Atacaron al carancho y se encontraron con un águila: Revés judicial para la UART
El Colegio Público de Abogados de Capital Federal (CPACF) durante la gestión del Dr. Jorge Rizzo entabló una demanda en contra de la Unión de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (UART) luego de que el mencionado ente publicara durante el año 2015 en distintos medios de comunicación alusiones a la actuación letrada con el adjetivo “caranchos”.
Parece ser que la UART pergenió una movida publicitaria a fin de implantar en el imaginario colectivo que la crisis de las ART se debía a consecuencia de la intervención de un profesional del derecho en los conflictos con los trabajadores, pero nunca se cuestionan el motivo por el cual el trabajador acude a la consulta de un abogado, porque claro, la culpa siempre es del otro.
La UART no puede desconocer que los profesionales del derecho son auxiliares de justicia y merecen el mismo trato en los estrados que el de un magistrado. Asimismo, tampoco puede no saber que el buen funcionamiento de la justicia como parte integrante del Estado resulta necesario para la sociedad en su conjunto.
¿Si en lugar de culpar a los abogados auditan las resoluciones de las juntas médicas? ¿Si pusieran un abogado interno que vele por los derechos del trabajador? ¿Si lograran convertirse en un organismo confiable para los trabajadores?
La sentencia condena a UART a abonar $2.000.000.- más intereses desde el 26 octubre de 2017 a la actualidad imponiendo además la obligación de publicar un extracto de sentencia en los diarios La Nación, Clarín y Diario Popular con la misma calidad y categoría que realizó las publicaciones por las cuales se falló en su contra.
Por su parte la UART y las compañías de seguros que lo integran a través de un comunicado aclararon que sólo buscaron alertar contra las malas prácticas que llevan adelante diferentes personas que lucran con las lesiones de otros, agregando que los movió el afán de poner en relieve la problemática que los aqueja desde hace tiempo, en la que están involucrados diferentes personas independientemente de su profesión.
Sería oportuno que cuando se habla de “malas prácticas” se incluya en el análisis el desempeño de todos los actores de la obra “Riesgos de Trabajo”. Por empezar las compañías de seguros que se encuentran cartelizadas sin permitir, con la anuencia de la Superintendencia de Seguros de la Nación, el ingreso de nuevas ART al negocio. Que ofrecen tarifas insuficientes, brindan prestaciones médicas paupérrimas y denigran al trabajador faltándole el respeto continuamente brindando no solo mal servicio, sino un destrato de tal magnitud que lo empujan a que consulte y desligue su situación en un abogado.
Socio en Estudio Jurídico Castelli & Asociados.
2 añosExcelente definición Dra. Mariel, coincido que la mayoría de las ART, carecen de toda sensibilidad con los trabajadores que deben recurrir ante algún infortunio laboral. Saludos cordiales.