3 claves y 1 actitud para mejorar día a día tu matrimonio
1 detalle de cariño al comenzar el día
Cuando te despiertes, o cuando “comiences a ser persona” (con el primer café, por ejemplo), dedica unos minutos a pensar qué detalle particular de cariño vas a tener ese día con tu cónyuge; anótalo en la agenda del móvil, activa la alarma… y no la apagues hasta que lo hayas llevado a la práctica.
Piensa un momento cómo esa firme decisión basta para imprimir a toda tu jornada un rumbo radicalmente distinto y muchísimo más gozoso que el que tendría si la vivieras sin amor.
Si inicias y prosigues cada día con la cabeza y el corazón empeñados en hacer feliz a tu mujer o a tu marido:
3 manifestaciones sinceras de gratitud
Es decir, tres frases con las que agradezcas de forma expresa y clara algunas de las muchas cosas que tu cónyuge hace diariamente por ti y en las que ni siquiera reparas… porque las “das por supuestas”.
Si buscas a lo largo de la jornada esas manifestaciones de amor de tu cónyuge hacia ti (¡recuerda el inicio de la película El violinista en el tejado, y los distintos modos de expresar el amor de él y de ella!), te llenarás de optimismo, pues descubrirás un buen montón de motivos por el que vale la pena vivir a fondo tu matrimonio, en lugar de centrar tu atención en las cosas que no van, en los problemas, en las dificultades, en los defectos propios y ajenos… ¡y amargarte así la vida!
Dar expresamente las gracias por el servicio que te han hecho:
Realimentarás así el “circuito de la gratitud y la alegría”, alentando un feedback reiterado, tremendamente beneficioso para tu matrimonio y para el conjunto de tu familia.
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5 minutos dedicados exclusivamente a quereros
Sí, a quereros… ¡y exclusivamente!
No permitáis que en esos 5 minutos (o 10 o los que consigáis a diario) salgan a colación ni problemas del trabajo, ni de los hijos, ni entre vosotros… ni con la familia política… ¡ni de ningún otro tipo!
No os concedáis ninguna queja, ninguna protesta, aunque tengáis “motivos sobrados” para lamentaros o echaros en cara tantas “cosas que no van”.
Se trata de haceros la vida mutuamente agradable, lo más intensamente posible, dejando por completo a un lado cuanto pudiera enturbiar esos minutos mágicos.
Se trata de dedicar unos minutos a quereros, ¡exclusivamente!
¿La actitud?
El empeño constante (no necesariamente el esfuerzo, porque acaba saliendo solo) por aprovecharlo todo —absolutamente todo— para querer más a tu esposo o a tu esposa.
La ilusión, alimentada desde bien temprano, por acabar el día más enamorado del propio cónyuge.
Todo un seguro de vida para… ¡un matrimonio feliz!
Tomás Melendo
Department of Employment & Workplace Relations
2 años¡Excelente, profundo y fácil de leer!
Médico de familia y Dirección Optimistas Educando
2 añosGracias por estas pequeñas cosas tan practicas que hacen la diferencia…!!👍🌄💚💚
Catedrático universitario en Universidad de Málaga
2 añosAgradezco muy sinceramente a cuantos han seguido apoyando esta publicación. Un abrazo sincero y hondo, Tomás.
Asistentes Malaga
2 añosPreciosa fotografia de todos en esa familia. y lo mucho que aprendemos de todo.
Catedrático universitario en Universidad de Málaga
2 añosMuchísimas gracias por tanto y tan cariñoso apoyo. Y decidme, por favor, cómo mejorar. Un gran abrazo, Tomás.