informe entregado por comScore este año.

Esta nueva realidad no sólo afecta al mensaje, sino cómo, cuándo y dónde lo entregamos. El trabajo para agencias y expertos en comunicación y marketing se hace cada vez más complejo por la cantidad de formatos disponibles, redes sociales masivas o segmentadas, dispositivos y todas las posibilidades que se abren en un universo digital que es capaz de transformarse a sí mismo en pocos años. El desafío, entonces, es cómo cambiaremos nuestra forma de trabajar para no perder el vínculo con nuestras audiencias. Como doctores, debemos ser muy asertivos en nuestros nuevos diagnósticos.

Christopher Neary

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas