Cómo tener un consumo más ético
Los consumidores actuales tenemos muchas preocupaciones al momento de elegir los alimentos que ponemos en nuestra mesa. Intentamos equilibrar, como si fuéramos malabaristas, inquietudes como adquirir productos que no dañen el medioambiente, cuidar de los animales, saber que los trabajadores involucrados se encuentren en condiciones justas, y al mismo tiempo procurar que los productos que escojamos sean nutritivos, seguros y no nos dejen los bolsillos vacíos. A veces no sabemos ni cómo empezar, y hoy quisiera platicar un poco sobre los retos y realidades del consumo ético, en espera de poder ofrecer algunas soluciones.
Conozcamos las implicaciones de nuestras alternativas
En ocasiones se nos presenta información que nos impulsa a cambiar nuestros hábitos sin que reflexionemos un poco al respecto. Imagina que has leído una infografía sobre los efectos negativos de la leche de vaca en el medioambiente. En ese momento decides que se acabó, no más leche de vaca, y la próxima vez que vas al súper: compras diez litros de leche de almendras de una marca californiana ¿Problema solucionado? Si bien, es verdad que el ganado vacuno emite una gran cantidad de gases invernadero, la realidad es que el impacto al medioambiente no se acaba al decidir dejar de tomar leche de vaca.
50,000 millones de abejas perecieron en el invierno 2018-2019
Por ejemplo, la industria de las almendras californianas, para satisfacer la creciente demanda por el producto, ha tenido un impacto negativo en el uso de suelo, agua y abejas polinizadoras: el 10% del agua del estado se utiliza para las granjas de almendras y 50,000 millones de abejas perecieron en el invierno 2018-2019. Éste es un escenario muy sencillo en el que podemos ver que a veces la alternativa más “verde” no lo es tanto. Si por razones de salud, preferencia de gustos o creencias ideológicas estás firmemente decidido a dejar de tomar leche de vaca, ¡puedes hacerlo! Pero lo que recomiendo es que investigues bien el origen de las alternativas vegetales que escojas o que te animes a hacer las tuyas en casa, con productos que puedes comprar a productores locales. Como con este ejemplo, creo que es nuestra responsabilidad investigar y conocer las implicaciones de cualquier alternativa alimenticia que escojamos.
Consumamos más productos locales
En ocasiones anteriores he mencionado comprar productos locales como opción para un consumo más responsable. Esto es porque consumir local es beneficioso tanto para nosotros como para nuestra comunidad, incluso para el ambiente. Puede ser que encuentres unas papas orgánicas alemanas increíbles, pero importar esas papas alemanas dejará una mayor huella de carbono que comprarle a un productor local.
Cuando compramos productos locales:
- Apoyamos a la comunidad
- Tratamos con menos intermediarios
- Fortalecemos la economía
- Fomentamos el trato directo con los productores
Además, los productos locales no necesitan recorrer largas distancias, por lo que no necesitan tantos conservadores ni ser congelados, lo que los vuelve más frescos y saludables. Por ejemplo, en el caso de las frutas, tienen un sabor más rico porque pasa poco tiempo entre que son recolectadas y se ponen a la venta. Comprar local también te da la oportunidad de consumir los productos de temporada de tu región, que son más económicos y beneficiosos para el ambiente que intentan comer todo el año el mismo producto importado.
Busquemos opciones de comercio justo
El llamado “comercio justo” es una forma de comercio promovida por las Naciones Unidas y otros tipos de organismos y activistas, que busca una relación equitativa entre consumidores y productores. Los principios que plantea la Federación de Comercio Justo incluyen elementos como:
- Creación de oportunidades para productores socialmente marginalizados
- Desarrollo de relaciones transparentes y responsables con los productores
- Pagos justos y a tiempo a los trabajadores
- Protección de los derechos de los niños rechazando por completo la explotación infantil
- Respeto por la identidad cultural de los productores
No sólo estás consumiendo productos de excelente calidad, apoyas a productores que siguen los lineamientos de trabajo digno y responsable
A lo largo del mundo hay diferentes organizaciones que otorgan sellos de certificación de comercio justo, como Fair Trade Flo (Fairtrade Labelling Organizations International), SPP (Símbolo de Pequeños Productores), Fair for Life y Comercio Justo México. Al adquirir productos con estos sellos o que provengan de productores que pertenezcan a organizaciones de comercio justo, no sólo estás consumiendo productos de excelente calidad, apoyas a productores que siguen los lineamientos de trabajo digno y responsable. En México los productos más comunes que cuentan con este sello son el café, la miel, el ajonjolí, el cacao, jugo de naranja, té, azúcar, mermeladas, botanas, etc.
Para finalizar quisiera subrayar que consumir éticamente no debería ser cuestión de moda o de estatus social. Todos tenemos derecho a una alimentación saludable y todos tenemos la responsabilidad de reducir al mínimo, en la medida de lo posible, un impacto negativo con nuestro consumo. Continuemos aprendiendo juntos para aprovechar los recursos alimenticios al máximo, de una manera responsable, empática e informada.
Somos una asociación civil mexicana que busca apoyar a los agroproductores con capacitación y a los consumidores con información, para impulsar la economía del campo y asegurar un mejor futuro para todos.
Te invito a seguirnos en nuestras redes, LinkedIn, YouTube y Facebook, y a visitar el sitio web de la O.E.A.C. para conocer más contenido para agroempresarios y consumidores.
Diana Marketing