ATENTA Y DISTRAIDA

Con el tiempo he descubierto que tengo déficit de atención; que funciono enfocándome en una cosa a la vez, porque cuando quiero hacer varias al tiempo, termino sin concluir nada. Pero lo bueno es que aquello en lo que me enfoco lo hago dando todo de mi y el resultado puede ser a veces hasta superior a lo esperado…

¿Por qué inicio con esta reflexión?

Porque en la vida, muchas veces estamos atentos y otros distraídos a lo que sucede a nuestro alrededor, a lo que tenemos y vivimos… y aquello en que fijamos la atención es lo que nos aleja o acerca a la paz interior, a la productividad y al logro de las metas y objetivos.

Quienes me conocen saben que tengo una condición llamada ADEE (Acondroplasia y otras displasias esqueléticas con enanismo) en pocas palabras soy una persona con enanismo, la única discapacidad que causa risa. ¿Y saben algo? Mi condición me enseñó a elegir en qué presto atención y en qué me permito ser distraída.

Yo no estoy pensando todo el tiempo en que soy talla baja, ni en los dolores de mis piernas, ni en lo lento que camino y mucho menos, ando atenta o pendiente de las miradas e impresiones de la gente. Por eso no me fijo en muchas cosas que pueden suceder y que cuando voy con otras personas, me alertan y me dicen: “mira cómo te mira esa persona”… en realidad, no presto atención ni me dejo intimidar por eso… No le doy la importancia y prefiero ir distraída al qué dirán o el qué miran los demás.

Yo estoy atenta en la gente amable, en la que hace de lo ordinario algo extraordinario, me fijo en las sonrisas que llenan de luz, en aquello que me alimenta bien. Eso ha permitido que logre transformar las miradas de los que me rodean y en realidad puedo decir, que en los espacios en donde me muevo y desenvuelvo, la gente está más distraída a mi condición, pero si muy atenta en todo lo que soy y hago.

Puedo decirles, que me distraigo mucho de las cosas que me faltan y me fijo más en lo que tengo, por eso todos los días hago mi lista de acción de gracias y a veces no me alcanza una hoja para todo lo que detecto…

No niego la existencia de aquello que puede nublar el día o entorpecer el camino; pero yo estoy concentrada en lo que me llena de luz y lo que me permite superar las piedras o caminos difíciles…

Bien dice Facundo Cabral, no estás triste, estás distraído… y sí… muchas veces nos sentimos así por estar distraídos o estamos felices porque no le prestamos atención a las cosas ni a las personas que pretenden robarnos la paz.

Cada uno tiene su percepción de la realidad, yo no me niego lo dura o difícil que es para todos; pero prefiero prestar atención o fijarme en las cosas más pequeñas y sencillas que la hacen amena, que me dan paz, que me llenan de fortaleza, de razones y motivos para luchar y creer que es posible lograr todo lo que me propongo, aunque tenga todo el mundo en contra.

No es fantasioso ni imposible, no es que todo el tiempo vivo sumergida en lo bueno, porque no puedo ser indiferente a las dificultades, simplemente busco la forma de enfrentarlas y vencerlas, y no enfrascarme que tienen la última palabra y el control de mi vida…

Hay días de días, hay momentos en los que me fijo más en la piedra que logró hacerme tropezar o caer; quizás hasta miro a mi alrededor, a ver quién se dio cuenta; pero enseguida fijo me atención en levantarme, sacudirme, sobarme el golpe, darme mi tiempo de recuperarme y sobre todo darme la oportunidad de intentarlo de nuevo y seguir adelante… KR

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