¿Cómo ser exitoso sin siquiera intentarlo?

¿Cómo ser exitoso sin siquiera intentarlo?

Siempre me han llamado mucho la atención las narrativas sociales bajo las cuales vivimos consciente o inconscientemente nuestras vidas.

Mi misión es redefinir lo que es posible, replanteando las narrativas, o las historias colectivas que hemos decidido creer.

Pero hay una que ha sido un gran desafío para mí por mucho tiempo, ya que considero que es la más internalizada que tenemos.

La narrativa del capitalismo.

Hoy en día, he visto a muchos profesionales de la ayuda crear sus ofertas envueltas en este capitalismo internalizado, por eso creo que tenemos una gran responsabilidad en ser conscientes de aquello y trabajar en ello.

¿Cómo se expresa el capitalismo internalizado?

A través de personas que nos ofrecen crear negocios que sean capaces de generar cifras de 6 o 7 dígitos en cortos periodos de tiempo.

A través de métricas y rankings que suponen representar lo el significado colectivo del éxito.

Y la más poderosa, a través de las suposiciones y asociaciones inconscientes que todos tenemos sobre el dinero y la vida.

Hace unos días, me llamó mucho la atención ver en los titulares de una cuenta de instagram de emprendimiento y crecimiento personal lo siguiente: “Las personas más ricas del mundo han perdido más de 1 trillón de dólares, pero aún valen cientos de billones de dólares”

Lo que me impactó fue lo extraño de esta frase “pero aún VALEN cientos de billones de dólares”.

Vincular un número a la idea de lo que vale una persona me parece inhumano y esta es una evidencia de qué tan internalizado está el sistema capitalista en nuestras vidas.

La difícil tarea de balancear la idea del dinero y lo que realmente queremos en nuestras vidas

Vivimos en una sociedad que establece un vínculo profundo e inconsciente entre los “números del dinero” y las cualidades humanas intrínsecas.

Aunque una parte de nosotros sabe que este vínculo no es cierto, nuestras mentes han absorbido la idea de que con mucho dinero se obtienen ciertas cualidades deseables, por ejemplo, un sentido de valor, libertad, éxito, seguridad, etc.

Este enredo inconsciente, que se refleja en nuestro lenguaje, hábitos y comportamientos, crea muchos problemas:

  • En primer lugar, significa que los que quienes eligen caminos que no conducen a crear (mucho) dinero, a menudo experimentan dudas sobre sí mismos, una sensación de tener menos valor que los demás y subestiman lo que son y lo que aportan al mundo. Esto puede resultar ser doloroso y no ayuda a que se diversifiquen las formas de trabajos en el mundo.
  • En segundo lugar, atribuimos fácilmente, y de forma incorrecta, cualidades como el valor, el poder y la eficacia solo a las personas que tienen mucho dinero. Cuando la gente cree ingenuamente que los que tienen mucho dinero tienen intrínsecamente más valor que otros, nos metemos en problemas.
  • En tercer lugar, esto significa que quienes sufren directamente las desigualdades sociales, acaban teniendo menos dinero, y suelen interiorizar la idea de que tienen intrínsecamente menos poder, valor, voz y determinación. Esto también es doloroso y problemático. Toda la sociedad sale perdiendo enormemente. Creyendo que el dinero conlleva poder y capacidad de acción y elección. Las personas que no tienen dinero pueden llegar a hacer estas cualidades invisibles para sí mismas.
  • Finalmente, cuando este engaño se hace global, se hace más fácil difundir el capitalismo como una máquina económica que maximiza los números (los economistas lo llaman “crecimiento”) destruyendo los sistemas vivos del planeta. En nuestra confusión creemos que lo que buscamos está en el número, y no nos damos cuenta de que al perseguir un gran número, destruimos lo que realmente nos sirve para vivir.

Todos estos problemas, en su raíz, provienen de un confuso enredo entre la idea que tenemos sobre el dinero y las cualidades y experiencias que los humanos realmente anhelamos (vitalidad, creatividad, determinación, libertad, etc.).

Explorando tu relación con el dinero

Lo mejor es empezar por explorar la relación que tenemos con el dinero, y cómo eso está ayudando o dificultando tu libertad para seguir lo que más anhelas en tu vida.

Un buen punto de partida es considerar personalmente qué cualidades estás asociando, inconscientemente, con el dinero. He aquí una sencilla reflexión:

  1. Completa la siguiente frase: Si tuviera más dinero (inserta una cantidad específica aquí si quieres) sería más… (inserta las cualidades que crees que tendrías con más dinero, por ejemplo “libre”, “exitoso”, “poderoso”, “relajado”, etc.)
  2. Tómate unos minutos para pensar si es verdad. Si está seguro de que es cierto. Pregúntate ¿Realmente el dinero te proveería de esta cualidad?
  3. A continuación, piensa en diferentes momentos de tu vida, desde la infancia, en los que has experimentado realmente la cualidad que crees que se asocia al dinero. Por ejemplo, si crees que con más dinero tendrías más libertad, reflexiona sobre los momentos de tu vida en los que realmente te sentiste libre. (o si cree que el dinero aporta seguridad, piense en los momentos en que se sintió muy seguro, etc.). Haz que esos momentos cobren vida en tu mente. Imagínate allí. Conecta con esa cualidad en este momento.
  4. Por último, reflexiona sobre la cantidad de dinero que tenías en ese momento en el que sentiste esa cualidad (libre, segura, etc.). ¿Hasta qué punto el dinero jugó realmente un papel en esa experiencia?

El propósito de esta herramienta es simplemente ser curioso, y comenzar a descifrar y examinar las suposiciones y asociaciones inconscientes que todos tenemos sobre el dinero y la vida.

Ya vales tanto como la persona más rica del mundo

Considera que en este momento eres igual de “valioso” que la persona más rica del mundo. Y esto no tiene nada que ver con un número. Como todo ser humano, incluyendo a las más ricas del mundo, eres absolutamente único, una creación única, mágica y misteriosa. Un humano extraordinariamente precioso y valioso.

La buena noticia es que ya eres completamente valioso. Y no tienes que hacer nada para demostrarlo.

A menos que quieras.

A menos que quieras elegir cómo utilizar el valor que ya tienes como persona única en el mundo para experimentar tu vida, para utilizar tu tiempo y tu energía y descubrir el impacto que puedes generar en el mundo.

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