6. Ley del Terreno Firme
Esta es probablemente una de las leyes que más se observan (frecuentemente por razones erróneas) cuando se desarrolla un puesto de liderazgo debido a que tiene que ver con la imagen del líder ante los demás. Credibilidad y Confianza son los nombres del juego en esta ley. Tal es el tamaño de su importancia. En el espacio del liderazgo, no se pueden tomar atajos y presentarse como autoridad, sin importar cuánto tiempo se haya dirigido equipos.
Es necesario tomar en cuenta que antes que ser líder, eres un ser humano, perfectible. Cometerás errores. El mayor de ellos será no reconocerlos. Una vez que logras resolver el mayor error, entonces te identifican como el ser humano que eres y tu equipo y/o tu gente te puede perdonar errores ocasionales. El equipo entiende que inclusive tú estás creciendo como líder. En ese momento puedes estar en el terreno más sólido que puede haber. Ahí tendrás la credibilidad que requieres para seguir avanzando. Tu credibilidad la construirás a partir de actuar con competencia, establecer conexión con la gente e inspirando con tu carácter. Puede ser fácil impresionar a tu jefe, pero no será lo mismo con tus colegas o tus subordinados. A los últimos no les enseñas tu CV. Ellos ven otra faceta de ti; usualmente la real.
Tu carácter comunica más de lo que imaginas. Comunica cuando tú crees que no estás comunicando. Transmite consistencia (o lo contrario). Es en esta ley en la que estableces el compromiso con tus principios y valores. El carácter hace que la credibilidad hacia el líder sea posible. La credibilidad hace que el liderazgo sea posible. Debe quedarte claro que una vez que estableces un compromiso, deberás cumplirlo, personificando la integridad.
El carácter comunica el potencial propio como líder. El talento no será suficiente. Por eso la frase “la disciplina eventualmente vence al talento” es tan válida como vigente. No se puede ganar la confianza al sólo hablar sobre ella. Se acumula al obtener resultados, siempre con integridad. Es preferible poder cuantificar dichos resultados.
El carácter a veces se confunde con temperamento. El carácter se forma en el ser humano al término de la adolescencia y es influido por el medio ambiente, la cultura y el entorno social de la persona en cuestión. El temperamento envuelve los aspectos biológicos, mientras que el carácter tiene que ver con el aspecto psicológico que se desarrolla según la educación, voluntad y hábitos.
El carácter comunica respeto. Cuando no se tiene un carácter desarrollado para un puesto de liderazgo, no se puede ganar respeto por parte del equipo. ¿Cómo se gana ese respeto? Al tomar buenas decisiones, admitir los errores cometidos y, al dejar en claro cuáles son las prioridades para el equipo u organización dejando de lado intereses personales de manera enfática.
¿Qué tan creíble diría tu equipo que eres? ¿Cómo medirías el nivel de credibilidad hacia ti? La respuesta a la 2ª pregunta sería al ver qué tan abiertos son contigo y viceversa. La mayoría de los líderes exitosos están constantemente desarrollando sus habilidades profesionales para ser cada vez más competentes. Pocos en este grupo se enfocan en desarrollar su carácter. Si vas a trabajar esta parte, será recomendable trabajar tanto en integridad, autenticidad y disciplina. Para trabajar con la honestidad, debes hacerlo hasta cuando sea doloroso hacerlo. Para trabajar la autenticidad, no juegues al político que busca votos. Para trabajar la disciplina, ejecuta las cosas requeridas independientemente de si estás con ánimo de hacerlas.
Qué tengas un excelente día,
Tomás García
Coach de Negocios