5 Lecciones sobre Liderazgo que aprendí sobre la caída de un Líder

Hace un tiempo finalizó el torneo de la Copa de Oro en donde México obtuvo el primer lugar, el séptimo en la historia de este torneo. Sin embargo, esta victoria tiene un sabor a derrota.

Esta es tal vez una historia nueva para los Mexicanos, acostumbrados a celebrar los resultados en donde las derrotas nos han sabido a victorias, como en el reciente Mundial de Brasil 2014 en donde la eliminación a cargo de Holanda nos sostuvo el orgullo por más de un año a la voz del #NoFuePenal. Pero en esta Copa de Oro 2015, el triunfo azteca quedará en segundo plano por dos sucesos: el pase a la final con un penalty regalado por el árbitro, y una semana después, la separación del Director Técnico por golpear a un comunicador.

Pero, ¿ serán realmente estos dos eventos la enfermedad, o tan sólo el síntoma?

¿Es este el espíritu de liderazgo que el mundo aplaude… el que la gente necesita?

Para quienes tenemos alguna posición de autoridad y de responsabilidad sobre otras personas -léase “ser líder”- este es un caso que debe llamarnos a la reflexión. Estas son las 5 Lecciones sobre Liderazgo que aprendí cuando las falencias de un líder precipitan resultados lamentables.

1. Ser responsable. 

Un líder debe comprender que todas las acciones tienen una consecuencia, y se debe ser responsable no sólo de lo que se hace sino también de sus repercusiones. Sin excepción y sin justificación. Esta debe ser la primera lección que se debe enseñar a quienes tenemos la oportunidad de tener personas a nuestro cargo.

2. Ser humilde.

Entender que el lugar de liderazgo se nos ha asignado y no se ha ganado. El líder ocupa ese lugar porque otros lo han decidido. Ningún líder que haya trascendido ocupó ese lugar por autonombramiento, requiere de la validación de quienes le siguen y aun de quienes le critican. La regla de oro es nunca esperar que otros te reconozcan, sino que otros trasciendan.

3. Ser visionario.

No existen acciones aisladas. Por Newton aprendimos que toda acción genera una reacción en la misma intensidad pero en sentido contrario. El Efecto Mariposa nos aclara que una acción por pequeña que sea va a desencadenar acciones en cualquier parte del mundo, lo que en nuestros tiempos digitales se ve catalizado en tiempo y magnitud. Un líder debe entender en todo tiempo que lo que dice y hace tienen repercusiones eternas.

4. Ser leal.

Un líder debe comprender que nunca actúa a título personal; eso no es posible. Un líder es la imagen visible del equipo, de su gente, de lo que representa, de lo que cree y de lo que defiende. Lo que haga será como si lo hiciera el equipo. Lo que diga es como si el equipo lo expresara. El líder es el equipo. El equipo es el líder. El desprestigio que un líder siembra, genera una cosecha de vergüenza en su equipo. Actuar por capricho personal en demérito de quienes te siguen es una deslealtad a la confianza que el equipo te ha otorgado.

5. Ser vulnerable.

Un líder sabe que va a ser evaluado, juzgado, criticado. Un líder debe aprender a quedarse sólo cuando las decisiones que toma son impopulares, pero si se mantienen bajo la visión del equipo, entonces el tiempo se encargará de rodearlo de reconocimiento. Del otro lado, pretender saberlo todo, serlo todo, merecerlo todo, ser perfecto, tener siempre la razón y ser la única fuente de autoridad, será el camino acelerado a la ruina del líder, de su visión y de su equipo.

El liderazgo es un don precioso,

una oportunidad de ser lo mejor que podamos ser

para que otros sean lo mejor que pueden ser.