Comparto cinco cosas que suelen asesinar a la innovación abierta.
- Involucrarse en la innovación abierta porque se cree que en la organización los colaboradores no aportan nada. Esta es una postura curiosamente frecuente y que se escucha en directivos que asumen que como no salen innovaciones es porque el personal no es creativo, no sirve, no aporta. Rara vez, cabe acotar, se piensa en que las ideas no fluyen por falta de tiempo. Pero independiente de esto último, comenzar un proceso de innovación abierta pensando que "mi gente" no es creativa o es perezosa o no querer cambiar, es un erro. Lo primero es averiguar el motivo de que las personas no aportan idea.
- Hacer sesiones de innovación abierta como si fueran focus groups o como una sesión de brainstorming. La técnica de focus group o brainstorming o cualquier otra no son el error. El error es pensar que una sesión de innovación abierta es como cualquier sesión de innovación o una terapia para sentirnos creativos. La innovación abierta, y cada sesión o momento, requiere un profundo diseño y planificación donde deben evaluarse los actores, el fin, la confidencialidad, los intereses, los pactos y muchos otros elementos que muchas veces dentro de una organización están controlados. Por este motivo, es un error, pensar que la innovación abierta implica usar cualquier técnica como si fuese un proceso cerrado.
- Iniciar el proceso de innovación abierta de forma abierta, sin foco o directriz. La innovación abierta, como su nombre lo dice, es un proceso abierto, muy abierto en muchas ocasiones. Por ello, caer en un proceso sin una orientación, un objetivo y una directriz la convierte en un proceso del tipo "quien mucho abarca, poco aprieta". Aquí hay que diferenciar entre el objetivo del proceso de innovación abierta, que debe tener una directriz precisa, y lo otro es tener muy claro el motivo de haberse involucrado en una proceso de innovación abierta. Es un error asumir que simplemente con abrir un espacio de innovación abierta o simplemente el "salirse de la caja de la propia organización" se tendrán innovaciones, pues como es sabido, innovar sin un norte, dispersa esfuerzos.
- Asumir que la innovación abierta es el fin y no el medio dentro de una estrategia de innovación. La innovación abierta se suele ver como la panacea cuando los directivos e inversionistas se sienten apremiados por nuevas ideas. Y así, se involucran en procesos donde lo que se escucha es "estamos innovando usando la innovación abierta". Pero claro, los procesos de innovación abierta no siempre conducen a innovaciones. La innovación abierta se corresponde con una forma de "hacer" la innovación y con lo tipo de innovación a conseguir -si la hubiese- Por ello es importante que la innovación abierta sea parte de la estrategia de innovación de la organización y más aún cuando se sabe que este tipo de innovación tiene muchos aspectos legales, financieros, contractuales, entre otros, más que meramente creativos. Es un error pensar que la innovación abierta basta y sobre para innovar sin tener una estrategia de innovación que orqueste esfuerzos, recursos y resultados.
- Hacer innovación abierta con mentalidad de innovación cerrada o con mente cerrada. La innovación abierta claramente no puede quedarse en un proceso o procedimiento o metodología. Requiere una estructura de pensamiento abierta. Bueno, la mentalidad abierta es propia de la innovación en general y cualquiera que sea. Pero pesar que la innovación abierta abre mentes es irreal. Muchas veces inclusive se crean procesos de innovación abierta con "personas cercanas", lo cual simplemente deja a la innovación abierta como un proceso de innovación cerrada extendido. Es un error invertir en innovación abierta si se sigue con un mindset cerrado, poco abierto, sesgado o simplemente sin haber cambiado "la sutil interpretación de la realidad".
Y tú ... ¿qué opinas? ¿que otros asesinos puedes añadir?
