Adaptación al cambio
Ante las adversidades siempre se nos presentan diversos caminos para afrontarlas. Yo soy de las que piensan que en este “juego de la vida” gana el que más rápido de adapta.
Estar enfundados en una rutina frenética de no parar, de llevar a cabo sistemáticamente nuestros quehaceres, pendientes de cómo distribuir el tiempo para cumplir con todo aquello que nuestra vida y la sociedad demanda, nos hace olvidar o no prestar la suficiente atención en aquello que nos permite llegar a todo ello, es decir, la mente.
La mente es como una planta pequeña dentro de nosotros mismos que hemos de regar para su correcto crecimiento. Hemos de regarla diariamente, debemos de prestarle ese pequeño momento de atención para asegurarnos de que su desarrollo es el adecuado, ya que confiar en la climatología para ello, nos llevará a depositar su vida a un medio externo que no podremos controlar. Quizá este método nos dé resultado para que pueda sobrevivir, pero no lo hará si queremos hacerla florecer.
Al principio de esta pandemia, me propuse algunos retos personales con la intención de convertirlos en hábitos dentro de mi vida cotidiana sin importar la situación en la que me pueda encontrar, (ya sabéis aquello que dicen que a partir de los 21 días de una nueva rutina, esta empieza a convertirse en hábito) como entrenar cada día, cuidar mi alimentación, meditar, formarme más, escuchar música, disfrutar del silencio y ser más productiva trabajando en la concentración de aquello que realizo en cada momento entre otras (no es que antes no lo estuviese haciendo, sino que he visto una oportunidad para poder perfeccionarlo). La verdad es que con el paso de los días me voy sintiendo más y más fuerte, cada vez con más energía para volver, con más ambición y determinación en aportar el máximo de mi misma desde una plenitud interior que me permitirá hacerlo. Realmente, es muy gratificante.
Con todo esto, no pretendo más que compartir mi experiencia personal en este COVID-19 y animar a todo aquel/aquell@ que le esté faltando ese empujoncito de energía a regar su planta interior para poco a poco, verla florecer.
Como he dicho al principio, en este “juego de la vida” gana el que más rápido se adapta.
¡Ánimo!
Inma
MBA | Project Manager- Real Madrid Foundation Clinics | Women's Football Professional
4 añosMi parte favorita: "en este “juego de la vida” gana el que más rápido de adapta" me identifico mucho con eso. ¡Gracias por la reflexión!