Argentina y su inconsciente colectivo

Argentina y su inconsciente colectivo

Quiero compartir con ustedes una interesante reflexión que llegó a mí, de parte de una mujer llamada María Izilda Mendive, la cual luego amplié incorporándole varias apreciaciones personales. Es de destacar que esta reflexión muy lejos pretende ser un escrito sobre política; intenta construir en base a fundamentos de neurociencias, PNL, Coaching, psicología, y epigenética.

Si bien quiero resaltar que soy una persona que le escapa a esa tendencia frenética de seguir las noticias de último momento mirando TV, escuchando radio o leyendo periódicos, (de hecho por decisión propia no tengo cable en mi hogar), tampoco vivo en un termo, por lo tanto, me entero de las cosas que van ocurriendo, porque en gran sentido, las personas que me rodean suelen hablar de las circunstancias que atraviesa nuestro país. De todos modos acostumbro a poner filtros y tomar la debida distancia de todo aquello que intentan mostrarme como es la “realidad”, y especialmente cuando me la “pintan” atroz, angustiante y desesperada.

Lo cierto es que en estos últimos días he escuchado en labios de varias personas frases que vengo oyendo desde que era muy niño y que son muy comunes.

Pues bien... los invito a leer las siguientes frases y díganme si no les resultan familiares, o peor aún... las han repetido inocentemente:

• “Este país no va a salir adelante nunca”

• “Todos los gobiernos son corruptos”

• “La política es sucia”

• “Se dedican a la política para robar”

• “Siempre fue lo mismo”

• “No les interesa para nada el pueblo”

• “Tenemos alto índice de pobreza e indigencia”

• “Cada día, muere una mujer por violencia de género”

• “Estos corruptos gobiernan para los ricos” etc...etc...etc...

Son comunes ¿verdad?...

Ahora bien... con sólo este pequeño numerito de frases multiplicada por millones, les aseguro que nos podemos quedar “muy tranquilos” que todo seguirá siendo igual. No importa quién nos gobierne.

Pero quiero contarles un poco mejor como funciona nuestra mente para hacer semejante afirmación. Y una vez más, señalar que éste humilde artículo para nada intenta meterse en política, sino que por el contrario, empezar a achicar la masa de un inconsciente colectivo argentino que nos lleva periódicamente por caminos ríspidos y llenos de precipicios.

Cada vez que afirmamos algo, ya sea pensando o hablando, nuestro cerebro lo toma literal...y como el genio de la Lámpara de Aladino, nos materializa tanto lo que pensamos como lo que decimos. La condición para que se cumpla es poner toda la “Intención y el corazón” en lo que decimos. ¡Y vaya que en esas frases hay EMOCIÓN! ¿Verdad?... La combinación de pensamiento con emoción genera realidades.

El inconsciente no se pregunta si lo que afirmamos es bueno o malo. Simplemente responde a las declaraciones que esgrimimos cuando las acompañamos con una fuerte carga emocional.

Por otro lado es importante señalar que los pensamientos son gratis e ilimitados... así que nuestro genio, nos proporcionará exactamente lo que evocamos.

Ahora, les pido que vuelvan a leer las frases arriba escritas sobre nosotros “como país” y reflexionemos...

Los argentinos tenemos en nuestro inconsciente colectivo, la imagen de un papá/mamá como figura presidencial, que nos va a resolver todos los problemas. De esta forma ponemos en el afuera, el poder que nos quitamos a nosotros mismos.

En conclusión ese papá/mamá es el espejo de lo que somos a nivel colectivo.

Ya sé que la mayoría de los argentinos somos personas honestas y trabajadoras, pero al hacer semejantes afirmaciones, en el fondo y a nivel inconsciente, nos estamos robando de alguna manera.

Pero... ¿Qué nos estamos robando?...

Nos robamos la alegría de vivir en la certeza que crecemos y evolucionamos como sociedad. Llevamos programas de auto desvalorización (familiar y/o social), que en algún punto, se unen a la masa “pensamiento país”.

Somos hijos y nietos de inmigrantes. La mayoría, vino a este país huyendo del hambre y la guerra de Europa. Ese miedo inconsciente a pasar hambre, está en nuestros programas familiares inconscientes.

Vivimos hablando de corrupción y generalizamos... Muy bien, ¿saben una cosa?... cuando hacemos las afirmaciones ya señaladas, nos estamos metiendo nosotros también en la bolsa.

Si, ya se lo que dirán:¡¡Pero yo no soy corrupto!!

-¡Por supuesto que no!...Pero miremos nuevamente hacia dentro y hagamos la siguiente pregunta:

¿En qué me estoy corrompiendo?...

Pues en no creer en mí, ni en mí país. En no creer en nosotros mismos; en dejarnos llevar por las palabras de otros, (que vaya uno a saber que intenciones se traen), en continuar desvalorizándonos como Nación.

¿Cómo podemos colaborar y disminuir ese porcentaje tan nefasto de inconsciente colectivo?

Aprendamos a escuchar, observar y no involucrarnos en emociones ajenas.

¿Eso significa que uno debe ser insensible a los hechos que ocurren?

¡No, en absoluto!... Primero, miremos hacia adentro.

¿Qué modelo de sociedad deseamos?...

Pues bien... visualizándola dentro de uno borra automáticamente la otra imagen de desesperanza.

Si deseamos que en este país haya igualdad de oportunidades y cero pobreza, visualicemos un pueblo feliz, con trabajo y niños cuidados.

Pero, ¿Y esto en que influye?, ¿Puede este ejercicio mental cambiar una sociedad?

Sí, ¡absolutamente!

En primera instancia hace falta una masa considerable de gente con auto consciencia y auto responsabilidad. Ello significa haber cambiado las creencias viejas por nuevas.

Cuando modificamos las creencias, se modifican nuestras conductas y al modificar nuestras conductas, se modifican los resultados y en consecuencia la realidad.

Una importante psicóloga llamada Virginia Satir decía: "Los problemas siempre nos acompañaron. El problema no es el problema, el problema reside en la forma que la gente los encara. Esto es lo que destruye a las personas, no el problema. Entonces, cuando aprendemos a encararlos de una manera distinta, lo manejamos de una manera distinta y se tornan distintos”.

Por otro lado, cuando visualizamos, estamos haciendo mucho más de lo que suponemos. Las imágenes que le proporcionamos a nuestro inconsciente dejan de ser amenazantes a nuestro sistema reptiliano, (el área neurológica cerebral más primitiva, que se desarrolló hace más de 500 millones de años y cuya tarea esta orientada hacia la sobre vivencia), se relaja y empezamos a poner en práctica otro tipo de pensamientos, palabras y hechos, que sin duda son más creativos, por lo tanto nos entrega la suficiente coherencia emocional para obtener resultados diferentes.

Como suelo señalar en mis capacitaciones, cursos y seminarios, los problemas no se solucionan analizándolos desde la misma dimensión en la cual se generaron. Para poder comprenderlo mejor diré; los problemas de dinero no se solucionan con dinero, sino con creatividad. ¡¿Lo pueden entender?!

Pero... ¿Hay que hacer algo más que visualizar?

Desde ya que sí, pero es fundamental primero cambiar los engramas neuronales tan estructurados que nos llevaron a estar como estamos hoy, de lo contrario seguiremos haciendo lo mismo. Y si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo más de lo mismo.

Es importante destacar que para nuestro inconsciente el prójimo somos nosotros mismos. Para él no existe el “afuera”. Todo somos nosotros.

Si nosotros cambiamos por dentro, cambia nuestra “realidad”, porque cambian nuestras conductas. Y si esa realidad se suma a otras “realidades” de igual vibración y se multiplican, entonces, se logrará una masa considerable que creará otro inconsciente colectivo y en consecuencia, lograremos otras “realidades”. Independientemente del gobernante o color partidario que tengamos.

Viene a mi memoria esa fantástica frase de Emmanuel Kant: "El exterior es la reflexión del interior" y la de Carl Jung que decía: “Quien mira hacia afuera, sueña. Quien mira hacia dentro, despierta”

Un fuerte abrazo

Juan Carlos Lorenzo

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