7 pasos para generar una cultura centrada en el empleado
Después del 2020 se ha evidenciado la necesidad de colocar el enfoque centrado en los empleados, entre las principales prioridades de los gestores de Capital Humano.
¿Qué es el enfoque en el empleado?
Es un principio que coloca las necesidades del personal como el centro de las operaciones de una empresa. En lugar de concentrarse en los resultados del negocio, como los ingresos y la satisfacción del cliente; la cultura corporativa exalta la labor de los profesionales que hacen posible esos dividendos. Las organizaciones reconocen que los miembros de su equipo juegan un papel fundamental en su éxito, y demuestran ese sentimiento con la forma en que los trata.
¿Cómo fomentar una cultura centrada en el empleado?
A continuación, se listan y explican 7 formas en cómo se puede desarrollar una cultura con este enfoque:
1. Ver a los empleados como consumidores
Los gestores de Capital Humano deben ver a los empleados como clientes; es decir, estar conscientes de que tienen necesidades y deseos que deben ser satisfechos.
El objetivo es pasar de la orientación hacia los procesos, a pensar en cómo es que éstos se están planteando y cómo se están diseñando los lugares de trabajo para abordar dichas necesidades. En este sentido, la metodología del Design Thinking es de gran utilidad. Algunas de las empresas que ya lo han incorporado exitosamente para mejorar la experiencia de su personal, son IBM y Zappos.
2. Trabajar en la experiencia (digital) de los empleados
A medida que más organizaciones adoptan el trabajo híbrido o remoto, las personas pueden elegir esquemas con los que pueden ser más productivos. El equipo de gestión debe invertir en herramientas digitales que admitan acuerdos de trabajo flexible.
Con esto en mente, la experiencia digital del empleado (DEX) se está convirtiendo en una de las partes más importantes de la experiencia total del colaborador.
3. Solicitar y tomar acción sobre la retroalimentación
La realización de entrevistas de permanencia, encuestas de salida y la organización de grupos focales de empleados son una excelente forma de escuchar lo que tienen que decir. Se deben elaborar preguntas relevantes acerca de su experiencia dentro de la organización.
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Una vez analizados los comentarios, se procede a elaborar un plan para mejorar o cambiar lo que se requiera.
4. Fomentar la seguridad psicológica
Cuando se solicita retroalimentación, es esencial que los empleados sientan que pueden hablar sin preocuparse por ser penalizados o segregados, de alguna forma.
Al promover el respeto mutuo, predicar con el ejemplo con la escucha activa y fomentar el DEIB (Diversidad, Equidad, Inclusión y Pertenencia), se está creando un entorno psicológicamente seguro para que los colaboradores prosperen.
5. Mejores estrategias de recompensas totales
En esta acción, hay que considerar aquello que, auténticamente, satisfaga las diversas necesidades del personal. Para ello, primero es necesario identificar los aspectos en los que hay que concentrarse: mejores compensaciones económicas, desarrollo profesional, mejor equilibrio entre la vida personal y laboral, por mencionar solo algunos ejemplos.
6. Empoderar a los colaboradores para que crezcan
Una encuesta reciente reveló que el 58% de los Millennials y el 52% de la Generación Z indicaron que tener carreras exitosas, depende de la mejora y actualización de habilidades frecuentes. Los empleados de todas las generaciones que constantemente se comprometieron con el aprendizaje informaron sentirse más realizados y motivados. Por ello, es imperativo brindar a los empleados oportunidades para aprender y crecer.
7. Priorizar el bienestar de los empleados
En este punto se deben considerar varios aspectos, como: bienestar físico, bienestar mental, bienestar emocional y bienestar financiero.
En su libro The Employee Experience Advantage, Jacob Morgan afirma que las organizaciones con visión de futuro entienden que parte de su responsabilidad también es cuidar a sus empleados.
Señaló, además que, aunque los empleados suelen experimentar los programas de salud y bienestar de la empresa en el trabajo, por lo general, sienten su impacto en casa. Los colaboradores que son atendidos, están más tranquilos y con más energía para pasar tiempo con su familia y amigos. Se sienten mejor consigo mismos y, en general, llevan una vida más feliz y saludable.
Centrarse en el bienestar del talento humano, siempre será una apuesta en las que todos los involucrados ganarán.