Cómo compramos salud los mexicanos

Cómo compramos salud los mexicanos

Somos más racionales para comprar un auto, que para elegir un tratamiento oncológico

El adquirir servicios de salud, ya sea un servicio médico, un fármaco o un tratamiento quirúrgico, o procedimiento diagnóstico, al final del día es una transacción financiera; que desde un punto de vista mercantil no debería ser distinto de comprar fruta o algún electrodoméstico. Pero desde un punto de vista integral, el adquirir un servicio de salud tiene una connotación más importante, que comprar una pantalla LCD.

Si hablamos acerca de productos cotidianos, el ejercicio que se realiza para realizar la compra es, determinar la necesidad del mismo, plantear alguna posibilidad de pago, determinar el presupuesto estimado, y realizar la búsqueda del mejor producto que podemos adquirir con nuestro presupuesto. Para poder cumplir este objetivo, nos valemos de la información en Internet, vídeos que analizan los productos, recomendaciones de amigos y familiares, y obviamente alguna oferta atractiva.

Cuando deseamos comprar algún bien con valor económico significativo, como una propiedad o un auto, la historia es más compleja; vemos, analizamos y probamos todas las opciones disponibles, escuchamos más opiniones, e incluso podemos buscar la asesoría de un profesional, la búsqueda de recursos en Internet es aún mayor, y siempre es una decisión compleja, ya que a diferencia de una pantalla LCD que parece no ser muy diferente una de otra, y podrían cumplir cabalmente el propósito para el que fueron creadas; en el caso de una propiedad o un auto, no siempre lograr quedar con el mejor sabor de boca.

Si consideramos nuestra salud uno de los bienes más preciados con los que contamos, cómo es que compramos servicios de salud. Parece natural por cotidiano, pero la decisión de adquirir servicios de salud suele ser la menos analizada de todas; por ejemplo podemos decidir tomar un té naturista en comparación con un analgésico convencional, sin miramientos. Podemos acudir a que nos coloquen imanes, como elegir un oncólogo. Podemos leer panfletos de productos milagrosos como información científica dirigida a pacientes.

Al realizar la comparación con la compra de un auto, es como ir al mercado de autos y comprar un vehículo del que no tenemos ninguna garantía de que al menos encienda; solo lo compramos porque si le rezamos mucho es probable que arranque. Similar sería comprar una estufa que puede tener fugas y no nos aseguran por escrito que no moriremos por una intoxicación con gas; y basar nuestra decisión de compra en que el gas es natural y sale de la tierra. Se imaginan comprar una pantalla de 70 pulgadas que solo se ve en blanco y negro, porque así ven los perros y así nos acercamos a nuestras raíces ancestrales.

Bueno, pues esto que suena absurdo, es como muchos mexicanos adquirimos servicios de salud. Sin garantías, sin seguridad, desconociendo los efectos adversos, con total incertidumbre sobre sus beneficios, y la mayoría de las veces sin evaluar sus efectos adversos. Es esta falta de juicio uno de los factores que explican porque los productos milagro se venden por millones, porque los “médicos” alternativos tienen atiborradas las salas de espera.

Pero también ha sido culpa de los médicos alejarnos de nuestro motivo de estudio (el paciente) y montarnos en un pedestal que nos volvió ajenos, groseros y pedantes, y también fraudulentos en algunos casos. Transferimos la responsabilidad que tenemos sobre el cuidado de la salud a la industria farmacéutica, que al final siguen siendo empresas que responden a los intereses de los accionistas. Perdimos esa humanidad que nos debería permitir transmitir de mejor manera nuestro interés primordial, el que nuestros pacientes mejoren, sencillamente nos volvimos arrogantes y hoy son los pacientes quienes están pagando las consecuencias, al seguir buscando soluciones que nos hemos negado a otorgarles, es decir escucharlos y dar consuelo a sus molestias.  

Ximena Hernández

Founder and CEO of Happy Clinic Ideas / Strategy Zubia Salud | Patient Centred Designer and Patient Safety & Quality Improvement Specialist / Lecture Speaker in Digital Health, Patient Ux.

8 años

Justamente la pregunta que debemos hacer es ¿Cómo elegimos ese servicio?, Cuáles son los parametros que deberiamos tomar en cuenta?. La realación médico - paciente como usted menciona se alejo del objetivo haciendo que el proposito se desvirtuara y que los hospitales donde brindamos ese servico centren sus objetivos en ventas y no en resultados de salud. Pero hay buenas noticias y hoy en día necesitamos promover y movilizar la prestación de salud hacia la transparencia y comparación de nuestros servicios y establecer los parametros de medicición para que las personas tengas la información suficiente y así tomen la decisión correcta con el jucio correcto.

Roberto Alexander-Katz

Professor at Universidad Autonoma Metropolitana-Iztapalapa

8 años

Una de los axiomas de la medicina alópata es que todas las demás no se les puede llamar medicinas. Si bien es cierto que en la alopatía es donde la ciencia ha puesto su mayor esfuerzo, eso no quiere decir que en realidad se entiende todo. Más bien yo veo al médico alópata acercarse a un diagnóstico de manera estadística; primero prueban con la causa que es estadísticamente más probable del síntoma, si esa no fue se van a la segunda causa por importancia estadística y así sucesivamente. Si un paciente no cae en las primeras 3 causas más probables lo más seguro es que no lo curen porque el médico no tiene tiempo para investigar más, dado del tiempo que puede invertir en un paciente. Esto nos lleva a que la medicina alópata no es una ciencia, aunque use los resultados y métodos de la ciencia a su disposición. Por esa misma razón yo no descartaría las medicinas alternativas aunque no sea muy claro como curan.

Carla Paulin

Experienced Clinical Research Pro with 15+ years' expertise in data analysis, patient recruitment, compliance, risk-based monitoring, site identification, and process improvement. Dedicated mentor.

8 años

Excelentes palabras, es difícil encontrar tal verdad en un médico, pero olvidaba que eres uno de los grandes; sólo por ese sentido de humanidad que te hace ser mejor cada día y recuerdo perfecto un día que me dijiste que todo es perfectible y justamente es lo que día a día haces sin ser arrogante

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